lunes, 11 de diciembre de 2023

Abro reto

 Se ha convertido en una obsesión. Un continuo pedirselo a la gente. Familia, amigos, conocidos, compañeros del curro...

Así que tenía que traerlo aquí. Sin explicación ni aclaración. En bruto. os animo a retrataros.

Con todos vosotros el resumen de mi año en Spotify



martes, 21 de noviembre de 2023

A ti que nunca leíste mi blog. Ni falta que te hacía. "Y además no se que sacáis de esas chorradas de los blogs"

 

No quiero que nadie más consuele a viudas repentinas. Ni quiero que hagan panegíricos de gente a la que aún le quedaba tanto por vivir. No quiero ver lo bien que crecen tus hijos y no poder comentarlo contigo.

No quiero que se muera ninguno más de mis amigos. Porque nunca les he dicho lo que les quiero. Y la falta que me hacen. Porque aún me quedan muchas llamadas que hacer. Porque aún tengo muchas dudas que resolver.

Y ahora, si ya no estás tú, siempre nos va a faltar una opinión. Moderada y distante. A veces fría, a veces muy lúcida.

Una vez cuando yo tenía dudas sobre algo de lo que estaba haciendo con mis hijos, cortaste diciendo “Lo mejor para los hijos siempre es lo que deciden los padres, que son los que más les quieren”. Nunca te dije la de veces que use esa frase para tranquilizarme.

Nunca más vamos a volver a estar todos juntos. Ya nadie sabrá de música clásica. Ni defenderá conmigo a Javier Marías. Ya no intercambiaré Podcast con nadie. Ni nos enseñaremos las plumas de nuestra colección.

“Ni se te ocurra cambiar el embrague del coche”. También tenías razón, han pasado dos años y el coche funciona perfectamente.

Sin ti seremos menos sabios. Intentaremos ser igual de alegres. Pero, por favor, que no se muera ninguno más de mis amigos. Que aún no nos toca.

miércoles, 8 de noviembre de 2023

Donde la carretera me lleve - y 5

 Los primeros kilómetros de un viaje en moto siempre son de nervios. No sabes si pese a todo lo que has organizado, la moto estará bien. No sabes si el macuto que has puesto en el asiento de atrás se sostendrá durante el viaje sin moverse, si la ropa que llevas, pensando en el calor o en el frío será la adecuada, si de repente fallará cualquier chorrada con la que no contabas...

Luego te relajas, va todo bien, vas cómodo, no te mueres por las condiciones del clima, no hay ningún ruido raro y no te pica la nariz (rascarse la nariz, quitarte una pelusa del ojo o arreglarte una arruga de la ropa se convierten en una moto, con el casco y los guantes, en un incordio muy importante). Y entonces, seguramente después de pararte al primer café, empiezas a disfrutar.

Es muy difícil explicar lo que se siente en una moto, en un viaje en moto, para quien no lo ha hecho nunca. Para empezar en una moto tienes que ir concentrado al 100%. En el coche puedes ir conduciendo, hablando por teléfono y fumando todo a la vez. Pero en moto no. En la moto vas pensando en la salida de la curva, en como entras en la siguiente, en vigilar por los retrovisores y en mil cosas más. No te puedes descuidar, no te puedes relajar. Por eso los viajes en moto son de 400-500Km al día máximo. y eso con varias paradas. Por si eso fuera poco, en moto tienes una visión mucho más amplia que en coche. Casi ves los 180º a tu alrededor. Y todo huele muchísimo. Notas el olor de las plantas a la orilla de la carretera, notas el cambio de un grado de temperatura al entrar en una sombra, notas la rugosidad del asfalto...

Y con todo y eso, llegue al Burgo de Osma feliz. De allí a San Esteban de Gormaz, Peñafiel, Cuellar, Iscar,,,todo carreteras secundarias, con poco tráfico. Bien es verdad que la ruta de los caballeros resultaba un poco aburrida. Los caballeros viajaban en linea recta, sin rodear nada. De frente. Rectas infinitas de Castilla, hoy rodeadas de bodegas horteras de diseño. Creo que en esa ruta se ha blanqueado la mitad del dinero negro de España a base de hacer bodegas.

