martes, 3 de diciembre de 2013

Tranqui que yo te ayudo...


Me dejó tirado el coche el otro día. El monovolumen familiar está pidiendo el desguace a gritos. Pero lo exprimimos. A raíz de su última visita al taller, me vi obligado a ir a buscar a mi hijo en el bus urbano. Uso poco el bus, y cuando lo hago suelo ir acompañado de La Parienta que es experta en movilidad urbana.

Total que me acerco a la parada y allí estaba M. M es un amigo de mi hermano, de hace un montón de años. Tenía algún tipo de degeneración que le llevo de ver mal a quedarse ciego.

Así que me acerco y le saludo, intercambiamos gentilezas varias y resulta que vamos a coger el mismo autobús.

-Tu tranquilo M, le digo, que cuando venga yo te aviso y subo contigo, que voy en el mismo que tú.

-Ya, oye y ¿puedo cogerme a tu brazo?

-Hombre claro - le digo porque sé que suele ir cogido del que le acompaña

-Y, una vez cogido de tu brazo ¿puedo recoger el bastón blanco y vamos cogidos así como mariquitas?

-M, si recoges el bastón te empujo a los coches y luego te escupo…Sube que este es nuestro bus.

Subimos. Juro que yo había visto 24 en el cartel y que aquel bus era el 24 cuando yo me subí.

Nos acomodamos, la gente es muy maja y nos dejo sitio, y seguimos charlando. Al poco me di cuenta de que algo no iba bien, esa no era la ruta del bus…

-M, creo que me he equivocado de autobús…

-Ya me he dado cuenta

-¿Cómo que te has dado cuenta?

-Si, no ha girado en donde tenía que girar…- empezó a levantar la voz- si es que claro, no quieres reconocerlo, no ves ¡y así vamos!

-M baja la voz, yo veo perfectamente y la gente nos está mirando…

-¡Que no ves! ¡te intentas convencer de que ves pero no ves!

Claro, esto se lo estaba gritando un tío con el inconfundible bastón blanco a otro que lleva gafas…

La gente se empezó a solidarizar con nosotros, una señora nos indico que nos habíamos subido en el 39, nos acompañó a la puerta,

-Señora que yo veo, es que este es un cachondo….

-Si, si claro, dame la mano hijo que te la pongo en la barra para que te agarres…

Bajamos del bus.

-M no tengo ni puta idea de donde estamos.

-No te preocupes, agárrate a mí que yo te guío… - se empezó a descojonar de risa- Y mientras a ver si tienes huevos de llamar a tu mujer y decirle que te has perdido guiando a un ciego pero que no se  preocupe, que ya te esta guiando él…

No tuve.