En estos días inciertos en que vivir es un arte...decía la canción. Y algo así está pasando hoy en los curros de mucha gente. Comíamos el otro día cuatro casi-amigos. Yo recién llegado a mi trabajo nuevo, otro con un ERE encima, otro acojonado del dinero que se pierde en el suyo...Y coincidimos en que ha florecido una nueva especie en casi todas las empresas. El capullo.
No es tiempo de que se aprovechen los empresarios, o quizá si pero como siempre. Es más tiempo de esos jefecillos o mandos intermedios que se creen a salvo de todo y parte sustancial del negocio. Y entonces utilizan la situación actual para amedrentar y abusar de la gente. Hace poco, un representante del comité de empresa de una compañía donde trabaja un amiguete entro a la oficina diciendo: "os voy a alegrar el día...tenemos trabajo". No se puede hacer eso. No se puede aprovechar la situación actual para pedirle a la gente que renuncie a su baja de paternidad, o para poner cursos de "formación" (que consisten en que la empresa saque pasta de la tripartita) de seis horitas y fuera de las horas de trabajo. Ah, y obligatorios...
Pero hay mucho capullo, mucho mindundi que disfruta teniendo a la gente acojonada, diciéndole que mira que hay veinte esperando en la puerta a ver si te vas, que oye tal y como está la cosa...son amargados, ineptos que recurren a eso para poder sentir poder.
No hay sindicatos, no hay representantes del comité, no hay...nadie. Nadie que se moleste en decirle al trabajador que el tiene sus obligaciones si, pero también sus derechos y que un buen descanso y una buena vida social son ahora más necesarios que nunca.
¿De que han servido tantos años de lucha sindical?, de nada. De paniaguados que cuando se han dado cuenta de que verdes las han segado, se han ido por la puerta de atrás. Y ahora que la cosa es seria, que a todos los niveles laborales ruedan cabezas y rodarán más, nadie aporta cordura ni lógica. Es un tiempo de capullos.
Y cuando cambien las cosas, si cambian, serán los primeros en atacar al empresario cabrón. Entonces si serán valientes.
si yo te contará....
ResponderEliminarPues sí, pero creo que son los mismos capullos de antes, que ahora están floreciendo...
ResponderEliminarMi maridin es miembro de su comite de empresa y en la última huelga general, un compañero se quiso pedir el día de la huelga de los de asuntos propios. Todavía me estoy riendo...
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ResponderEliminarQué razón tienes Gonzalo... y es que no hay que dejar amedrentarse aun a riesgo de quedarte sin trabajo. Si, estoy loca, pero soy asi...me refiero, que si uno se deja, acaba trabajando con las mismas condiciones que hace siglo y pico...y con su "aguantar" va dilatando todo lo conseguido para los trabajadores y sus derechos, que tantos palos, sudores, desgracias, y mal vivir ha causado a muchos anteriormente.
ResponderEliminarConseguir derechos para los trabajadores creo que es una de las cosas que más dificil es de conseguir y más fácil de perder; deberiamos todos tenerlo grabado en nuestras cabezas antes de dejar que un capullo de jefe o empresario con su sonrisa nos sugiera hacer cosas que no tenemos que hacer, trabajar más de lo que pone en nuestros contratos, o vejarnos porque puede y cree tenernos agarrados de los huevos.
A mi no me despidieron.
Eso si...a la explotadora mal educada de mi jefa.. se la llevó el reguero que deje y a ella, que se creía intocable, la acabaron despidiendo poco después.
Perdoname a mi tambien por el desahogo ;) besis!!
Cómo te entiendo, sobre todo porque trabajo en una empresa con algunos miles de empleados y que curiosamente no tiene comité de empresa o está encerrado en un zulo o algo parecido, porque imagino que de alguna manera se deberá fingir que la ley se cumple. En la que un día te cierran el acceso al ordenador a la vez que te llaman por teléfono y en una hora estás en la calle como si nunca hubieras existido. En la que a modo de encuesta te preguntan tu disponibilidad para que te trasladen a la chimbamba sin contarte más contrapartida que la de meter tus cosas en una caja e irte a casa. Y lo más acojonante es que todos callamos como si fuera normal, acojonaditos por no ser los siguientes en salir por la puerta, totalmente indefensos.
ResponderEliminarHoy voy a hacer de abogado del diablo. Este tema me recuerda a una anecdota que me contaron que ocurrió en los años 60 con unos emigrantes de mi pueblo que fueron a Suiza a trabajar.
ResponderEliminarEl trabajo consistia en abrir zanjas con pico y pala. En esas estaban todos con la espalda doblada y uno de ellos que conozco personalmente, es y era muy vago, y daba con el pico que apenas rozaba la tierra. El encargado que lo ve y ya lo tenía frito, le quita el pico y en su lengua y por señas le dice: asi no (dando con el pico muy poco, como estaba haciendo nuestro protagonista) asi si(dando grandes cabotazos).
Mi paisano, muy serio, le dice en español al encargado (que no entendía nuestro idioma):- Hijo de la gran puta, si tu sabes hacerlo tan bien ¿por que no lo haces tu con los "Guevos"?.
Las carcajadas del resto de mis paisanos todavia retumban en la lejanía.
Pues eso os digo yo:
¿Porque en lugar de tanto criticar al empresario no os haceis vosotros empresarios?.
Un saludo Ricardo L.
Ricardo, porque hacerse empresario, requiere dinero y una inversión...algo que mucha gente no se puede permitir.
ResponderEliminarPor otro lado para ser hijo de puta no hace falta ser empresario y al revés.
Te aseguro que si yo fuera empresaria, la escala de prioridades no vendría solo en euros.
Odio a los que haceis de abogados del diablo...no porque no sea útil...sino porque me haceis hablar más cuando menos me apetece..jajajaja.
Completamente de acuerdo. Cuando trabajaba en las "páginas amarillas", los jefes eran así y todavía no había llegado esta crisis, pero había otra "amenaza" que no puedo decir, porque descubriría demasiado,... En fín, hasta el delegado sindical era así...total, que pasó lo que tuvo que pasar, que al sindicalista le hicieron jefe, yo me marché de allí...y a día de hoy, en las "páginas amarillas", las cosas rayan el acoso laboral con jefes llamando a los que están de baja (por cierto, muchos por depresión)para ver qué tal van de lo suyo...delirante...
ResponderEliminarEs como en las películas, el malo es malo, pero el que no se puede soportar es a ese "capullo" que le hace de ayudante.
ResponderEliminarUn saludo
Otra casualidad de la vida.. a que Gonzalo y yo "pispa" trabajamos en la misma empresa… que te juegas? ;-)
ResponderEliminarEsta crisis es como una guerra, que saca lo peor de las personas. Pero también lo mejor, también lo mejor.
ResponderEliminarHoy he escuchado en un programa de economia que durante los años 1996 al 2004 los beneficios empresariales medios fueron de un 73% mientras que los sueldos aumentaban un 3.5% de media...GUAU...SERÁ VERDAD ?
ResponderEliminarcaracola