Tuve que parar un rato en Olmedo. Era la parte de más calor del día. Y por encima de 32º ir en moto es sofocante. Cuando bebí y recuperé, seguí. Mala suerte entre olmedo y Martin Muñoz de las Posadas. La recta infinita estaba en obras... Llegue a Adanero y a partir de ahí a dormir a El Espinar por la N-VI. Inocente de mi, pensaba que los madrileños se irían por la autopista de peaje. Se ve que no les mola. 
Tras dormir en un hotel de carretera, sin más, salí por la mañana a coger la N110 en Villacastin.

Y aquello fue maravilloso.

Disfrute de esa carretera más de lo que había pensado, el paisaje era mejor de lo que imaginé, la ruta era maravillosa. Cuando entraba de vuelta en San Esteban de Gormaz, empezaba a apretar el calor. Apuré hasta llegar a casa a primera hora de la tarde, ya con demasiado calor.

Me baje de la moto exhausto, sudando y cansado. Pero feliz. Y antes de subir a casa, en el garaje, me agache y le plante un beso a mi moto en el depósito.

Se lo había ganado. 

martes, 24 de octubre de 2023

Donde la carretera me lleve - 4

 

Para buscar el viaje de ida, hasta llegar a la N110, me puse a rebuscar en los archivos de la Sherman’s Motoclub Brotherhood a ver si encontraba una ruta curiosa. Y encontré algo sorprendente. Os lo cuento aquí resumido.

Resulta que en España fue poca gente a las cruzadas. Las cruzadas eran guerras sobre todo de pijos europeos que no tenían donde combatir. Pero en España siempre hemos tenido guerras suficientes para nosotros y para más que hubiere…Salvo a principios del siglo XV.

A principios del siglo XV, con Al Andalus cercada y ya al borde del desastre, empezó a haber caballeros ociosos en el norte de España. Y hasta allí llegaron las noticias de una especie de cruzada que había en Europa. Así que unos cuantos jovencillos castellanos decidieron alistarse. Y entraron como caballeros en el ejército de Juana de Arco. Juana de Arco tiene una historia suficientemente complicada como para que os la leáis por vuestra cuenta sin que intente yo explicarla aquí. Resumamos mucho diciendo que era francesa, capitaneo una tropa frente a los ingleses en la guerra de los cien años. Cuando los franceses las pasaban muy putas y los ingleses ya estaban en terreno continental bastante asentados, ella le dio la vuelta a la tortilla…pese a que la acabaron matando los propios franceses. Además de ser una cría (16 años tenía) decía recibir visitas de media corte celestial. No se sabe bien si era anoréxica o tomaba drogas. Pero ahí está. Y es Santa y todo según la Iglesia Católica. Y la veneran mucho los franceses, si, los que la mataron…

Total que los señoritos castellanos fueron a luchar con ella. Con todas las ganas. Pero cuando llegaron allí y vieron que la batalla más que a lanzadas en el campo, era a puñaladas en las reuniones, volvieron a Valladolid diciendo que aquello era un cachondeo y que a la Pucela (doncella en francés) no había quien la entendiese. Se corrieron una farra en Valladolid que todos comentaron, la farra de los de la Pucela, de ahí les viene el nombre de pucelanos a los de Valladolid…

En los registros de la historia de los Sherman’s viene la ruta de los caballeros así como la de otro de Valladolid que acabó casado, por aquella época, con una princesa de Samarcanda. Pero eso lo cuento otro día. El tema es que tanto en la expedición de los pucelanos como en la de el de Samarcanda, viajaba gente de la hermandad que dio lugar a los Sherman’s, y me hacía ilusión  hacer a la ida esa ruta. La ruta de los caballeros.

martes, 17 de octubre de 2023

Donde la carretera me lleve - 3

 

Tocaba pues elegir ruta, dado que había que elegir donde dormir. Más o menos tenía clara la ruta de vuelta, quedaba elegir la de ida.

La ruta de vuelta iba a ser la ruta madre de España. Pero ¿qué es una ruta madre?. La ruta madre es una definición que se le da a determinadas carreteras. Son carreteras que han tenido una influencia muy clara en un momento concreto de la historia de un país. Suelen ser producto de una transformación económica. Hay rutas madre muy conocidas: la ruta 66 en Estados Unidos, la ruta 6 en Irlanda…Siempre hay y siempre habrá. Hoy la vía de “La Bestia”, el ferrocarril que atraviesa México para llegar a Estados Unidos es una ruta madre.

