Aquí estamos. Toca hacer la entrada número 200. Se que a muchas lectoras (y a algún lector) lo que le mola son los 300...pero a mí 200 me impone bastante. Sobre todo porque ayer, pensando en hacer una entrada genial en esta conmemoración, me repase mi blog, me releí por encima muchas de las cosas que he escrito. Y es mucho y mucho tiempo.
Y hay veces que, cuando llevas un buen rato andando, paras un rato y miras hacia atrás, e incluso te fumas un cigarrito, mientras piensas si es ahí a dónde querías llegar o por lo menos estas por dónde querías ir. Y lo miras y dices: "joder, pues he andado un buen trozo". Te vienen las ideas todas seguidas sin orden ni concierto. y recuerdas unas cosas y te olvidas otras.
No se me ha ocurrido nada especial para este post número 200 pero si que quiero contar alguna de las sensaciones o de los sentimientos que me provoca mi blog.
Llevo desde hace cuatro años escribiendo. Y uno sabe como empieza pero poco a poco se va metiendo en faena...y sale por donde puede. Cuando empecé, nunca jamás pensé que saldría mi familia aquí ni remotamente...y han salido. La Parienta, mis hijos...uno se lanza a contar y se pierde...Tampoco pensé que saldrían mis amigos. Y ahora un amigo tiene un blog. Pero que conste que su primera publicación en un blog la hice yo.
Desde que empecé el blog, he "conocido" mucha gente. Ahora hay algunos que echo de menos. Había un tío que hacía unos comentarios muy inteligentes. Un tal Sir Q. Que no se dónde fue a parar. Don Mendo era otro comentarista que desapareció...como la del laberinto que ya no sabemos si escribe o se quedó debajo del agua en una inmersión. Hay veces que me invade un sensación que tuve de joven. Una de mis hermanas me consideró suficientemente mayor para dejarme salir alguna vez con su pandilla. Un día me preguntó que qué me parecían. Muy majos, dije, pero no quiero conocerlos. Son una gente a la que no volveré a tratar y me da pena...algo así pasa con los blogs. Hay gente que está ahí desde el principio (Suso, Pablo Martín...) pero otros aparecieron y desaparecieron. Y lo que es peor. Hay otros que vas perdiendo. Ya no soy capaz de seguir todo el blog de Barbijaputa, lo tenía super controlado y ahora me falta tiempo. Lo mismo con el de Bionica. Se me escapan posts...Me falta tiempo para leer todos los blogs que querría, no comento ni la mitad de lo que me gustaría...Me da rabia, me pasa como con la pandilla de mi hermana, por favor no puedo conocer más gente, porque de repente me asalta la duda de por qué Lola ya no comenta, que habrá sido del marido que estaba en paro a la vez que yo...Uno empieza un blog y deja historias colgadas. Es como la historia interminable. Que esa es otra historia que será contada en otra ocasión...Da vértigo.
Aquí también ha pasado eso. Hay secundarios que en estos cuatro años han evolucionado. Inolvidable Patxi. Una entrada y parecía que ya está...las vueltas de la vida. Patxi hoy es un proveedor de mi actual empresa. Y el día que yo tenga tiempo me va a pagar chuletones hasta que no me quepan más.
Conchi, la que dio nombre a este blog, vuelve a tener curro. Menos mal. Le va bien, afortunadamente le va bien, porque la cosa está chunga. A mi amigo el que la despidió no le he vuelto a llamar. me da palo hablar con él. Hace 4 años, al empezar este blog, no tenía ningún problema en charlar con él. Hoy me da palo. Que cosas. No deja de ser curioso que el tipo por el cual me quede en la calle fuera despedido fulminantemente hace un par de meses. Su plan de liquidar gente resulto que no era buena idea...Tampoco me alegro, pero es un secundario que también es bueno que salga.
Mis amigos saben de mi blog. Aunque pasan mayoritariamente. Pero al empezar, hace 200 entradas, me moría de vergüenza de pensar en que se enteraran. Son vueltas que da el blog. O la vida. porque un día se me ocurrió hacer una entrada de cosas que quería hacer, y va y resulta que en los próximos meses voy a ir a Africa y voy a conducir por una carretera larga en Norteamérica...los blogs, a veces, los carga el diablo. Ahora sólo faltaría que un día en un avión se me sentara al lado una pasajera diferente. Aunque mejor no, me quedaría todo cortado, sin saber que hacer porque en el fondo, por más chorradas que diga, estoy con quien más querría estar.
Y aquí estamos, en 200 post en los que ha habido tiempo de hablar de todo. En que me he quedado alucinado de la cantidad de gente que me lee, que me comenta, que tiene blogs y que en definitiva te hace pensar que no está todo perdido. y que igual un día puedes tomarte una cervecita en un bar y charlar con alguien que sabe algo más que las gilipolleces de la tele y que aprecia y valora un post, que sabe hacer comentarios inteligentes. Y no se, da gustito saberlo. Y da gustito saber que cuando estuve mal me apoyo un montón de peña que no conocía y que se alegró también conmigo.
Y fue una pasada el día que alguien me dedico un post y me regaló una canción.
Ala, se acabó el cigarrito, a pisarlo y a seguir caminando.