miércoles, 10 de marzo de 2010

Decálogo para distinguir una suegra de una madre de cónyuge

Porque no todas son suegras, eso es una categoría especial. Pero mi suegra se lleva la palma. Para resumir diré que el día que le dije que íbamos a casarnos su hija y yo su respuesta fue: “¿Y usted con que cuenta pollo?”. Así, sin más. Pollo. Que hay que joderse. Desde ese día (antes nos habíamos visto tres o cuatro veces y siempre en actos sociales) mantenemos una guerra soterrada. Ah, y desde ese día me tutea…yo la sigo tratando de usted…Todo esto me da un conocimiento de primera mano del tema que me permite definir estos puntos:
1.-La suegra auténtica hace extravagancias en las comidas: por ejemplo pone el primer plato siempre hondo aunque no sea de cuchara, pone servilletas de colores diferentes según a quien…lo que sea pero que llame la atención en la mesa.
2.-Hace como que trabaja mucho más de lo que trabaja. Por ejemplo va a tu casa y friega dos platos pero se pone delantal, guantes…y se tira así dos horas. Además de que tienes friegaplatos. O se pone a planchar UNA camisa pero pone la mesa de plancha en el salón, en mitad para que la vean todos.
3.-Su hijo (y la niña tan mona con la que se caso) siempre son más que el imbécil ese que le robó a su hija. Se tira una hora explicándote que ahora su hijo es encargado de planta en los grandes almacenes y luego te pregunta: “Y tú ¿qué es eso que eres ahora?”. Y le dices por ejemplo “Ministro” y te soltará: “bueno, tampoco es mal puesto” pero así como con pocas ganas…
4.-Su familia siempre ha sido más, mejor y más veces que la tuya. Da igual si hablas de posesiones, de títulos nobiliarios o de casos de cáncer de próstata. En todo tiene algún pariente que ha tenido más. Cuentes lo que cuentes su familia gana. Como además su familia es infinita, lo mejor es que no cuentes nada.
5.-Siempre va a copiar o imitar cualquier cosa que haga tu madre para demostrar que ella, tu suegra, también sabe. Si tu madre hace un bacalao de puta madre, ella se hartará de ponerte bacalao hasta que digas: “que si, vale que ha ganado” sólo así te dejarás tranquilo…
6.-Le pidas lo que le pidas, al llegar a casa ha sido horrible. “¿Podría quedarse un par de horas con los niños?” y a la vuelta tienes un catálogo de sucesos de temblar, que si tosen, que si vomitan que si se les ve cara de pachuchos…”¿podría subirme una barra de pan cuando venga?” que si es un robo la panadería, que si le han mirado mal, que si le pesa mucho…
7.-Critica todas y cada una de tus decisiones pero sin saber. “¿Qué os habéis comprado ese coche? Pero si es malísimo, claro que yo no sé porque nunca he tenido coche”. “¿Qué vais a llevar a los niños a ese colegio? Pues hay unos problemas…claro que yo no sé porque hace mucho que no estoy en esos temas”…Coño pues si no sabes cállate.
8.-Tu suegra es intocable para dos personas: tu pareja y su consorte. Si criticas a tu suegra delante de su hija estas perdido. Si la criticas delante de su marido estas muerto. Aunque reconozcan que es para matarla, TU no puedes decirlo.
9.-Su opinión triunfará por encima de todo. Por ejemplo te regala juegos de cama de 1,35 y le dices que te vas a poner una cama de 1,50 ó más…se los guarda. Cuando vas a su casa una semanita en verano…descubres que te ha puesto en la habitación un colchón de 1,35…con sus juegos de cama.
10.-Tus hijos no son tus hijos. Son sus nietos.

lunes, 8 de marzo de 2010

Ami/enemigos

La relación con la competencia es uno de los factores que mejor define como está una empresa en el mercado. Desconfío de todas aquellas que no tiene relación con su competencia. No a nivel empresa pero si a nivel de personas. Me explico.
En mi curro, trabajamos en un sector donde somos pocas empresas. En España habrá unas 5 ó 6 y en Europa 15 como mucho. Sería absurdo que cuando me encuentre con alguien de la competencia pasara así, sin mirarle de frente, estúpido ¿no?. Bueno, pues eso empezó a degenerar.
Ahora no sólo nos conocemos, de vez en cuando quedamos a comer todos juntos (los del mismo nivel laboral / salarial de las diferentes empresas), empezamos muy suaves, sin pisarnos y tensos…ahora estamos ya en plan de “nos la suda todo” y como todos estamos de acuerdo en lo imbéciles que son nuestros curros se producen diálogos tipo:
Eh!, habéis empezado a venderle a fulanito
-Si tío, un comercial nuevo que fichamos se metió ahí, siento haberte jodido el cliente
-Si me la trae al pairo, es una carga ese cliente
-Ya te lo dije yo cuando me lo quitaste
-Si no te lo quite, colega fue él que me llamó
-Oye pues si es tan coñazo pásamelo que yo voy mal de ventas este mes
-Hombre, déjamelo un par de meses y si da la lata es tuyo
Entiendo que puede parecer poco serio, pero ¿cómo no vas a llevarte bien con un tío que curra en lo mismo que tu, que tiene los mismos problemas que tú y que, además te vas a encontrar dos o tres veces a la semana?
Y en viajes, porque te vas a una feria a Utrech y ahí están, los de la competencia, o en Asia una vez al año o…en cualquier parte. Te encuentras a un tío de la competencia en un restaurante de Ámsterdam y ¿qué haces?, pues comer con él coño, no vas a pasar como si nada. Cuando vamos con jefes supremos hacemos como que no nos vemos…aunque a veces su jefe supremo lleva un mes comiéndote la oreja para que te vayas a su empresa…
No quiere decir que no hagamos nuestro trabajo. Si hay que joder a uno se le hace. Pero con clase. Y además tenemos muy claro que si vienen mal dadas y hay que salvarse…maricón el último.
Pero esto no impide que mientras tanto, en el viaje, nos tratemos con educación y hasta con cariño. Aunque a los jefes les moleste el trato.
Que lo comentan entre ellos mientras juegan al golf.