Al
final, tu trabajo te gusta y lo haces bien. Y vas adaptándote a tu trabajo, y
de ser un mercenario que trabajas por dinero, pasas a ser un currante. Tampoco
más, no digo que te realices currando ni nada parecido. Es tolerable. Pero si
lo vas haciendo bien, te gusta y a tu jefe le gusta…te proponen un ascenso.
Lo
que pasa es que ese es un sistema perverso. Está mal pensado. ¿Por qué si eres
bueno currando vas a ser buen jefe?. No es lo mismo, no es el mismo puesto ni
las mismas aptitudes. Y te preguntan ¿tu no quieres ascender?. Pues no. No
quiero ascender. Me gusta mi curro y lo hago bien. Mi jefe tiene un curro que
me gusta menos que el mío, y el diferencial de sueldo no me compensa lo que me
aburriría. Si soy bueno en lo mío, págame bien. Pero no me asciendas, igual no
soy bueno en el puesto de mi jefe, porque es muy diferente al mío.
Se
ha metido en la mentalidad de las empresas que el escalafón es un camino sin
fin, siempre aspirando a más. Eso es una trampa. Recientemente se ha jubilado
un compañero que llevaba 23 años en el mismo puesto. Ha visto pasar varios
jefes por encima, le han ofrecido en varias ocasiones ascender, nunca quiso.
Eso es lo ideal, no hay porque subir, no es bueno. Hay que mentalizar a la
gente de que hay que conseguir buenas condiciones, las mejores, para el puesto
que le gusta. Pero no hay que mejorar sólo ascendiendo, eso no tiene sentido.
¿Por qué no pagar mejor a alguien si es bueno en su puesto en vez de ofrecerle
ascender para que gane más?. La gestión de recursos humanos tiene aún mucho que
desarrollar.
Y las empresas tienen que aprender también,
aprender que la antigüedad no sólo puede ser un complemento minúsculo en la
nómina sino que puede llegar a ser un diferencial en el sueldo de alguien.