Pues el caso es que andaba yo con ganas de contar cosas de mi nuevo curro, pero me faltaba una metáfora. Ya sabéis, yo antes curraba en una fábrica de sillas, como Molinos ordenando libros de colores. Y no sabía como "camuflar" mi nuevo curro. Y entonces ECDC me dio la metáfora: "di que trabajas en una empresa de hacer pollo frito o algo así" puso en un coment. Se ve que conserva la capacidad metafórica de su época de poeta adolescente, cuando escribía poesía sobre las masturbaciones y los orgasmos...bien ECDC, buena metáfora.
Así que, como tengo metáfora, os puedo contar algo de mi curro.
Trabajo en una empresa de hacer pollo frito. Eso quiere decir que hay ingenieros. Ingenieros de diseñar sartenes, ingenieros para las distintas fuentes de calor e ingenieros para el proceso en si. Estoy rodeado de ingenieros por todas partes menos una, llamada Tito, que me une al lado oscuro...
Trabajar con ingenieros me permite descubrir una nueva especie que yo tenía poco trabajada. No he tenido nunca mucha relación con ingenieros. Los ingenieros eran unos muy raros, que tenían la facultad en el quinto pino y cuyas fiestas era lo que vulgarmente se conoce como "un bosque de pollas". Así que mayormente no los traté.
Pero ahora, al trabajar con ellos, he descubierto que un ingeniero puede ser divertido en tu vida. Salvo uno que quedo tan tocado que a la tercera frase que me dijo me soltó: "yo es que hice la carrera a curso por año...", me quede con ganas de decirle "si. Y si lo recuerdas más de 20 años después es que no te quedaste muy bien de la cabeza..."
Para empezar los ingenieros no trabajan como los demás humanos. O sea, Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descanso ¿no?, bueno pues a partir del octavo los ingenieros se encargan de todo. Porque tu le preguntas al ingeniero que hace y te responderá que él trabaja para que el sol salga por las mañanas, o para que el mundo gire, o para que haya estaciones. Pero vamos, algo básico para la humanidad. Si tu le dices algo así como "bueno tío, haces sartenes para pollo frito. Tampoco es tanto..." se pegará horas e incluso días explicándote como las sartenes de pollo frito son la base de el funcionamiento de la humanidad.
Por si eso fuera poco, profundizas un poco en su curro y le vas preguntando. Que como se hace lo de las sartenes y tal...y el tío empieza a sacarte hojas y hojas de Excel y normas y tratados sobre la fabricación de sartenes y los metales. Y llega el de las fuentes de calor y te saca más hojas y más datos. Y cuando les preguntas: si, eso este muy bien, pero ¿cuanto tiempo dejamos el pollo en el aceite?, te contestan "...pues a ojo, según te lo pida el pollo".
¡A ojo!, ¡con todas sus putas tablas, y lo que más le gusta a un ingeniero es ajustar "a ojo"!. Hay que joderse.
Luego tienen manías. Por ejemplo la calculadora científica. Un trasto horrendo que aprendías a manejar en COU y , afortunadamente, después de un par de años de carrera podías olvidar tranquilamente...Ellos no. Ellos siguen con la calculadora esa enorme. Que no hace nada que no haga el Excel, pero les mola usarla. Y les mola más de repente decirte: que si hombre que son 1200, ya verás usa mi calculadora... y te la pasan para humillarte...
Lo que más triste le pone a un ingeniero es que aprendas algo. Cuando de repente le dices "no, si ya se hacer pollo frito, se calienta el aceite se echa el pollo y se saca a ojo..." el tío se queda tristisimo. Pero yo que soy bueno, para alegrarle le digo "y...¿como se haría sin gravedad?" y el tío se pone a hacer cálculos como loco con su Excel y su calculadora científica...
Todos son intimos de los aparatos electrónicos, a ver quien hace más cosas con su ordenador, o con su teléfono, se pelean para poner el hilo musical...en fin. No se si habéis leído los libros de Dilbert de Scott Adams. Bueno, pues son peores que eso.
Así que, como tengo metáfora, os puedo contar algo de mi curro.
Trabajo en una empresa de hacer pollo frito. Eso quiere decir que hay ingenieros. Ingenieros de diseñar sartenes, ingenieros para las distintas fuentes de calor e ingenieros para el proceso en si. Estoy rodeado de ingenieros por todas partes menos una, llamada Tito, que me une al lado oscuro...
Trabajar con ingenieros me permite descubrir una nueva especie que yo tenía poco trabajada. No he tenido nunca mucha relación con ingenieros. Los ingenieros eran unos muy raros, que tenían la facultad en el quinto pino y cuyas fiestas era lo que vulgarmente se conoce como "un bosque de pollas". Así que mayormente no los traté.
Pero ahora, al trabajar con ellos, he descubierto que un ingeniero puede ser divertido en tu vida. Salvo uno que quedo tan tocado que a la tercera frase que me dijo me soltó: "yo es que hice la carrera a curso por año...", me quede con ganas de decirle "si. Y si lo recuerdas más de 20 años después es que no te quedaste muy bien de la cabeza..."
Para empezar los ingenieros no trabajan como los demás humanos. O sea, Dios hizo el mundo en seis días y al séptimo descanso ¿no?, bueno pues a partir del octavo los ingenieros se encargan de todo. Porque tu le preguntas al ingeniero que hace y te responderá que él trabaja para que el sol salga por las mañanas, o para que el mundo gire, o para que haya estaciones. Pero vamos, algo básico para la humanidad. Si tu le dices algo así como "bueno tío, haces sartenes para pollo frito. Tampoco es tanto..." se pegará horas e incluso días explicándote como las sartenes de pollo frito son la base de el funcionamiento de la humanidad.
Por si eso fuera poco, profundizas un poco en su curro y le vas preguntando. Que como se hace lo de las sartenes y tal...y el tío empieza a sacarte hojas y hojas de Excel y normas y tratados sobre la fabricación de sartenes y los metales. Y llega el de las fuentes de calor y te saca más hojas y más datos. Y cuando les preguntas: si, eso este muy bien, pero ¿cuanto tiempo dejamos el pollo en el aceite?, te contestan "...pues a ojo, según te lo pida el pollo".
¡A ojo!, ¡con todas sus putas tablas, y lo que más le gusta a un ingeniero es ajustar "a ojo"!. Hay que joderse.
Luego tienen manías. Por ejemplo la calculadora científica. Un trasto horrendo que aprendías a manejar en COU y , afortunadamente, después de un par de años de carrera podías olvidar tranquilamente...Ellos no. Ellos siguen con la calculadora esa enorme. Que no hace nada que no haga el Excel, pero les mola usarla. Y les mola más de repente decirte: que si hombre que son 1200, ya verás usa mi calculadora... y te la pasan para humillarte...
Lo que más triste le pone a un ingeniero es que aprendas algo. Cuando de repente le dices "no, si ya se hacer pollo frito, se calienta el aceite se echa el pollo y se saca a ojo..." el tío se queda tristisimo. Pero yo que soy bueno, para alegrarle le digo "y...¿como se haría sin gravedad?" y el tío se pone a hacer cálculos como loco con su Excel y su calculadora científica...
Todos son intimos de los aparatos electrónicos, a ver quien hace más cosas con su ordenador, o con su teléfono, se pelean para poner el hilo musical...en fin. No se si habéis leído los libros de Dilbert de Scott Adams. Bueno, pues son peores que eso.
Pero les voy cogiendo el truco...animalicos.