Pues era el
año, ya lejano, 1986. Y resulta que la buena gente de lo que entonces se
llamaba Mercado Común, había decidido que nos dejaba entrar. Que si pesaos.
Pero a cambio de una serie de condiciones.
Obviamente
nadie puede poner puertas a la industria. No puedes decidir que se produce y
dónde. Pero en el tema de la agricultura puedes hacer algo muy perverso.
Subvencionar. A través de la subvención tú decides que se produce que no en un determinado país. Así que los
listos europeos, miraron el mapa de España y decidieron que:
-Teníamos
buenas condiciones para producir carne de cordero.
-Teníamos una
producción excesiva de cerdo, producíamos un 15% más de lo que comíamos. Eso
limitaba los precios.
-No teníamos condiciones
para producir leche de vaca. Sólo para aproximadamente un 60% de nuestro
consumo. El resto lo tendríamos que importar.
-Producíamos
demasiado cereal.
-Producíamos
aceite de oliva de calidad media baja.
Y oye, con este
sesudo análisis allá por el 86, los políticos y funcionarios europeos se
lanzaron a legislar. Empezaron a dar ayudas al ovino, ayudas a no cultivar,
ayudas, ayudas…
Pero claro, lo
de hacer una cosa de cara al público y otra por detrás, trae consecuencias.
Así, los británicos
empezaron a poner unos requisitos de calidad y seguridad durísimos a la carne
de cordero. ¿Por qué? Porque querían vender aquí el que tenía de excedentes la
commonwealth…
Los franceses y
los de los países bajos, decidieron que para que producir nuestra leche si a
ellos les sobraba. Y presionaron a la industria para que arruinara el precio de
la leche en España.
Los italianos y
algún otro, aprovecharon para importar aceite de oliva de países terceros, para
competir con precio.
Así 27 años
después los resultados de esta política han sido:
-La producción
de carne de cordero ha bajado. En parte por la despoblación rural y, sobre
todo, por la agresiva competencia de países terceros.
-La producción
de cerdo ha pasado a exceder en un 36% el consumo. Esto hunde aún más los
precios.
-La guerra con
la leche ha sido tan dura que hoy ni siquiera podemos producir la cuota que nos
dieron. Aquella que era tan baja que provocó manifestaciones multitudinarias…Hoy
sobra. Nadie quiere producir leche. Lo han hecho un negocio ruinoso.
-Nos faltan muchísimas
toneladas de cereal que importamos cada año de Ucrania, Nueva Zelanda… de donde
sea. No tenemos cereales suficientes.
-El aceite de
oliva ha subido mucho de calidad. Ha sido la única salida que nos ha quedado
para poder competir.
Total que hemos
pasado 27 años invirtiendo recursos con un fin. Y al cabo de los años hemos
visto, no sólo que el fin no se consigue, sino que se agrava el problema. Hemos
gastado muchos millones en remar en dirección equivocada. Y esto ha sido así
lisa y llanamente porque mientras firmaban unos acuerdos delante de la prensa,
los países europeos pata negra (de antes del 86) lo que hacían era velar por
sus intereses individuales.
¿Cuándo pedirán
disculpas los políticos?¿cuándo reconocerán su error los técnicos?.
Y
sobre todo…¿hasta cuándo van a intentar seguir haciéndonos creer que esto es
una Europa unida donde todos somos amiguitos?.