lunes, 19 de abril de 2010

Silbar en el oído

La expresión la acuño mi primer jefe. Yo era un mísero becario con un contrato de prácticas y me ofrecieron irme a otra empresa. Así que se lo dije: “Me pagas una mierda, llevo aquí un año y ahora tengo más valor en el mercado. Me tienes que subir el sueldo”. “Te están silbando en el oído” me dijo. Me subió el sueldo y seguí allí un año más…
Desde entonces ha pasado tiempo y varias empresas, pero periódicamente se repite, te llaman de otra empresa, de la competencia o de otro sector…te silban en el oído. Y te prometen maravillas. Con el tiempo descubrí que lo de pedir aumentos no es efectivo. O te vas o te quedas pero lo de negociar sienta mal.
Pero he descubierto algo más.
Kierkegaard, el padre del existencialismo, dijo que la angustia nacía del ejercicio de la libertad. Tienes que tomar una decisión y eso genera angustia…y eso es exactamente lo que ocurre.
Porque nadie tiene ninguna garantía. Ni que te vas a un sitio mejor, porque generalmente te vas de una “empresa imbécil” a otra, ni que quedarte valga la pena.
La antigüedad en una empresa es un valor que cotiza a la baja. Despedir a un tío pagándole 45 días/año trabajado (que es lo que cuesta un despido “por mis cojones” en España) es caro…para una tienda que tiene dos dependientes. Pero para cualquier multinacional un poco grande, el despido es de risa. Si la empresa factura dos o tres millones de euros al mes ¿qué puede suponer pagar a un tío 100000€ para largarlo? pues nada. Yo he conocido multinacionales que incluso pagaban 65 días/año para tapar bocas. Total, ni se notaba en la cuenta de resultados.
Y no nos engañemos, con 40 tacos y 100000€ te tienes que buscar otro curro. No te da para retirarte.
Así que lo único que hacen es crearte angustia. Hay ratos en que piensas “me voy, a la mierda con todo” y ratos en los que te dices “qué coño, si aquí donde estoy me valoran”. Por otra parte he conocido a muchos “yo en mi empresa soy intocable” que estaban en la cola del paro…Vuelves a empezar.
Sólo te queda la angustia. Saber que hagas lo que hagas te equivocas. Si te quedas por lo que desaprovechas y si te vas por lo que pierdes…
Lo único importante, lo que vale de verdad, es quedarte con tu hija en casa, porque esta malita y hacer un pastel con ella. Eso es lo que da sentido a todo. Y lo que te mueve y te rescata de tu angustia.
Me están silbando en el oído…

11 comentarios:

  1. primer!!

    A mi no me han silbado nunca en el oido asi que me temo que no puedo ayudarte pero en plan egoista por mi parte te digo que valores si en el otro curro vas a poder seguir con el blog...si la respuesta es no, no te cambies ni de coña.

    He dicho.

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  2. Dicen que de imprescindibles están los cementerios llenos.
    No sé que decirte ante el que te estén silbando al oído, quizás lo mejor... es que hagas lo que más te apetezca, total, el futuro siempre es una incógnita.

    Besossssssssss

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  3. Para los obsesivos rumiantes (hice bien? debería haber hecho lo otro?) como yo a ratos es terrible. Cuando te lanzas al agua, los síntomas de impostor(a) son más agudos, pero se acaban marchando. Lo importante es si aprendes algo en esa nueva piscina. Si es que sí, igual vale la pena.

    Ah, y las empresas, además de imbéciles, son, como te dije, psicopáticas (Joel Bakan).

    De qué era el pastel?

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  4. Chico viveiro tanto tu, como una asesora de mi departamento siempre habeis sido mis lideres en eso de "echarle guebos a la cosa" y largaros de los sitios.
    Os vais u os echan, revolcón por el suelo. Os levantais os limpiais el polvo de los hombros y ale a seguir caminando. Nuevo trabajito y pa lante...
    Yo he estado en los ultimos cuatro años dos veces con el boli en la mano para poder firmar y largarme, ,buena oferta,mejor dinero y todo...pero aun así, a última hora me invento una escusa que no me creo ni yo y a acumular telarañas.

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  5. Si te lo estás pensando mucho quizás no hay tantas ventajas en el cambio, aunque siempre desconfiamos si es algo demasiado bueno, pero si te apetece, porqué no? Aunque partiendo de la base de que tengo aversión al riesgo, se me ocurre que un empleo seguro en algo que dominas y donde eres el sheriff, te aplaca bastante las ganas de andar probando aquí y allá, y la hipoteca, los niños, el cambio en si, y lo comodo que se está uno ahora... buff pedazo encrucijada, pero ya pasaste por muchas, así que esta no va a ser distinta aunque igual la definitiva, ánimo!

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  6. Tienes razón. Hoy he dejado a mi hija en casa con fiebre; pero, acabo de decidirlo: mañana me quedo con ella!!!

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  7. Hagas lo que hagas lo importante es que una vez hecho no le des al ¿y si...?

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  8. A veces me pregunto qué narices hago pasando casi todo mi tiempo trabajando (y leyendo blog), dándolo todo por una empresa tan idiota ó mas que la tuya, invirtiendo parte de mi vida en ella y perdiéndome lo más importante, mi niño.
    Una vez dije se acabó, me bajo del carro en marcha, lo dejé todo para estar con él y fué una época tranquila y maravillosa, luego volví a la vorágine y a veces me arrepiento enormemente, pero es lo que mejor sé hacer.
    La vida es complicada a veces.

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  9. Di:
    Un vaso de harina, otro de azucar, otro de aceite, levadura y cuatro huevos. Una hora en el horno a 180º
    Si le pones chocolate de chocolate, si le pones yogur de yogur, si le pones fresas y nata...

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  10. Gonzalo: ese rescate de la angustia supongo que hará que el silbido suene casi tan apetecible como tu receta del pastel, un bizcocho cuatro cuartos de toda la vida, una apuesta segura. No obstante, comprueba primero si el que te ofrecen es de chocolate, yogur, limón o nueces, porque más importante que cómo sepa ahora va a ser como lo digieras después. Pero no dejes que mi desencanto por mis propios cantos de sirena te salpique el buen gusto. Lo que hayas de hacer, lo harás ¡Sea pues! (Buenos días por cierto)

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  11. Me he sentido megaidentificadadelamuerte con este post. Y eso que no me han silbado al oído, pero las opciones las tienes cada día.

    Y tienes razón, lo importante, es lo importante. Vivan los pasteles, los paseos y los mimitos,

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