La
fábrica de sartenes dónde trabajo es como un elefante. Una estructura mastodóntica
con una inercia terrible y en movimiento continuo. El negocio de las sartenes
es así, sota caballo y rey. Tener mucha capacidad de producir y muy barato. Y
entonces hacer grandes cantidades.
Pero
la división del pollo frito somos diferentes. Nosotros no somos tan exactos. No
es hacer sartenes. Es diferente, hay que contar con la temperatura del aceite. El
tipo de pollo…
Pero
intentar decirle al que guía el elefante que se desvíe un poquito del camino
para ver el paisaje es suicida. La inercia es brutal. Intentar mover algo es
horrible.
El
caso es que esa inercia mastodóntica de la fábrica se ha trasladado a todos los
niveles de la empresa. Cualquier cosa que intentas hacer diferente a lo
habitual se convierte en un rosario de explicaciones y consultas que dejan en
pañales la burocracia de cualquier oficina gubernamental.
Así
nos ha pasado con el tema de los teléfonos móviles de la empresa. Los que
tenemos que viajar con frecuencia fuera de Europa, vivíamos en el mundo
Blackberry (Bb). No por nada, pero como Bb dependía de sus propios servidores
(RIM) que iba todo comprimido, llevar una Bb a otro continente con datos
activados y llamadas te podía salir por 50€ al mes, que es un precio muy
moderado.
Pero,
los chicos de RIM, en su afán por hundir la empresa (un día os haré un post
explicando cómo han gestionado Bb para hundirla, un ejemplo de qué no hacer en
una empresa) cerraron sus servidores y mandan el tráfico por los normales. En
resumen, ahora llevar una Bb fuera de Europa viene a costar 200 a 300€ al mes y
un teléfono android con datos unos 900€ al mes.
Como
llevar el correo y el whatsapp en el móvil es una herramienta bastante útil en
el extranjero, hable con varios de los que se dedican a ir por ahí de Willy
Fog, el resultado es que la mejor solución son los móviles con doble tarjeta
SIM, una de aquí y otra de datos del país donde vayas. Te puede salir a unos
20€ al mes como mucho.
Total
que fui al responsable de comprar los teléfonos en la fábrica de sartenes y le
dije: “tío se han muerto las Bb, jubílalas y compra cuatro teléfonos para los
que viajamos con doble SIM”.
Ja.
A
la semana o así, me explica que vale que van a renovar los móviles y que nos
van a dar el modelo cojomovil no se qué, que espera que así este contento. Lo
flipo y me acerco a charlar con él. Le explico lo que os he explicado ahí
arriba, que si es un poco largo, pero se resume en que cuatro móviles de doble
tarjeta le van a ahorrar a la empresa más de 600€ al mes sobre el cojomovil que
quieren ponernos.
Cuando
me explica que los móviles de doble tarjeta esos deben ser muy caros, le enseño
todos los modelos que hay en el mercado por debajo de 200€.
Resumen:
compras 4 móviles por 800€ y le ahorras a la empresa mínimo de 600€/mes.
Amortizada la compra en mes y medio.
Yo
creí que estaba claro.
Pero
el tío está mosqueadisimo porque queremos un móvil diferente al cojomóvil que
han elegido para nuestra “categoría”, se dedica a bombardearme con todos los
correos que le llegan sobre lo bueno que es el cojomóvil. Pasamos cuatro meses
(ojo, 600€ de más al mes…) en que el pringao de los móviles no se mueve. O
cojomovil o al charco….
Harto
de intentar mover el elefante a patadas, encargo a uno de mis compis que compre
los móviles a cargo de la empresa pasando del encargado.
Cuando
vienen a preguntarle por qué, da la explicación oportuna. Como además los móviles
que nos hemos comprado valen bastante menos que los cojomoviles, todo el mundo
lo acepta.
Pero
no acaba ahí. El que tenía que haber comprado los móviles, lleva dos días reunido
con diferentes compañías, para conseguir una mejor tarifa y que sigamos con los
datos y los cojomoviles.
Porque
le pone nervioso la diferencia…