No había móviles. Dan ganas de decir que no había móviles ni falta que hacía. Los contestadores automáticos eran una excentricidad y, por supuesto, saber si alguien te había llamado, si tenías alguna “perdida” era imposible. Llamar por teléfono era un paso importante, había que pedir el número, esperar que no te descolgara el familiar borde…y que no te salieran gallos en la voz.
Llevaba dos o tres semanas tonteando con ella en los bares de la zona. Al final no le pedí el número, quede con ella una tarde en la puerta de la Escuela de idiomas. No me acordé que esa tarde no iba a estar en la ciudad, nos íbamos al monte todos los de la clase, no pude ir a la cita…no la volví a ver. ¿Qué hubiera pasado con un móvil?.
Llamar por teléfono era ya el primer paso de una relación, y a veces incluso quedabas para llamar “Te llamo esta tarde” era una especie de contraseña que quería decir que ibas a hablar, más tranquilo, sin nadie que te oyera…
Me había dejado el día de antes y yo estaba sólo en casa. Llame a un amigo para tomar café. Luego me enteré que en ese rato ella había llamado a casa. ¿Cómo habría cambiado nuestra historia si yo hubiera tenido móvil?
Y luego estaba también el agobio de esperar a que te llamaran. ¿Le habrán dado el recado?, ¿se acordará de mi número?, ¿llamar otra vez puede parecer agobiado?...A veces incluso descolgabas el teléfono a ver si es que no tenias línea…
Quede en que la llamaba esa tarde, pero me acojone y no la llamé. Ella esperaba mi llamada y al final, llamó a casa. Yo había salido… Los dos nos hicimos los tontos la siguiente vez que no vimos…hoy se habría resuelto de otra forma…
Todo eso me imagino que hoy soñara a chino. Los chavalotes tienen todos móvil y se pueden llamar en cualquier momento, a cualquier hora. O resolverlo vía mensajitos…Pues la verdad. Ellos se lo pierden. Se pierden la incertidumbre, los nervios, Dire Straits agobiándote, la soledad. Si, ellos se lo pierden.