sábado, 22 de enero de 2011

Por si hay alguna duda en el aire (y 2ª parte)

En Europa las cosas fueron mal. Es jodido, cuando has producido con un coste de 4 para vender a 10, pasar a producir con un coste de 7 para vender a 9 (porque además habíamos caído en la sobreproducción). Hubo que recurrir a la represión, la cárcel y poner a la opinión pública en contra de los ganaderos. Esos cabrones que usan drogas para enriquecerse y tal.
La verdad es que los ganaderos estaban perdidos, hoy queremos que produzcas mucho y uses esto incluso. Mañana esto se prohibe y tu eres un cabrón envenenador. Hubo de todo, quien se rebeló, quien se sometió...pero bueno. En diez años todos estaban metidos en vereda. El poder político y su rodillo.
En USA todo fue más sencillo. Vamos a investigar un poco. Con eso se llegó a saber que productos se podían usar y cuales no, que dosis y hasta que día ...y con ese pragmatismo tan suyo, siguieron produciendo y ganando pasta. Hasta hoy.
Dos formas, dos maneras.
Lo bueno es que ese tipo de producción que se da en USA nos ha dejado un montón de literatura. Sabemos de todo acerca de todos los productos que se han usado, y allí se siguen usando, en el engorde de ganado.
El clembuterol, por ejemplo. El clembuterol se usaba en rumiantes (terneros y corderos) porque lo metabolizaban de puta madre. Tu le dabas el producto mezclado en el pienso, y el bicho engordaba y no quedaba ni un residuo. Por eso se usaba. PORQUE NO DEJABA RESIDUOS EN CARNE.
Por seguridad se retiraba el hígado del consumo humano. Porque en hígado si que a veces aparecían residuos de clembuterol. Si se te iba la mano con la dosis y tal. Gracias a los investigadores norteamericanos, para darlo como ellos lo dan, legal y con receta, aprendimos mucho. Aprendimos cómo se metaboliza, las dosis...y hasta cuanto puedes usar.
Y luego sale un ciclista en la tele y dice que ha dado positivo a clembuterol por comer un solomillo. Con dos cojones y por culpa de un ganadero. Por Dios, que atrevida es la ignorancia.
Tu puedes hinchar a un ternero con clembuterol. Que en carne no saldrá. Es más, para que salga en carne tendrías que darle unos 2Kg al día (la dosis usual es 125gr en cada tonelada de pienso). Y durante varios días. Eso es darle unos 15000 euros de clembuterol al día. Si se diera ese caso absurdo, eso haría que saliera clembuterol en carne en el ternero, pero no en la sangre del consumidor. Para que saliera en la sangre del que se come un solomillo, aunque fuera una sola molécula, habría que darle al ternero una cantidad ingente de clembuterol.
Tanta que dudo que sea posible.

jueves, 20 de enero de 2011

Por si hay alguna duda en el aire (1ª parte)

Corrían los años 70, faltaba poco para el final de la década. Habíamos pasado la crisis del petróleo y hacía mucho de la última guerra. Tras una época turbia, el mundo occidental levantaba la cabeza. Y tenía hambre.
Que el pueblo pase hambre es una cosa que no gusta a los políticos. Si la gente pasa hambre puede hacer revoluciones, así que mejor que tengan comida. Los políticos, a finales de los 70, buscaban desesperadamente incrementar la producción de proteínas. Para que hubiera para todos. Para todos los de los países ricos, por supuesto.
La forma más rápida de incrementar la producción de proteína pasa por aumentar la producción de carne a través de la ganadería. Eso se puede hacer de varias formas. El problema viene cuando lo quieren para ya. Para ayer concretamente.
Así que se tiró por la calle de en medio. Se autorizo e incluso se promovió el uso de determinadas sustancias que hacían más "atractiva" y rentable la producción de carne. Se autorizo prácticamente todo. Y se fomento. El clembuterol, el dietilestilbestrol...Todo.
Los ganaderos se vieron obligados a forzar la máquina. Les pedían mucha producción y muy rápido. Y si decían que no podían se les señalaba la puerta de la "farmacia". Había que hacerlo, se podía haber hecho de otra forma pero se hizo así.
Luego llegaron los 80. A mediados de los 80 el problema de la proteína animal en el mundo (el mundo con pasta, recordemos), estaba resuelto. Así que había que levantar el pie...Además resulta que el pueblo, ese pueblo ignorante que no entiende los desvelos de los políticos, estaba empezando a nombrar una nueva palabra: calidad.
Aquí hubo dos vías: Europa, esa vieja puta, con todo su morro, le dijo a los ganaderos que se acabó. Que hasta aquí habíamos llegado y que fuera promotores, anabolizantes y similares. En USA se tomó otro camino: visto el efecto que producían y que en algo podían ayudar, se decidió regular y organizar su uso. Dos caminos con dos consecuencias muy diferentes.

martes, 18 de enero de 2011

Con padres como estos...

A muchos lectores inquietó que me relacionara con padres del colegio. Algo que es malo a todas luces. Pero en mi caso tiene explicación.
Mi hijo juega en el equipo de balonmano del cole. No es que me guste mucho teniendo a ECDC como ejemplar representativo de los practicantes de ese deporte, pero bueno. Es una excusa para llevarlo al partido el sábado y así, después de dejarlo, me atizo un almuerzo como un general. Porque paso de verlo como de ver cualquier otro deporte.
Y resulta que parece que el equipo es bueno. Y el entrenador decide que como han ganado no se qué, les llevará a un torneo por el norte. Pues bueno, pues vale. El tío propone que vayamos a un albergue, barato, los niños todos a una habitación y los padres que fueran a otra.
No parece mal plan, dos noches, no sale muy caro...en fin que se trata de que se diviertan. de que estén juntos y se lo pasen bien. Vamos, un premio para chavales de 10 años.
Bueno, pues esto que parece tan sencillo, como hay padres gilipollas, no lo es tanto. Os explico. Hubo quien dijo que iba toda la familia y querían ir a un hotel. Y a un hotel bueno. Hubo quien dijo que alquilar un autobús. Contando como mucho juntar a 25 personas, calcular a que precio el autobús...Vamos que se fueron planteando opciones cada una más absurda que la anterior.
Pero lo alucinante no es que las opciones fueran absurdas. Es que las gente las planteaba de forma democrática y participativa. A saber: "O vamos a un hotel o nuestro hijo no va". "Si no vamos en autobús nosotros no vamos y nuestro hijo tampoco". Acojonante. O sea, la peña exige condiciones. Que yo entiendo que te pueda apetecer más una forma de viajar que otra, un sitio que otro... Pero vivir en sociedad o participar de algo en un grupo o lo que sea no es "o se hace lo que yo quiero o no juego".
¿Como coño estáis educando a vuestros hijos?
Total que como al final se hizo sin aguantar las imposiciones de nadie, fueron sólo 7 niños. El resto (hasta 14 ó así) encontraron excusas para no ir. Parte porque "no respetamos" sus ideas del viaje y parte para no violentarse con los otros.
Así que los que sí fuimos decidimos hacer una cena para celebrarlo. Que somos normales y que nuestros hijos (hijos de padres normales) lo pasaron genial. Y nosotros con ellos.