viernes, 17 de junio de 2011

Otra de tías: Los puentes de Madison

Pues esto es que la amiga Maryl Streep (paso de buscar como se escribe) está casada con un tío majo y campechano. Un honrado agricultor con más fanegas de las que puede contar. Y el tío trabaja como un mulo sacando adelante a la familia. Con su curro a cuestas de solo a sol. Y va Maryl y descubre que se aburre. Básicamente se aburre porque no hace nada joder, que todas las mujeres de agricultores tienen sus gallinas, sus cerdos, sus ocas...en fin, algo para pasar el rato. Maryl no, Maryl se aburre, sobre todo porque mientras están las cámaras delante no puede ver culebrones que es a lo que dedica el día. Que yo he estado de amo de casa y se que no cuesta tanto hacer las faenas domésticas...


Así que como Maryl se aburre, puede pasar cualquier cosa. Y pasa Clint. Clint es un perroflauta que lleva todas sus pertenencias en un mochila. Mayormente porque se ha pasado la vida jugando a ser un poli malo y ahora, la edad no perdona, no tiene nada que hacer. Así que el perroflauta pasa por la casa de Maryl y le pide un vaso de agua y le dice "ojos verdes tienes morena".


Y Maryl es tonta. Es tonta porque no se da cuenta que es el mismo rollo que la cigarra y la hormiga. Que su marido curra de sol a sol y el otro es un vivales que se dedica a las fotos. Toma ya, las fotos. Y el Clint, que tiene escuela, le empieza a decir: "no, esto no es un pueblo de mierda, esto es el paraiso, mira que colores, mira que texturas". Y a la otra se le suben los colores y se le reblandecen las texturas. Y babea...Maryl, Maryl...eres boba. Maryl es la tipica que iba a ligar a la facultad de derecho y se fijaba en el niño bien con el cuello del polo levantado. Y no se fijaba en el paliducho, con gafas y algo calvo...y claro, al cabo del tiempo el del polo subido tras cinco años de "esfuerzos" a lo más que había llegado era a pandereta de la tuna y le quedaban procesal, mercantil y algo de civil. Y el otro había sacado notarías.


Y cuando pasan las primeras 36 horas del matrimonio, se apaga la llama de la pasión y empieza el contigo pan y cebolla...pero con una notaría en propiedad mucho mejor.


Pero Maryl, como es tonta, no se da cuenta de que el otro es un perroflauta, y se cree sus cuentos y dice que se va. Y el otro que la ve venir le dice que mira no, que un revolcón si pero de venirte conmigo tururú. que tu familia no se lo merece y tal. Lo que no dice es que al él le va lo de ir por el mundo haciendo el gamba y el "vamos a tomar el sol y luego la luna" pero lo de currar, pagar una hipoteca y educar a los niños no le pone. Que no tienen colores ni texturas. Fíjate.


Y el marido de Maryl que es un bendito, que se emborracha algún sábado, si, pero un bendito; le dice, anda vuelve aquí y apúntate al grupo de macrame de la parroquia que tu es que estás en una edad difícil y a ver si se te van los pájaros de la cabeza.


Y ahí que se queda Maryl porque es tonta y cobardica. Y no se atreve a dejarse arrebatar por la pasión porque en el fondo le molan las sábanas limpias y comer tres veces al día. Pero ahora, de vez en cuando se acuerda de Clint.


Y le suben los colores y se le reblandecen las texturas.