En España tenemos nuestra ruta madre. El ganado merino (el que producía la mejor lana del mundo) y su explotación fueron claves en el desarrollo con de España. El comercio con Flandes, la moneda llamada “Vellón” (por el vellón de lana que se produce al esquilar)…todo son restos de la explotación del merino.

La explotación de cualquier ganado ovino va ligada al campo. Y en muchos casos implica una trashumancia, más o menos larga. El merino español tenía una ruta trashumante por encima de todas. Entre todas las mestas, cañadas y rutas la principal fue la cañada Plasencia – San Esteban de Gormaz. Las ovejas pasaban el invierno en Extremadura y en verano subían a Soria. El movimiento de esos animales fue clave en la articulación de España a partir del siglo XIII.

Por cierto, un inciso curioso. En la reconquista la zona que limitaba con la España mora, los cristianos le llamaban “la Extremadura”, era el extremo de su reino. Soria, durante mucho tiempo, fue Extremadura, porque era el límite con el Aragón musulmán y el lema de la ciudad era “Soria pura cabeza de Extremadura”.

La última Extremadura que quedó fue la actual región de Extremadura que era el límite con Al Ándalus. Cuando se conquistó Al Ándalus, no paso a llamarse Extremadura, porque más allá sólo estaba el mar.

La mesta del merino fue evolucionando a camino, camino real y finalmente carretera. Es la actual carretera N-110 que sigue siendo la carretera que va de Plasencia a San Esteban de Gormaz y es posiblemente la carretera más bonita de España.

Los sucesivos responsables de infraestructuras de España están convencidísimos de que toda carretera ha de acabar siendo una autovía. Algo absurdo. Una carretera sólo ha de ser autovía cuando tiene una cantidad de tráfico medio diario que lo justifique. No para evitar aglomeraciones en momentos puntuales. Muchas carreteras bien asfaltadas, bien señalizadas y con las oportunas circunvalaciones de los núcleos habitados, no deberían de hacerse nunca autovía.

Ese afán de hacer autovías está a punto de matar la N-110. Sin ninguna necesidad ni justificación han empezado a hacerla autovía.

Como es lógico, el ganado trashumante llevaba una ruta condicionada por su propia idiosincrasia. Así la N-110 que conserva ese trazado, va por la cara norte del Guadarrama manteniéndose a media altura, donde era rico en pastos en primavera sin llegar a estar cubierto de nieve. Y tan pronto baja a un rio, donde abrevaba el rebaño, como subía a un otero para evitar un paso frecuentado por lobos. Me temo que la nueva autovía no respetará este trazado original, por lo que ya quedan pocas oportunidades de recorrerla.

Ya tenía clara la vuelta, ahora tenía que estudiar la ida. Porque cuando vas en moto, ir y volver por el mismo camino, es una pérdida de oportunidades de conocer carreteras. Está claro que en moto lo que importa es el camino, y cuantos más hagas mejor.

viernes, 13 de octubre de 2023

Donde la carretera me lleve - 2

 

Como tengo una moto molona, que no es un plástico japonés ni alemán, y que se ven pocas, parece que salir de excursión es sencillo. Si además vas por ahí contando que te vas “donde la carretera me lleve”, todavía parece más molón.

Pero la realidad es que entre La Parienta y la conciencia, van haciendo mella en lo molón que es tu plan. Así que al final convienes en que la improvisación está sobrevalorada y te dedicas a la planificación en serio. Cuando tengo que planificar algo, la única forma que sé, es abrir un apartado en la agenda. Sí, no he evolucionado de la agenda y no encuentro nada que sea comparable a la organización que te da una agenda. Entre otras cosas porque, aunque creo que soy el único en el mundo, yo tengo mi apartado de contraseñas donde guardo escritas en papel todas las contraseñas de todo. Total, que abrí un apartado en la agenda para el viaje “Donde la carretera me lleve”.

