Hola:
Te escribo aquí esta carta porque estoy seguro que nunca la leerás. Pero en algún sitio quería decirlo. Si hace cosa de 15 años me dicen que voy a tener algo como este blog y tu no ibas a saberlo me hubiera descojonado de risa del que lo dijera.
Y es que ya te he dado por perdido. los últimos 4 ó 5 años he intentado retomarte, pero ha sido imposible.
Nunca sabré, nunca sabremos lo que ha pasado contigo. Fuiste un niño con una infancia difícil, es verdad, ser de una familia de pasta es lo que tiene. Que a veces la pasta importa más que las personas...Te pegabas 8 meses al año sin ver a tus padres. Eso debe ser duro.
Pero luego, con el tiempo te transformaste en una persona normal. Uno más. Dentro de nuestro grupo de amigos eras uno más. Para todo. Y quizá el que más teníamos en cuenta. Yo personalmente viví de todo contigo. Unas cogorza de impresión, mi primer porro, tu primer morreo, tu primera novia... no se si me he tomado más cafés contigo o con La Parienta.
Eramos amigos, coño, todos eramos amigos.
Un dia te comiste más de 300 Km sólo para charlar conmigo media hora. Nos llamabamos a cualquier hora. Recuerdo perfectamente la mañana del día que empezaste a salir con la que hoy es tu mujer. La vivimos juntos.
Luego te lanzaste al mundo ese de la pasta, a ganar dinero como toda tu familia. Pero seguías siendo una persona normal. Hubo un tiempo en que te llamaban de los bancos para ficharte. Tu te estropeabas de risa y pasabas de ellos. Ganabas más por tu cuenta y vivías a tu manera, sin preocuparte de las apariencias...cuantas veces hemos hablado de los gilipollas de coche guay y traje de chaqueta mientras tu le cambiabas solito las bujías a tu cutre coche de infinitos años...
Después de casarte te fuiste a vivir a otra ciudad. Pero eso no es escusa. May se ha ido mucho más lejos y seguimos en contacto sin problema. Tu no. Tu te fuiste y desapareciste.
Yo seguí viéndote. Aprovechaba cualquier día, daba un rodeo y me plantaba allí. Pero ya no estabas. En tu lugar había un gilipollas de traje y corbata. Me contabas que te ibas a comprar un Mercedes porque el Audi estaba ya muy visto. Yo alucinaba. E intentaba sacarte al amigo que debía de estar debajo de la fachada. Pero no salía.
Has perdido el contacto con todos. Con El chico de la Consuelo, con May...y conmigo. He intentado, lo he intentado de verdad, mantener la relación. El verano pasado les dije a todos: "este vuelve seguro". Pero me equivoqué.
Tienes una hija. No conozco a tu hija y ya va al colegio. Si hace 15 años alguien me dice que ibas a tener una hija y yo no iba a conocerla me parto de risa en su cara. Hace cuatro meses te fui a ver por última vez. "Ven a mi casa" me dijiste. pensé que me presentarías a tu hija, que ya no me ibas a llevar a restaurantes de lujo a hablarme de chorradas de tu curro.
Pero no.
Querías enseñarme tu casa.
Muy chula, es verdad, una casa como no he visto otra. Pero me fui de allí muy triste. Querías enseñarme tu casa y te la sudaba que no conociera a tu hija. Me preguntaste por el hijo de El chico de la Consuelo..."ya tiene dos"... ni eso sabias.
Salí de allí y me hice la promesa de no volver a llamarte. Yo te llamaba cada tres o cuatro meses. Decidí no llamarte nunca más. Hoy me has llamado.
Y he pasado de cogerte el teléfono.
Y eso que, te echo de menos. Pero no a ti. Al que había debajo del gilipollas en que te has convertido.
Adiós.