Nuestra cuadrilla de amigos es aficionada a la cerveza. Podemos discrepar en los tragos largos, pero la cerveza es una religión a la que adoramos todos (salvo el amigo abstemio que curiosamente se llama JB). Dentro de los amigos, hay de Pilsen, hay de Pale Ale...pero sobre todo somos muy de vasos grandes. Bastante grandes.
Este verano, nuestro amigo M me mandó un artículo de un periódico local donde avisaban de la apertura de dos nuevas cervecerías. Con barriles de muchos tipos y con buena pinta. Se llamaban, pongamos: La calle de la cerveza y La cerveza feliz.
M y yo estábamos solos y decidimos ir a explorar para luego contar al resto del grupo. Elegimos empezar por "La calle de la cerveza". Se lo comentamos al resto y nos llego un mensaje de ECDC:
"En vez de La calle de la cerveza, teníais que ir a La cerveza feliz, yo en mi trabajo de abnegado asesor, les he ayudado y asesorado para montar el negocio, son unos tíos super profesionales, yo les explique un montón de cosas, lo han hecho muy bien y bla, bla..."
No le hicimos ni puto caso. Nos fuimos a "La calle de la cerveza" y lo pasamos de puta madre. La cerveza buenísima, muchos tipos de cerveza, algo de acompañar...genial.
Avisamos al resto y quedamos otra vez. ECDC no podía venir, pero mando un mensaje: "En vez de La calle de la cerveza, teníais que ir a La cerveza feliz, yo en mi trabajo de abnegado asesor, les he ayudado y asesorado para montar el negocio, son unos tíos super profesionales, yo les explique un montón de cosas, lo han hecho muy bien y bla, bla..."
No le hicimos ni puto caso otra vez y volvió a ser una experiencia cervecil cojonuda.
Ayer quedamos y venía ECDC. Se empeño en llevarnos a "La cerveza feliz", entramos y aquello era un desastre, cerveza mala, caliente y mal servida en un local feo. La verdad es que ECDC estaba extrañado, no le sonaba nadie del bar y vio varias cosas raras en el funcionamiento, estaba apesadumbrado.
Nos fuimos en cuanto pudimos, camino a "La calle de la cerveza", choteandonos de ECDC y la mierda de negocio que había asesorado. Llegamos a "La calle de la cerveza" con ECDC y al entrar...fanfarrias, trompetas, sacan la alfombra roja. Los dueños se acercan a agradecer a ECDC su trabajo de asesoría, como les había enseñado el concepto de "ticket-tipo"(o algo así), lo bueno que era para asesorarles en el negocio...
Incluso como se había implicado para elegir el nombre del local...
¡Uys!...la edad que no perdona...
ResponderEliminarSniffffffff es el cuarentismo que me se come!!
ResponderEliminarAl menos conservo mi prestigio puesto en peligro como erudito de los negocios de cerveza!!
Ticket medio hermano ticket medio!!
jajajaja, estaba viendo venir este desenlace!!! ;p Si es que el día que no la líe ECDC...
ResponderEliminarjajajaja MUY FAN
ResponderEliminarHola Gonzalo,
ResponderEliminarHace mucho que no me pasaba por aquí. Por circunstancias de la vida laboral, me he acordado de que "los consultores llaman los viernes" y me he acordado también de que había una vez, hace cinco o seis años, un blog muy bueno que se llamaba así. Lo he vuelto a encontrar (te he vuelto a encontrar) y he comprobado con placer a) que los consultores siguen llamando los viernes, o sea, que el blog sigue vivo y b) que el blog era tan bueno como yo recordaba. Un saludo desde Viena, Paco PS: Me tengo que poner al día de estos años.
Doy fe del "astuto" asesor, y también de que quedó como un marqués con sus asesorados. Vamos que ahora le ponen alfombra roja y fanfarrias si aparece por la puerta- El artista emigrante
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