jueves, 16 de mayo de 2013

Adiós, Sir Flashman, adiós

Recuerdo perfectamente como conocí a Sir Harry Flashman. Estaba con un colega, una noche, en un pub de Salamanca. Era el año 2003. Y hablando de libros, porque extrañamente era un colega al que le apasionaba leer, me dijo que me leyera "Harry Flashman, un espía al servicio de su majestad". Para entender algo, dijo, de lo que pasa en la zona de Afganistán.
Lo encontré, mejor dicho lo descubrí, en una biblioteca donde fui a buscarlo con el título apuntado en un posavasos. Lo leí y alucine.
No se si lo conocéis. Flashman es un traidor, cobarde, rastrero...participa en violaciones, robos, partidas amañadas...Pero Harry acaba sus días como general condecorado de su Graciosa Majestad. Mientras llega a eso Harry se va moviendo por todo el Imperio británico, un Imperio que se está desmoronando. Y así, vas viviendo, como si fueran los Episodios Nacionales de Galdós, todas los grandes acontecimientos del inicio del fin del Imperio Británico.
pero no de la mano de un héroe. De la mano de un embaucador y un tramposo. Al que de propia maldad le acabas cogiendo cariño. Porque nunca muestra un ápice de dignidad, pero a la vez demuestra la incompetencia y estupidez de quien le manda.
El autor es un militar, un genio que recrea los acontecimientos con una minuciosidad alucinante. Por si eso fuera poco, introduce a Flashman en mitad de hechos históricos perfectamente documentados y haciéndote dudar incluso que no existiera.
Y además, intentar leerlo es la mayor aventura que hay. Es una colección que se agotó hace años, yo conseguí tres en una biblioteca, otro se lo robé a un conocido, los iba buscando compulsivamente. En bibliotecas, colecciones, internet... Y leyéndolos en desorden. Encontraba uno y me lo tragaba, lo situaba con los anteriores...y seguía buscando
Y en este viaje, después de 10 años de perseguirnos y encontrarnos, de buscar, leer rebuscar y releer, me he acabado los 13 tomos.
Menos uno, que renuncio a seguir buscando. El propio Flashman cuenta sus memorias en desorden, y se publicaron en desorden. Se más o menos lo que pasó en el libro que me falta. Y ya no lo necesito.
Pero estos diez años de cacería y aventura han sido geniales.  
Y así me despido de él.
P.D.: Y por favor, que nadie me diga que están en formato digital. Así no tendría ninguna gracia...