miércoles, 17 de enero de 2024

Oiga disculpe...eso no es un podcast. Poniendo un poco de orden.

 

Dice Juan Gómez Jurado en su último libro que todo español lleva dentro un podcast pero a nadie le apetece escucharlo. En gran parte es verdad. Han proliferado los podcast como las setas, hay miles. Hace años escribí aquí un post de podcast que oía. Porque los que hacemos horas de coche, el podcast nos salva la vida. Pero ahora sólo el hecho de buscar un podcast es horrible. Y no porque sean buenos o malos. Es que hay muchísima mierda que colocan como podcast y no es un podcast. Así que voy a poner un poco de orden en qué es y qué no es un podcast. Básicamente, podéis seguir estos consejos para seleccionar podcast que oir. Si no cumplen estas normas, no los oigáis. Por en medio os pondré algunos de los mejores que he oído últimamente.

Lo primero es la plataforma. Yo no sé porque todos quieren venderte su plataforma, debe ser que ahí está lo mollar…pues bien, usadlo a la inversa. Si no está en alguna de las generalistas (Spotify, IVox…) no os molestéis, seguro que no merece la pena.

Los podcast se dividen básicamente en dos tipos. Ficción y no ficción. Vamos a empezar con los de no ficción.

Vamos a ver, un podcast no es un programa de radio en diferido, ni un escuchar después algo emitido. Un podcast, para que merezca la pena oírlo, tiene que ser algo creado única y exclusivamente para oírlo en modo podcast. Si lo que os ofrecen es un refrito de programa de radio, un programa que lo mismo sale en formato podcast, que en YouTube que en actuaciones en directo…Huid. Eso no es un podcast y no os enganchará como tal.

Pongamos que ya hemos encontrado algo que merece la pena oír, o eso parece. Vale pues hay dos tipos de podcast de no ficción. Lo de investigación y los de conversación.

Los de investigación son los que te cuentan una historia, con principio y final. Hay muy buenos y quizá es el mejor ejemplo de lo que es un podcast. Os recomiendo muy vivamente “El Guerrillero” de Almudena Ariza, “El puzle Voynich”, “El enemigo. El crimen de la viuda de la CAM”, “Saludos cordiales”… son ejemplos de buenísimos podcast de investigación.

De los de tipo conversación, hay dos máximas que se deben respetar. La primera es que un podcast tiene que tener edición. No es juntarse a hablar dos personas sin guion ni orden (no os imagináis la de podcast que son eso, chorradas dichas por gente sin vergüenza ni criterio). Y además hay que tener un argumento que los sustente. A mí de este tipo la verdad es que hay muy pocos que me enganchen, casi todos son mierdas con ínfulas de ser un programa de radio. Y menos aún cutre entrevistas hechas por un inculto a alguien que hace propaganda…La verdad es que ya sólo sigo el de “Aquí hay dragones” que es un pedazo de podcast donde oyes conversar a gente muy interesante.

Y llegamos a los podcast de ficción. Aquí no hay tanto lío, en general están bastante bien hechos. Otra cosa es que te guste o no el tema. Hay que hacer, eso sí, una distinción. Un podcast no es un audiolibro. No vale con leer una historia. Hay que representarla. Si hay tres protas, tienes que tener tres voces diferentes, no vale diferenciarlos por los nombres como en los libros. Y los efectos de sonido, hay que modularlos con el diálogo. Un ejemplo de cómo no hacer un podcast de ficción es Biotopia, imposible de seguir. Si queréis oír dos buenísimos podcast de ficción os recomiendo “El tigre” y “Titania”. Lo que pasa es que los podcas de ficción acaban cargándoselos…metiendo temporadas de más.