miércoles, 16 de mayo de 2012

Seguridad ante todo

Llevo tiempo pensando que hay poca seguridad en los aeropuertos. Vale, me explico antes de que me tiréis piedras. Es absurdo que te hagan pasar por un montón de detectores para todo. Sobre todo porque no vale para nada. Pero también es absurdo que vengas de determinados países y ni te miren el equipaje de mano. Ni te pregunten a que coño has ido allí o si te traes algún "recuerdo".
Ahora, ayer descubrí hasta que punto se puede llevar lo de la seguridad.
Nunca había venido al país del pueblo elegido. No me había tocado porque ellos tienen la buena costumbre de viajar por el mundo, y te ahorran el trabajo. Pero me ha tocado venir aquí a lo del pollo frito. Teníamos un compromiso ineludible. Alguien tenía que venir...y me tocó.
L primero es que para venir tienes que tener 2 pasaportes. Si, ya se que esta prohibido tener 2 pasaportes y más de los digitales. Pero cuando eres el Willy Fog del pollo frito, las autoridades hacen la vista gorda y te dan 2 con diferentes números. Porque claro, si intentas entrar aquí con sellos en el pasaporte de Irán, Irak, Emiratos,etc, etc...como que te van a registrar hasta el píloro. Así que tengo un pasaporte para ir a USA y venir a Tierra Santa...y otro para el resto del mundo.
Total que llego a facturar con mi pasaporte limpio de toda sospecha de amistad con los enemigos del pueblo elegido. Con tiempo. Y, cuando va a abrirse el embarque aparecen como una docena de tíos con atriles y se ponen a llamar a la peña.
La gente en excursiones organizadas a visitar los Santos Lugares pasa sin más que las preguntas de rigor: "¿Ha hecho usted su equipaje? ¿lleva bombas?", pero luego estamos los raros. Y ahí es donde los tíos de seguridad se crecen. Ojo tíos de seguridad impecablemente vestidos, con idiomas para hablar lo que sea y súper educados. Pero con mirada de tíos de seguridad, no de seguratas cutres, a ver si me explico.
Delante de mi va un tipo con una excusa más bien endeble: "voy a ver a una amiga española que conocí en sudamérica y está casada con un israelita". El de seguridad le mira, pausa, y pregunta "¿sabe el marido que va usted?"...¡acojonante!.
A todo esto me doy cuenta de que mis coartadas, porque está visto que necesitas más coartadas que motivos, son endebles. Y en eso me llega el turno.
Primera pregunta:"¿A que va a Israel?" me entran ganas de decir que tengo un blog y voy a buscar temas. Pero me parece que igual me deniegan el embarque. Así que sin coñas le cuento lo del pollo frito y tal. El tío me pregunta por un documento que demuestre que soy de la empresa experta en pollo frito.
"¿Una tarjeta de visita?"
"No, las tarjetas de visita son muy fáciles de imprimir...mejor una tarjeta de crédito de la empresa..."
Acojonante. 
No acaba ahí la cosa, me piden documentación de la empresa, papeles que voy a ver con los clientes, algún mail de una empresa de allí confirmando la cita, el billete de tren desde Vetusta...Ojo. No estoy enumerando al azar. Me pidieron todo eso y más. Con buenas formas y añadiendo "si no le importa" pero lo pidieron.
Cuando me fui, una vez autorizado mi embarque, el de al lado estaba llamando al marido de la amiga del otro, a preguntar si sabía de un tipo que iba a visitar a su mujer...
Seguridad, que ni siquiera nos metan unos cuernos...