Hace más de un
siglo que Larra escribió un artículo que se titulaba “Vuelva usted mañana”
donde narraba la lucha de un ciudadano contra la maquinaria de la burocracia de
la Administración. Pero Larra no vivió en este mundo del siglo XXI en el que
todo funciona mucho mejor. Seguramente también la Administración. Por lo menos
con ese pensamiento me encamine hace un par de semanas a resolver un puñado de
gestiones burocráticas que tenía que resolver. Dichas gestiones eran: ponerme
una vacuna exótica, obtener el permiso internacional para conducir y reunirme
en el colegio de mi hijo por un tema de una inspección. Calcule que en con un
día de permiso podría resolverlo todo.
Así que, varios
días antes pedí cita en el médico de la seguridad social. No frecuento la
medicina pública, tenemos una magnifica medicina pública que valora mucho conceptos
como universalidad y gratuidad, como yo valoro mucho más los de comodidad,
intimidad y velocidad, desde pequeñito tengo un seguro médico privado. Favor
que le hago al estado.
Pero el trabajo
de Willy Fog, incluye viajar a países chungos, y entonces tienes que ir al
sistema público que es el que te pone vacunas para enfermedades de países chungos.
Me puse hace meses un lote de ellas (5 vacunas 5) y me avisaron que de una me
tenía que revacunar a los 6 meses. Pedí la receta de esa y me dijeron que no era
necesaria, que tendrían ellos en stock cuando fuera.
Así que pedí
cita, avisando para lo que era, a primera hora de la mañana. Para luego
dedicarme a las otras tareas. Me dieron cita a las 8:40 y allí estaba yo. Sólo.
El médico no estaba.
Llegó a las
8:55. Vamos llegó alguien que no se quien es porque yo tenía cita con el doctor
Juan X y aquello era un tía. Ni se presento, ni explico si ella era Juan…nada.
Me echó la bronca por no tener historial y luego pasamos al tema.
-¿Has traido la
vacuna?
-Pues no, hace
seis meses me dijisteis que la tendríais…
-Vale. Entonces
tienes que esperar a las 9:30
-¿Cómo?
-Si, es que a
esa hora viene la enfermera que es la que sabe donde están las medicinas.
-Mira, no
quiero importunar, pero esto es un centro grande, no un consultorio cutre. Aquí
estáis como 30 médicos y unos 300 pacientes. ¿Me quieres decir que necesitas a
una enfermera en concreto para que busque una vacuna? ¿no puede nadie más?...es
que el panorama de esperar media horita así porque si…
-Vale, voy a ver.
Si eso espera fuera que mientras la pido voy atendiendo más pacientes.
Salí mosqueado,
imaginando lo que iba a pasar…A los cinco minutos sale la médico y me da la
receta: “Toma, acércate a por una farmacia y la traes que te la pongo. Que no
la tenemos”.
Jurando en
hebreo, porque estoy seguro que no la buscó, me acerque a una farmacia. Pero
las farmacias se han trasmutado en centros de petición de medicamentos. No
tienen nada. Así que después de patear cuatro, acabé dejando la puta vacuna
encargada, después de enseñarles la receta. Otro día iría a por ella y luego a
ponérmela… tenía que perder otro día.
(Avance rápido:
al cabo de cuatro días, fui a por la vacuna…pero no me la pudieron dar. La
receta necesitaba el visado del centro de no se que. Algo que debía ignorar la
médico y la farmacéutica el primer día. Así que tengo que ir a que me visen la
receta para que me puedan dar la vacuna y luego pedir cita para que me la
pinchen. Pero si se pasan 10 días antes de que me la visen, que ha de ser en
horario de 8 a 14, he de volver a empezar porque la receta caduca)
Volvemos atrás.
Salí de la farmacia camino a Tráfico, a por
el permiso internacional. Es un permiso que vale para conducir, unos
días, en países de fuera de la Unión Europea. Como voy a volver a USA, me han
dicho que me lo haga, porque en algunos estados lo exigen. Además es bueno
llevarlo para conducir en África.
Voy a Tráfico.
Después de informarme, me coloco en el mostrador oportuno con 9€, una foto y mi
carné de conducir. El simpático funcionario me suelta un papel diciendo “¡La
instancia!”. Le contesto con amabilidad y buena educación:
-Perdone, su
compañero me ha dicho que la instancia es para cuando la vas a solicitar a
nombre de un tercero, de hecho aquí puede ver que pone “en representación de”,
y yo vengo en mi nombre, así que me han dicho que no necesito instancia, que
con la foto, el carné y los 9€…
-¿Me va a decir
a mi como es el procedimiento? ¿a mi?
-No, pero su
compañero me ha dicho…
-¡La instancia!
-Vale miré, ya
la relleno.
Entrego una
instancia donde digo que YO, EN REPRESENACIÓN DE MI MISMO… de locos, pero me
dan el carné internacional.
Salgo hacía la
reunión. Nos han convocado por un tema relacionado con la Inspección de
Enseñanza y el colegio. Yo voy confiado, porque al cuerpo de inspectores de
educación le tengo un especial cariño desde pequeñito. Aumentado pese al hecho
de que nunca en mi vida he visto a un Inspector de Enseñanza en su trabajo. O
sea en un centro donde estuviera yo…
Bueno, divago,
resulta que el colegio concertado de mis hijos, ha tenido a bien subir las tasas
de transporte escolar un 32%. Así, a ver si cuela. El Inspector de Enseñanza,
que ha de aprobar las tarifas, ha dicho que por el forro. Que gran cuerpo el de
los Inspectores.
Pero el gerente
del colegio, que es un genio, propone que los padres que usamos el transporte
hagamos un documento en el que reconocemos que la subida es abusiva, inmoral e
ilegal pero que aceptamos pagarla. Y llevar eso al Inspector y que así se lo
autorice.
Suena una
carcajada atronadora…pero sólo una. La mía. El resto de los padres firma con la
mansedumbre del rebaño…como yo no firmo, el Inspector no puede autorizar la
subida. Tiene que ser unánime….Ja.
Estamos pagando
la subida ilegal, inmoral y abusiva. Con el visto bueno del Inspector.
Realmente Larra era un exagerado, hoy ya no es así la Administración