viernes, 24 de mayo de 2013

Cabezazos contra la pared


 

Aquí un día despotrique contra los funcionarios que me atendieron en una jornada agotadora. Pensaba que eran lo peor. Pero no. Lo que sigue es una historia de terror y como verte porculeado por dos o tres empresas sin derecho al pataleo.

La cosa empieza así: cojo un avión Maputo – Johannesburgo – Londres - Barcelona. Con el agravante de que hasta Johannesburgo era con una compañía aérea (SAA) y a partir de ahí con otra (British).

Pues bien, al llegar a Johhanesburgo, nos plantan un retraso de 12 horas. Bueno, nos dan la cena y un hotel. En ese momento nos ofrecen si queremos nuestras maletas, que nos las pueden dar.

Cojo la mía y me voy al hotel. Al llegar me doy cuenta al abrirla de que faltan cosas: un tablet, la colonia y mis gafas de sol (que son graduadas y de poco le sirven al que las pillara)

Total que me voy al mostrador de SAA, a reclamar y me dicen que tururú, que el responsable es el ultimo en cogerla y que yo voy con British, que les reclame a ellos. Al día siguiente al reclamar a British me dicen que tururú, que reclame en el destino final, no a mitad de trayecto. Que allí me atenderán.

Por si acaso voy a SAA y digo que o me dejan poner una reclamación o llamo a la policía. Me dejan poner una reclamación. Tengo un número de reclamación.

Al llegar al destino final, 28 horas después de lo previsto, me acerco al mostrador de Iberia – British. Allí me informan que como la maleta no se ha roto, que pasan de mí. Que la maleta está bien.

Bueno, me voy a la Guardia Civil del aeropuerto a poner una denuncia por un hurto. Acto seguido hablo con Iberia – British para decirle que tengo una denuncia por hurto sobre una maleta de la que ellos eran depositarios. Que si me admiten la queja y tal. Ahí entran en razón y me la admiten. Tengo otro  número de reclamación.

Como no me fio de las aerolíneas, pongo una reclamación a mi seguro de viaje. Tengo otro número de reclamación.

Supuse que con tres reclamaciones mal se había de dar para que nadie asumiera los gastos de lo que me habían robado…ja.

Empiezan a llegar respuestas de las reclamaciones:

-SAA: La responsabilidad es de British.

-Seguro de viajes: Vale, mande las facturas de todo

-British: no responde

Bueno, me pongo a buscar facturas. Sorprendentemente las encuentro (las de la colonia no). Las mando.

-Seguro de viajes: De acuerdo, nos hacemos cargo pero necesitamos la respuesta de la aerolínea (British)

-British: Sigue sin responder

Llamo a British por teléfono con mi número de reclamación. Me contestan que les mande un fax a ¡¡Alemania!!.

Mando el fax.

Me contestan (por mail) que el numero de reclamación que tengo yo ¡¡¡no existe!!!.Y que entonces ya estoy fuera de plazo

Les digo (via mail) que tengo la reclamación, que la escaneo y les mando una copia.

Me contestan que su sistema de seguridad no les permite recibir archivos por correo electrónico (¿??????!!!!!). Que lo mande por fax a Alemania.

Mientras los de la compañía de seguros que si no hay respuesta no hay indemnización…

Alucinante ¿no?.

Hace tiempo que me siento como el Lopez Vazquez en La Cabina, pero os juro que sigo aunque sólo sea para ver que nuevas excusas se les ocurren.

Así que he mandado el mail a Alemania.

A la vez he puesto una reclamación a Iberia –British de Barcelona porque me han dado un número de reclamación inexistente según la oficina de British.

Luego he puesto otra reclamación por todo el tiempo que me han hecho perder y por no responderme a tiempo.

Se van a enterar de lo que puede hacer uno con tiempo que perder en hoteles. Les voy a bloquear el sistema de quejas. ¡A por ellos!

 

lunes, 20 de mayo de 2013

Sangre no tan azul...


Viajar con la Gran Duquesa se ha convertido en una pesadilla. Es como viajar con un niño pequeño o con un dolor de muelas. Pero no tengo más remedio que aguantarme. Eso sí, a veces me permito pequeñas venganzas. No por nada, sino porque el nivel de  inteligencia de la ameba que me acompaña, da lugar a diálogos como el que sigue:

G.D.:….es cómo lo de los niños robados que sale ahora en España, en mi país ya pasó. A mi abuela sin ir más lejos le cambiaron un niño. Era durante la segunda guerra mundial, y con los desplazamientos y el lío de gente, a mi abuela le dieron un alemán, rubito. Y nosotros somos todos muy morenos, y en el pueblo igual. Y se lo dijo a todo el mundo, que se lo habían cambiado por un alemán y que en Alemania habría un niño moreno…

Yo: Escucha Gran Duquesa, alma cándida…

G.D.: ¿Si?

Yo: ¿Cuántos años tiene tu tío, el alemán, el del cambiazo?

G.D.: 77

Yo: Vale. Pues mira, hace no 77, hace 60 años, en España  se paría en casa. No ya en tu país, que el desarrollo de los hospitales era mucho menor que aquí. La gente paría en casa, con el médico y la comadrona. Así que en tu país, en 1936 seguro que se paria en casa. Por si fuera poco, lamento comentarte, así como de pasada, que en el 36 en tu país no había ni guerra con los alemanes ni movida ninguna…

 

Le dejo un tiempo para que asimile la información

 

G.D.: Pero, pero…

Yo: Pero nada. Tu abuela se beneficio a un alemán, así de claro, y luego contó la milonga que le vino en gana. Pero vamos, que el niño se lo cambiaron… si, 9 meses antes de nacer ya se lo habían cambiado…

 

La Gran Duquesa calla e intenta procesar la información.

Al día siguiente me confesó que no había podido dormir…