Entro en casa. Me voy a la habitación a dejar la maleta. La coloco sobre la cama y respiro. Abro el armario y miro mis camisas. A veces, La Parienta, en momentos de bajón me dice: “cuando no estés voy a abrir el armario y te cambiare el orden de las camisas”. Lo hace para fastidiar, se que no me lo haría nunca, pero las reviso. Parecen guardar el orden del día que me fui…
Me vuelvo y entonces lo veo. Mi montón de papeles no está en su sitio. Lo han cambiado. Respiro hondo, no me dejo llevar por el pánico. Lo veo dentro de una carpeta y lo saco y lo pongo en su sitio. Me tranquilizo algo.
Pero entonces voy a la cocina…¡Oh!. ¡Mi vaso!, mi vaso de beber agua lo han mezclado con el resto de vasos…no lo han dejado en su sitio especial, ¡oh!. Resisto las ganas de golpearme en la cabeza, cojo el vaso y lo restauro a su sitio. Aprovecho y repaso, alguien ha guardado las sartenes en un orden diferente al suyo. Las pongo en orden, tienen un orden. De paso compruebo que la asistenta ha guardado la olla Express en el sitio de la olla grande y a la inversa. Deshago el desastre que amenaza con romper la armonía familiar y sigo revisando. Empiezo a respirar agitado. Procuro tranquilizarme.
Los platos están fuera de sitio, los pongo en su sitio, los llanos al fondo, luego los de cocinar, luego los hondos…El friega platos está a medio poner. Y han puesto vasos en el lado derecho antes de llenar el izquierdo…voy rehaciendo, recomponiendo y ordenando. Canturreo bajito y mantengo la respiración, me muevo acompañando el ritmo. Todo es bueno para no dejarse arrastrar…No tengo que golpearme...
Dejo mi libro de leer en el sitio del libro de leer y quito lo que había. Compruebo que mis calzoncillos y calcetines están en el orden que les toca. La mesilla de noche en su controlado desorden.
Y entonces es cuando respiro tranquilo de verdad. Ya estoy en casa.
Menos mal que soy un tío normal y nada maniático.
Me vuelvo y entonces lo veo. Mi montón de papeles no está en su sitio. Lo han cambiado. Respiro hondo, no me dejo llevar por el pánico. Lo veo dentro de una carpeta y lo saco y lo pongo en su sitio. Me tranquilizo algo.
Pero entonces voy a la cocina…¡Oh!. ¡Mi vaso!, mi vaso de beber agua lo han mezclado con el resto de vasos…no lo han dejado en su sitio especial, ¡oh!. Resisto las ganas de golpearme en la cabeza, cojo el vaso y lo restauro a su sitio. Aprovecho y repaso, alguien ha guardado las sartenes en un orden diferente al suyo. Las pongo en orden, tienen un orden. De paso compruebo que la asistenta ha guardado la olla Express en el sitio de la olla grande y a la inversa. Deshago el desastre que amenaza con romper la armonía familiar y sigo revisando. Empiezo a respirar agitado. Procuro tranquilizarme.
Los platos están fuera de sitio, los pongo en su sitio, los llanos al fondo, luego los de cocinar, luego los hondos…El friega platos está a medio poner. Y han puesto vasos en el lado derecho antes de llenar el izquierdo…voy rehaciendo, recomponiendo y ordenando. Canturreo bajito y mantengo la respiración, me muevo acompañando el ritmo. Todo es bueno para no dejarse arrastrar…No tengo que golpearme...
Dejo mi libro de leer en el sitio del libro de leer y quito lo que había. Compruebo que mis calzoncillos y calcetines están en el orden que les toca. La mesilla de noche en su controlado desorden.
Y entonces es cuando respiro tranquilo de verdad. Ya estoy en casa.
Menos mal que soy un tío normal y nada maniático.
Menos mal, sí....
ResponderEliminarUf!! Lo del vaso ha sido terrorífico. Santa Parienta.
ResponderEliminarcomo todo tio que se precie tienes tu toc particular disfrazado de " asi estan mejor".
ResponderEliminarCon la edad irás a peor...
Un pregunta..¿ Quien podria tener interés en tocar tus calzoncillos???
Como vieras mis cajones te iba a dar un ataque ...
ResponderEliminarEl caos está en mi casa. No me vendría mal un maniático que me lo ordenara de vez en cuando, no
mmm, haría un experimento con un marido "normal" de esos :) o se ordenaba la casa o el caos curaba tu normalidad >:p
ResponderEliminarpero si al llegar de viaje pones tu maleta sucísima de ir por toda clase de lugares guarros encima de cualquier cama, en un par de minutos estamos divorciados, que lo sepas.
Eres un tio normal y nada maniático, solo dile a la asistenta que limpie pero que deje las cosas donde las encuentra...o un día enseñale tu lo que no puede tocar.
ResponderEliminarCompruebo que lo de tener un vaso para el agua en la cocina apartado del resto y siempre en el mismo lugar no es una manía solo tuya....es de mucha gente.
Besi
...esos pequeños detalles que te hacen tan feliz... jajaja la pariente debe ser una santa.
ResponderEliminarTe entiendo totalmente. Si las cosas tienen su sitio, por qué intentan cambiárselo?!
ResponderEliminarMenudo trajín te llevas para "estar en casa" ¿eh?
ResponderEliminarUn beso y bienvenido ;)
Yo no digo nada que ya conté las mías por ahí peroooooo.... Joooder
ResponderEliminarManiatico?... para nada! jejeje
ResponderEliminarManiático no se pero que parece que sufres de un trastorno obsesivo compulsivo un poquito...
ResponderEliminarSí, es verdad, menos mal...
ResponderEliminarBendita mujer esa que tienes majo.
ResponderEliminarGonzalo, me estás dando mucho miedito, muuuuucho....
ResponderEliminarCielos. No te imaginaba yo con TOC, Gonzalo. Hasta ahora sonabas bastante equilibrado...
ResponderEliminarHum....¿Mejor imposible es peli de tías?
ResponderEliminarPodrías destriparla....
Lo mejor de todo es que según entras por la puerta ya estás buscando todos esos detalles que rompen la armonía de tu hogar, no es que lo vayas viendo y lo cambies, es que lo buscas. Conmigo no tendrías nada que hacer, ya te habrías muerto de un infarto.
ResponderEliminarSanta parienta.
jooder, me has recordado a otra peli de tías: durmiendo con su enemigo (bueno, de tías y mala a rabiar, dicho sea de paso)
ResponderEliminar¡Oh, si, claro!, las siete y cuarto; entro a mi habitación y compruebo los calcetines: si, seguro, los calcetines: ¡claro! tres montones de tres calcetines cada uno. Oh, si, seguro: los calcetines doblados por el talón, si, por el talón. Si, seguro, siempre con el talón a la izquierda. Oh, si, claro. mmmm... si, Gonzalo, si, ahora estoy bien, si. Seguro. Claro. Si.
ResponderEliminarCooooño,y ¿has sido así siempre o fue a raiz de estar de "marujo" cuando el parón?.
ResponderEliminarOye, que reconocerlo es el primer paso.
Madre Mía...con la normalidad...
ResponderEliminarSí me parecen manías. A mí la verdad me la sopla bastante como estén las cosas por la casa, siempre que esté todo limpio y haya un orden razonable.
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