Supongo que debí pensar antes que irse a Escandinavia en plena ola de frío y en el mes de Febrero no era muy buena idea. Pero claro, cuando estas llegando al checking-point de Mosul, sin visado, esperando que te dejen pasar…cualquier destino parece cojonudo. Así que dije venga vale que voy. A ver los noruegos esos que dice Molinos que son tan guays
Pero eso si, para cambiar, decidí llevar un GPS. Que me echó una cantada Salamadra en un comment por ir por ahí con mapa y sin GPS. Vamos a probar, que no se diga.
(Inciso: mi padre con sus infinitos años y medicamentos no puede ni debe conducir. Le alentamos a que siga teniendo coche en aras a el uso comunitario de sus puntos…Mi padre guarda una relación de amor/odio con una marca de coches. Siempre se compra el mismo…y jura que será el último. Al ir a hacer una revisión, se calentó y compró el modelo nuevo. Alucinados de vender un coche le regalaron el GPS, el manos libres, el seguro…)
Así que cargo el mapa en el GPS. Primer incordio, o llevas Europa norte o Europa sur. Ja, estos no conocen a mi empresa, viajes de norte a sur y de este a oeste…
Recojo el coche de alquiler y me tiro por la carretera adelante guiado por la voz de Carmen. He elegido Carmen porque es como más cálida…no se…la otra opción era Marta y no molaba.
La verdad es que Suecia debe ser muy bonito. Suponiendo que exista un país debajo de la nieve, claro…, vaya manera de nevar. Encima la nieve es un montón de mierda blanca, una guarrada. Todo se te llena de nieve y se moja. Todo patina y resbala. Si, el coche lleva ruedas de nieve. Muy bien. Pero en el hielo se patina igual de bien que con las otras…no existen las ruedas de hielo.
El GPS tiene una gran ventaja. Le puedes insultar y decir de todo sin que se cabree. Y varios inconvenientes. El primero es que no razona. No es capaz de darse cuenta de que te has salido de la carretera a tomar un café, o a poner gasolina y se pone como histérica a gritarte que vuelvas a la ruta.
Los suecos son secos y sosos. Claro que la gastronomía sueca ayuda. La gastronomía sueca consiste en ponerle salsa blanca al pescado y salsa marrón a la carne. Los cocineros de vanguardia innovan y le ponen salsa marrón al pescado… a mi me toco uno que me puso chuletas de cerdo con mayonesa y gambas…Es una mezcla posible, si, lo cual no quiere decir que sea apetecible…
Y la ropa, vaya mezcla de colores…ni con toda la mala suerte del mundo conjuntándose para estropear mi orden, llego yo a llevar esas mezclas…
(Inciso: Queridas suecas, desde el cariño, los suecos son un desastre. Un tío español, le llega su contraria y le dice “estoy con la regla y sin depilar pero me parece que me apetece…” y antes de acabar la frase ya están en faena….Y vosotras, pobres….el despliegue de tiendas de lencería que hay allí indica que algo falla. Si tenéis que comprar toda esa lencería, en tipos y cantidades, es que algo les falla a los suecos.
Y por cierto, desde el cariño ¿eh?, las suecas de más de 50…un poco ligeritas de cascos me parece a mi…¿Por qué?, coño, porque antes los suecos eran altos rubios y de ojos azules. La reserva de la raza aria. Y ahora hay morenos, castaños, bajos, gordos….¿de donde han venido esos genes?...Ahí lo dejo).
El negocio del pollo frito tiene a bien desarrollarse lejos de los grandes núcleos urbanos, o sea, en el campo. Manda cojones que te toque estar en el mes de febrero en el campo sueco. Te llenas de nieve, te jodes de frio. Yo pensaba que los suecos (“noruegos” de los de Molinos) estarían adaptados…por los cojones. Los suecos se joden de frío. Resbalan y se caen en el hielo…se ha hundido un mito.
El GPS tampoco entiende de pollo frito. “El camino seleccionado incluye carreteras sin asfaltar, ¿desea evitar este tipo de carreteras?” pues hombre, mejor si. Pues no se puede ir, el GPS se engloba, no respira y me deja tirado. Pues vaya con el señorito, como si ahora le fuéramos a hacer ascos a caminos de tierra, ¡anda y que no se patina bien en los caminos helados suecos!. Andando por las carreteras, en España, te puedes sentir solo. En Suecia, con las estepas vacías, todo nevado amortiguando los sonidos…se siente la soledad más honda.
Otro incordio del GPS, no se puede buscar un sitio, como en un mapa, y decir “hombre, esto al lado del mar debe ser chulo…voy a ir a ver…”. Pues no, o sabes a dónde vas o nada de veleidades de explorador.
Así que no me ha gustado demasiado lo del GPS.
Ni lo de Suecia.
martes, 21 de febrero de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)