miércoles, 30 de octubre de 2019

La moda de mierda de la mochila




Siempre quise ser mujer por el tema del bolso. Me encantaría llevar bolso. El bolso en el caso de los hombres no está bien resuelto. Resulta que todos son una especie de carteras con correa fina, que se clava, se mueve y queda mal. Además están hechas en un largo que si te lo pones en diagonal, te queda a una altura entre el sobaco y la lorza de la barriga que da un poco de aspecto raro. No hay bolsos chulos de hombre.

Las mujeres tienen a su disposición todo un mundo de bolsos de todos los colores y formas. Y los saben llevar y los combinan. Salvo Molinos que se los compra neutros y los lleva hasta que se mueren.

Me horroriza ir con los bolsillos llenos. Y aún en invierno tiene un pase, pero en verano es matador. Yo habitualmente llevo: pañuelo (de tela, por supuesto), tabaco y mechero, dos móviles, llaves de casa y de algún coche (además a veces las del garaje y las de casa de mi madre o de mis suegros), gafas de sol, el libro electrónico…Si además estoy currando tengo que llevar la agenda, boli, a veces el ordenador portátil…un sindios.

Normalmente para currar llevaba maletín. Pero el maletín es un poco cantoso. Luego descubrí las bolsas. Un hibrido entre bolso y maletín con correa ancha y capacidad suficiente. Me hice fan de la bolsa y la llevaba a todas partes. Cuando curraba. Si no, canta mucho.

Pero de repente, un iluminado, puso de moda las mochilas. Mochilas como las de los escolares, para llevar a la espalda. Y todo el mundo se puso a llevar mochila. Sobre todo en los curros. Y en mi curro nos regalaron una mochila corporativa muy guay. Que hay que llevarla para quedar bien.

La mochila es un invento horrible. Lo peor es que es grande. Así que metes un montón de cosas, y aquello es un pozo sin fondo y cada vez metes más cosas. En las bolsas mantienes un cierto orden, para que no abulte demasiado y quede estilosa. En cambio, la puta mochila, como ya es un bulto, tiendes a llenarla.

Y pesa.

Tengo una contractura de llevar la puta mochila.

Además, la bolsa, en el coche, la puedes colgar graciosamente en el respaldo del asiento del acompañante. La mochila no. La mochila es un bulto tremendo que se mueve y se cae la pongas como la pongas. Y como llevas semejante aparato, estás obligado a llevar encima el ordenador, el cargador del ordenador, el cargador del móvil, la carpeta de no se que proyecto, el cuaderno donde anotaste cualquier cosa…y todo el rato la gente te puede dar de todo para que te lo metas en la mochila….

Y todos llevamos la misma, con lo que además tienes que ponerte algo para distinguirla. Llevamos unos accesorios que van de lo ridículo a lo estúpido. Yo creo que somos todos gilipollas.
Me estoy planteando seriamente volver al maletín, al rígido con piel con relieve y cierres con combinación. Ya puestos, hasta el fondo.

4 comentarios:

  1. Muy fan de los bolsos, tengo de todos los tamaños, texturas y colores pero con los años voy usando solo los pequeños en los que quepa lo imprescindible porque, no exagero, mis bolso llegaron a pesar veinte kilos antes de la era digital...ahí lo dejo.
    Hazte con una mochila pequeña, bonita y cómoda y como todo el mundo sabe, no se cuelgan en la espalda salvo que vayas a subir una montaña, se cuelgan de un hombro y con los años ...minimizarás.

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  2. Pues no le cuento cómo las sufrimos los usuarios del transporte público...

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  3. No te creas que el bolso soluciona todo. un saludo

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  4. me acabo de comprar un bolso para el portátil, megasuperfashion, para no ir con la puñetera mochilita de turno.

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