No tenía que contarlo. Ya lo digo desde el principio. Siempre que lo cuento acabo con que no me cree nadie. Pero yo soy un difusor convencido de la verdad de los hechos que sucedieron. Y como tal los difundo.
Mi primo y yo vivimos un fenómeno paranormal. Nadie se lo cree. Pero fue verdad.
El caso es que en un verano en el profundo noroeste, volvíamos a la inmensa casa familiar. Una casa vieja y por tanto ruidosa.
Nosotros teníamos unos 20 años. Volvíamos a altas horas de la madrugada. Si, habíamos bebido y habíamos fumado. Si. Pero lo sabíamos. Sabíamos en que estado íbamos, por experiencia, y por eso tomamos precauciones. Es decir, íbamos cocidos, pero como lo sabíamos ya tuvimos cuidado. Por eso ese factor es desdeñable.
Así que cuando algún alma cándida (que no recordamos) nos dejo en la carretera a la altura de nuestra casa, nos tomamos muy en serio no hacer ruido. Entramos por la puerta de los coches, no por la del jardín que tiene un chillido peculiar que avisa de que viene alguien. Tuvimos cuidado y entramos por la puerta de los coches. Una vez que abrimos (y cerramos) el portón de entrada, nos hicimos una composición de lugar.
Tenemos que subir dos pisos, descansillo y primero y descansillo y segundo. Ahí está nuestro cuarto. Cuidado en el primero que hay un montón de familia durmiendo (familia de la que no ve bien que llegues cocido a las tantas mayormente...). Subiendo por una escalera de madera que gime, gruñe y hace todo tipo de ruidos.
Así que mi primo y yo subimos muy despacio. Pisando sólo el extremo de los peldaños. Primer descansillo, bien. Primer piso, aquí silencio. Segundo descansillo...mira, se ve la puerta de nuestro cuarto. Una tirada más de escaleras...y aparecimos de nuevo en el primer piso.
Al darnos cuenta un sudor frío nos lleno el cuerpo y nos asustamos mucho. Mi primo, a la sazón estudiante de Fisica con muy buenas notas, me empezó a explicar "Eh, que hemos atravesado un agujero...no se si espacio temporal o sólo espacial...pero íbamos arriba... y hemos acabado abajo!!!"
Yo estaba muy asustado: "No subo, tío, no subo. Ahí pasa algo. No se que pasa pero no subo. Yo duermo aquí"
"Que no, que igual hemos cambiado de día, de año...o de época...Hay que pasarlo otra vez..."
En medio de esa discusión, que tenía lugar en la puerta del dormitorio de unos tíos míos, muy respetables profesionales del derecho los dos, se abrió la puerta y salio mi tía.
Igual no era el mejor momento, pero mi primo le dijo "Tía que bien, estas igual, no estas mas jóven ni más vieja...el agujero es sólo espacial..."
Mi tía empezó a lanzarnos una bronca en un susurro gritado, poniendo una cara amenazante que hizo que mi primo y yo saliéramos propulsados hacía el piso superior, incluso atravesando el previamente existente agujero espacio temporal y llegáramos rápidamente a nuestro cuarto.
Al día siguiente, en el desayuno comunitario (las 20 ó 30 personas que estábamos en la casa, acabábamos todas juntas, desde las que desayunaban a las 8 hasta los que llegábamos a medio día...) hubo una bronca choteo generalizado.
Pero nosotros explicamos el fenómeno muy dignos. Y nadie nos creyó. Pero nosotros sabemos lo que pasó.
Yo viví un fenómeno paranormal.
Juas, juas, juas, juas....
ResponderEliminarEstoy viendo la cara de la tía que susurra gritado...
Te creo porque lo vi: yo estaba allí, al otro lado del espejo.
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