Dice Juan Gómez Jurado en su
último libro que todo español lleva dentro un podcast pero a nadie le apetece
escucharlo. En gran parte es verdad. Han proliferado los podcast como las
setas, hay miles. Hace años escribí aquí un post de podcast que oía. Porque los
que hacemos horas de coche, el podcast nos salva la vida. Pero ahora sólo el hecho
de buscar un podcast es horrible. Y no porque sean buenos o malos. Es que hay muchísima
mierda que colocan como podcast y no es un podcast. Así que voy a poner un poco
de orden en qué es y qué no es un podcast. Básicamente, podéis seguir estos
consejos para seleccionar podcast que oir. Si no cumplen estas normas, no los oigáis.
Por en medio os pondré algunos de los mejores que he oído últimamente.
Lo primero es la plataforma.
Yo no sé porque todos quieren venderte su plataforma, debe ser que ahí está lo
mollar…pues bien, usadlo a la inversa. Si no está en alguna de las generalistas
(Spotify, IVox…) no os molestéis, seguro que no merece la pena.
Los podcast se dividen básicamente
en dos tipos. Ficción y no ficción. Vamos a empezar con los de no ficción.
Vamos a ver, un podcast no
es un programa de radio en diferido, ni un escuchar después algo emitido. Un
podcast, para que merezca la pena oírlo, tiene que ser algo creado única y
exclusivamente para oírlo en modo podcast. Si lo que os ofrecen es un refrito
de programa de radio, un programa que lo mismo sale en formato podcast, que en
YouTube que en actuaciones en directo…Huid. Eso no es un podcast y no os
enganchará como tal.
Pongamos que ya hemos
encontrado algo que merece la pena oír, o eso parece. Vale pues hay dos tipos
de podcast de no ficción. Lo de investigación y los de conversación.
Los de investigación son los
que te cuentan una historia, con principio y final. Hay muy buenos y quizá es
el mejor ejemplo de lo que es un podcast. Os recomiendo muy vivamente “El
Guerrillero” de Almudena Ariza, “El puzle Voynich”, “El enemigo. El crimen de
la viuda de la CAM”, “Saludos cordiales”… son ejemplos de buenísimos podcast de
investigación.
De los de tipo conversación,
hay dos máximas que se deben respetar. La primera es que un podcast tiene que
tener edición. No es juntarse a hablar dos personas sin guion ni orden (no os imagináis
la de podcast que son eso, chorradas dichas por gente sin vergüenza ni
criterio). Y además hay que tener un argumento que los sustente. A mí de este
tipo la verdad es que hay muy pocos que me enganchen, casi todos son mierdas
con ínfulas de ser un programa de radio. Y menos aún cutre entrevistas hechas
por un inculto a alguien que hace propaganda…La verdad es que ya sólo sigo el
de “Aquí hay dragones” que es un pedazo de podcast donde oyes conversar a gente
muy interesante.
Y llegamos a los podcast de
ficción. Aquí no hay tanto lío, en general están bastante bien hechos. Otra
cosa es que te guste o no el tema. Hay que hacer, eso sí, una distinción. Un
podcast no es un audiolibro. No vale con leer una historia. Hay que
representarla. Si hay tres protas, tienes que tener tres voces diferentes, no
vale diferenciarlos por los nombres como en los libros. Y los efectos de
sonido, hay que modularlos con el diálogo. Un ejemplo de cómo no hacer un
podcast de ficción es Biotopia, imposible de seguir. Si queréis oír dos
buenísimos podcast de ficción os recomiendo “El tigre” y “Titania”. Lo que pasa
es que los podcas de ficción acaban cargándoselos…metiendo temporadas de más.