jueves, 17 de marzo de 2022

Guía completa y definitiva sobre el bienestar animal . Y parte 3

 

Entonces, ¿todo está bien en la forma que tratamos a los animales? ¿podemos mejorar su vida de alguna forma?. Pues sí. Hay cosas que podemos hacer. Muchas. Pero no persiguiendo o intentando conseguir unos determinados “sentimientos” de los animales sino simplemente con un poco de conocimiento y lógica.

Hay que plantearse si los animales prefieren estar solos o en grupo. Hay animales que al juntarse emplean mucho tiempo, energía y violencia en establecer una jerarquía. Seguramente la solución para muchos animales sea tener contacto visual con otros sin que pueda haber contacto físico.

Hay que acostumbrar a los animales a la presencia humana, a la cercanía y el contacto con el ser humano, que la relación con el humano sea algo habitual en su día a día de forma que se asuma sin miedo ni espanto.

Hay que limitar los animales que debemos tener. Hay animales domésticos (perro, gato…) pero hay muchos animales a los que no se debe de intentar tratar como tales. Ni los cerdos minis, ni los conejos, ni las ratas, ni los reptiles deben ser mascotas. Ocurre lo mismo en las granjas. Hay animales que se pueden tener en granja y otros que no.

Dentro de los animales de granja, hay que tener los que sean más adecuados para el hábitat de las granjas, hay que respetar el mínimo consumo de energía para regular temperatura de los hábitats de las granjas. Si no se pueden criar pollos a treinta bajo cero, pues no se crían. Y además hay que ligar las granjas al suelo, criar los animales que soporte la superficie, sin hacer reparto y expansión de purín.

Las superficies de las que deben tener los animales son excesivamente restringidas. Simplemente habría que permitir de forma normal que todos los animales de un alojamiento pudieran realizar a la vez cualquiera de sus actividades normales. Es decir, espacio para que todos puedan comer a la vez, que todos puedan beber a la vez, que todos puedan descansar a la vez. Esta sería la única forma correcta de dimensionar el espacio que necesita un animal. Cuando es libre para elegir la actividad que quiere hacer en cualquier momento.

Los animales de casa, los perros y gatos, debería limitarse mucho quien puede tenerlos. Habría que asegurarse de alguna forma que quien va a tener un animal sabe lo que está haciendo. Un carnet como el de conducir o como el de manipulador de alimentos sería necesario. Aparte de eso, hay que tener en cuenta, antes de tener un animal en casa, cuantas horas de soledad va a tener. El animal ha de evitarse que este sólo en casa. Los perros (y algo también los gatos) tienen ansiedad de separación cada vez que el dueño se va. Tienen una concepción muy pobre del tiempo. Por lo que no son capaces de prever que su dueño vuelve cada vez que se va. Para ellos cada vez que el dueño se va de casa, es para siempre.

Pero también es importante una cosa. En los casos en que haya contacto animal humano, aún cuando el animal tiene que estar acostumbrado a la presencia y al contacto del humano, debe tener clara la jerarquía. El humano siempre ha de ser superior en el orden jerárquico al animal y este tener una relación clara de dependencia con él, por el bien de los dos. Primero porque el hombre tiene que tener garantías acerca de su integridad y segundo porque casi todos los animales necesitan una jerarquía.

¿Con esto serian felices los animales?. Pues no lo sabemos, no sabemos si los animales pueden ser felices o que sentimientos tienen. Lo que podemos garantizar es que así los animales estarán cómodos. Y es todo lo que podemos garantizar.