lunes, 18 de enero de 2016

Vueltas de la vida...

Camino hacia casa desde el garaje con La Parienta. Por la calle, tirando a sucia, de mi barrio de Vetusta. Enfrente avanza hacia nosotros una joven con un microperro. Alta y elegante. Lleva todo de marca de las que se notan de lejos. Hasta el abrigo del perro es de marca. Se acerca y entonces la reconozco:
-¡Young Duquesa!
Gonzalo!
Nos damos dos besos, le presento a La Parienta que esta asombrada de que conozca a ese elemento que pega en nuestro barrio como dos pistolas a un Cristo. Hablamos un rato. Young Duquesa le habla muy bien de mi a La Parienta y luego me dice:
-Por cierto, que estuviste jugando al tenis con mi novio en Medellin...
Repaso mis viajes. En uno de ellos coincidía en el gimnasio del hotel con un empresario español.  Típico empresario, forrado tras dos quiebras fraudulentas, divorciado con hijos, vividor... Uno de los días cambiamos la sesión de gimnasio por un partido de tenis. Yo soy un jugador discreto, tirando a bueno. Lo justo para ser un rival digno, no me pudo dar una paliza. Empiezo un interrogatorio con pullas incluidas:
-Young Duquesa, alma cándida, tu vives aquí y tu novio a 300Km, ¿como leches le conociste?
-Pues vinieron unos de Parabumtistan y me ficharon de interprete, tenían que reunirse en la empresa de MI NOVIO, y era fiesta y la empresa era cerrada (su español ha mejorado...poco. Alucino lo que habrá traducido...), y entonces no hay ningún trabajador pero el llama y dice que me recibe con los clientes el. Que es el dueño de la empresa.
-Ya..
-Y entonces, bajo del coche al llegar, le veo y me enamoro
-Claro, claro. - Me dan ganas de decirle que seguro que estaba enamorada antes de salir, seguramente cuando oyó lo de dueño de la empresa... Pero me callo.
-Pues cuando estés con él no uses tacones- le digo con aire de chufla, porque es bajito y ella muy alta.
-Ya le he dicho. Tu sales con rusa de 26 años. Poco comer, no beber, mucho gimnasio.
Pobre hombre, me imagino que ya se debe estar arrepintiendo de la novia que se ha echado, no por los gastos, por su nueva vida. Young Duquesa mira mi incipiente barriga post-navideña:
-Tu también tienes que ir gimnasio...
-Young Duquesa, yo no estoy casado con una rusa cuasi adolescente...
Nos despedimos tras intercambiar los teléfonos. Mira tu, pienso, seguramente ha conseguido lo que quería...