Me dejó tirado
el coche el otro día. El monovolumen familiar está pidiendo el desguace a
gritos. Pero lo exprimimos. A raíz de su última visita al taller, me vi
obligado a ir a buscar a mi hijo en el bus urbano. Uso poco el bus, y cuando lo
hago suelo ir acompañado de La Parienta que es experta en movilidad urbana.
Total que me
acerco a la parada y allí estaba M. M es un amigo de mi hermano, de hace un
montón de años. Tenía algún tipo de degeneración que le llevo de ver mal a
quedarse ciego.
Así que me
acerco y le saludo, intercambiamos gentilezas varias y resulta que vamos a
coger el mismo autobús.
-Tu tranquilo
M, le digo, que cuando venga yo te aviso y subo contigo, que voy en el mismo
que tú.
-Ya, oye y ¿puedo
cogerme a tu brazo?
-Hombre claro -
le digo porque sé que suele ir cogido del que le acompaña
-Y, una vez
cogido de tu brazo ¿puedo recoger el bastón blanco y vamos cogidos así como
mariquitas?
-M, si recoges
el bastón te empujo a los coches y luego te escupo…Sube que este es nuestro
bus.
Subimos. Juro
que yo había visto 24 en el cartel y que aquel bus era el 24 cuando yo me subí.
Nos acomodamos,
la gente es muy maja y nos dejo sitio, y seguimos charlando. Al poco me di
cuenta de que algo no iba bien, esa no era la ruta del bus…
-M, creo que me
he equivocado de autobús…
-Ya me he dado
cuenta
-¿Cómo que te
has dado cuenta?
-Si, no ha
girado en donde tenía que girar…- empezó a levantar la voz- si es que claro, no
quieres reconocerlo, no ves ¡y así vamos!
-M baja la voz,
yo veo perfectamente y la gente nos está mirando…
-¡Que no ves! ¡te
intentas convencer de que ves pero no ves!
Claro, esto se
lo estaba gritando un tío con el inconfundible bastón blanco a otro que lleva
gafas…
La gente se
empezó a solidarizar con nosotros, una señora nos indico que nos habíamos subido
en el 39, nos acompañó a la puerta,
-Señora que yo
veo, es que este es un cachondo….
-Si, si claro,
dame la mano hijo que te la pongo en la barra para que te agarres…
Bajamos del
bus.
-M no tengo ni
puta idea de donde estamos.
-No te
preocupes, agárrate a mí que yo te guío… - se empezó a descojonar de risa- Y
mientras a ver si tienes huevos de llamar a tu mujer y decirle que te has perdido
guiando a un ciego pero que no se
preocupe, que ya te esta guiando él…
No
tuve.