A la hora de planificar un viaje en moto tienes que hacer un equilibrio. Tienes que elegir entre frente a que imprevistos vas a ir preparado y cuales renuncias a plantearte. Porque el problema de un viaje en moto es el espacio. Si no tienes una moto de tamaño descomunal y con maletas por todas partes, que son tan ridículas como ir en un coche descapotable, Puedes llevar muy poco volumen. Para mantener cierto estilo, lo único que puedes llevar es una mochila en la parte de atrás del asiento. Y que no sobresalga del respaldo del pasajero. Si además llevas portamantas o algún hueco de la propia moto pues vale. Todo lo demás te quita estilo y elegancia y te convierte en un payaso sentado en un váter.

Por eso hay que elegir. Hay elecciones fáciles. Para un viaje en la segunda mitad de agosto por Castilla puedes prescindir de la protección para la lluvia y los guantes de invierno. Hay otras que no lo son tanto, por ejemplo, puedes pasar de llevar el compresor para hinchar las ruedas y el kit de pinchazos. Pero si pinchas te va a tocar esperar a la grúa en la soleada Castilla en Agosto….

Así que a base de elecciones y probabilidad, acabas haciendo un equipaje con el que mantienes el estilo. Pero claro, ese equipaje ya te va condicionando. Porque ya tienes que buscar los sitios para dormir. En principio la idea romántica era “dormiré cuando me canse”. E incluso creo que llegué a decir en voz alta “y si no encuentro dónde, pues en una cuneta puedo pasar la noche al raso”. Ja. Con 52 tacos pasas una noche al raso y te tiene que venir a buscar la grúa.

Ya, si empiezas a buscar alojamiento…la libertad va quedando regulada y constreñida. Empiezas a tener obligaciones de sitios a los que llegar y a unas horas, eso te va a ir forzando a hacer una ruta..si..donde la carretera me lleve…

lunes, 2 de octubre de 2023

Donde la carretera me lleve

 

Lo primero que necesita una excursión en moto es un buen lema. Porque gran parte de la diversión, y lo más entretenido de una excursión motera, es la preparación. Todos esos ratos que pasas planeando, consultando mapas, carreteras, hoteles, sitios donde comer y repostar, previsiones meteorológicas (de lluvia y viento), son una parte muy divertida de la excursión. Mi padre siempre decía: “la felicidad es la víspera”. Y es verdad, todo lo de antes del día en cuestión tiene la ilusión y la incertidumbre del qué será. La realización, cada segundo que avanza es un segundo que pierdes.

Pero no nos perdamos, faltaba un mes para esa conjunción de astros extraña por la que tenía unos días de vacaciones yo sólo. Sin familia. Y esos días me iba a hacer una excursión motera. Y lo primero que desarrolle fue el lema: “Donde la carretera me lleve”.

Ese iba a ser el lema de mi excursión, “donde la carretera me lleve”. Así que empecé a decirle a todo el mundo que me iba a ir unos días de excursión en moto. “¿Dónde?” me preguntaban. “Donde la carretera me lleve” respondía. Quedaba de puta madre. Soñaba con parejas de la guardia civil parándome en la moto y preguntándome donde Iba. “Donde la carretera me lleve” sonaba como una respuesta cojonuda.

Claro que luego habría que matizar. La Parienta empezó con que “si, mucho donde la carretera te lleve, pero tal día estas aquí de vuelta que nos vamos de vacaciones y no voy a esperarte”, luego también habría que reservar hotel, porque claro, a ver si me iba a quedar si sitio para dormir, y la liaba…O sea que “Donde la carretera te lleve” como concepto global y bonito estaba bien. Pero con matices.

Tenía que resolver pronto la cuestión de si iba sólo o acompañado. Tal como estaba barruntando la idea de la excursión (porque si, dónde la carretera me lleve, pero me iba haciendo una idea de dónde quería ir), me parecía mucho mejor ir sólo. Las excursiones en moto me gustan más sólo. Al ritmo que yo quiero y por los sitios que yo quiero. Así que puse un mensaje en el grupo de los Sherman´s, me voy tal día de ruta, no sé muy bien dónde…sin insistir mucho. Alguno insinuó que igual se apuntaba. Yo había cumplido con la obligación de avisar. No pensaba dar mucho más detalle, si alguien quería algo, que preguntara.

Así que, libre de compromisos, me dispuse a disfrutar del mes previo a la aventura. “Donde la carretera me lleve” sonaba de puta madre.