lunes, 24 de junio de 2013

Europa unida


Pues era el año, ya lejano, 1986. Y resulta que la buena gente de lo que entonces se llamaba Mercado Común, había decidido que nos dejaba entrar. Que si pesaos. Pero a cambio de una serie de condiciones.

Obviamente nadie puede poner puertas a la industria. No puedes decidir que se produce y dónde. Pero en el tema de la agricultura puedes hacer algo muy perverso. Subvencionar. A través de la subvención tú decides que se produce  que no en un determinado país. Así que los listos europeos, miraron el mapa de España y decidieron que:

-Teníamos buenas condiciones para producir carne de cordero.

-Teníamos una producción excesiva de cerdo, producíamos un 15% más de lo que comíamos. Eso limitaba los precios.

-No teníamos condiciones para producir leche de vaca. Sólo para aproximadamente un 60% de nuestro consumo. El resto lo tendríamos que importar.

-Producíamos demasiado cereal.

-Producíamos aceite de oliva de calidad media baja.

Y oye, con este sesudo análisis allá por el 86, los políticos y funcionarios europeos se lanzaron a legislar. Empezaron a dar ayudas al ovino, ayudas a no cultivar, ayudas, ayudas…

Pero claro, lo de hacer una cosa de cara al público y otra por detrás, trae consecuencias.

Así, los británicos empezaron a poner unos requisitos de calidad y seguridad durísimos a la carne de cordero. ¿Por qué? Porque querían vender aquí el que tenía de excedentes la commonwealth…

Los franceses y los de los países bajos, decidieron que para que producir nuestra leche si a ellos les sobraba. Y presionaron a la industria para que arruinara el precio de la leche en España.

Los italianos y algún otro, aprovecharon para importar aceite de oliva de países terceros, para competir con precio.

Así 27 años después los resultados de esta política han sido:

-La producción de carne de cordero ha bajado. En parte por la despoblación rural y, sobre todo, por la agresiva competencia de países terceros.

-La producción de cerdo ha pasado a exceder en un 36% el consumo. Esto hunde aún más los precios.

-La guerra con la leche ha sido tan dura que hoy ni siquiera podemos producir la cuota que nos dieron. Aquella que era tan baja que provocó manifestaciones multitudinarias…Hoy sobra. Nadie quiere producir leche. Lo han hecho un negocio ruinoso.

-Nos faltan muchísimas toneladas de cereal que importamos cada año de Ucrania, Nueva Zelanda… de donde sea. No tenemos cereales suficientes.

-El aceite de oliva ha subido mucho de calidad. Ha sido la única salida que nos ha quedado para poder competir.

Total que hemos pasado 27 años invirtiendo recursos con un fin. Y al cabo de los años hemos visto, no sólo que el fin no se consigue, sino que se agrava el problema. Hemos gastado muchos millones en remar en dirección equivocada. Y esto ha sido así lisa y llanamente porque mientras firmaban unos acuerdos delante de la prensa, los países europeos pata negra (de antes del 86) lo que hacían era velar por sus intereses individuales.

¿Cuándo pedirán disculpas los políticos?¿cuándo reconocerán su error los técnicos?.

Y sobre todo…¿hasta cuándo van a intentar seguir haciéndonos creer que esto es una Europa unida donde todos somos amiguitos?.