martes, 14 de diciembre de 2010

Alguien ya no está

Hace años, bastantes años, yo trabajaba en otra ciudad. Caí allí de casualidad, sin tener muy claro el tema. Y acabé disfrutando de uno de los ambientes laborales (y humanos) mejores de toda mi vida. Eramos un grupo de gente muy joven, con ganas, y creamos un buen ambiente increíble. Organizábamos cenas, comidas, encuentros...íbamos a bodas y bautizos en equipo. No eramos amigos pero si que nos llevábamos genial. Era normal que cualquiera te invitara a su casa, desde allí llamábamos a otro...nos llevábamos bien.
El tiempo y las multinacionales insaciables se cargaron aquello. Nos dispersamos o nos dispersaron. Pero de vez en cuando alguno nos veíamos, muy de vez en cuando. Y siempre decíamos "teníamos que hacer una cena de los de entonces" y nunca la hacíamos.
Yo me fui, los que se quedaron allí tampoco es que siguieran mucho en contacto. Tu te vas y piensas que ellos van a seguir igual, pero no. Es como decía Julia, la de "Verano azul", que se van a Madrid y allí dejan de verse...
Alguna noticia iba teniendo. Que este se casaba (y no pude ir a la boda), que el otro tuvo un hijo, que otra se fue a otra ciudad...
Hace poco me encontré a dos. El primero fue Q. El tío que tiene la casa más bonita del mundo, se la hizo en lo alto de un monte, espectacular. Hablamos y le dije lo de siempre "A ver si hacemos una cena de todos".
"Gonzalo, ya no estamos todos. Antonio murió en primavera"
A. era una mole de humanidad, volcado en su familia, con una vida complicada...no pude ir a su boda. Estaba lejano como para darme pena, pero me ha dado rabia no haber tenido esa cena.
Luego, días después me encontré a R. En el concesionario de Harley, se iba a compra una. Su mujer ya no se acordaba de mi. Charlamos y me dijo: "ya no podremos hacer aquella cena...". No le conteste. R. era muy amigo de Antonio.
No se muy bien lo que quería contar al escribir este post. Hay gente que vas dejando en el camino y con la que no puedes mantener el contacto. Que te cuesta o que no surge. Que igual le pones un sms en Navidad y que te propones verlos año tras año. Y de repente ya no están, y te entran unas ganas enormes de que no vuelva a pasar y empezar a llamar a todos los demás. Pero no puede ser. Hay gente que pasa por tu vida y se va. Y tiene que ser así, aunque valgan, mucho, la pena. No puede ser de otra forma.
Pero aún no he borrado el número de Antonio de la agenda del móvil.

11 comentarios:

  1. A mí me falta F. y me siento incapaz de ir a ninguna reunión de ex-alumnos. Ir sin él sería raro........y doloroso.

    ResponderEliminar
  2. Queremos ir reuniendo todas las cosas buenas en la vida en una cajita pero eso es imposible.
    En realidad esas amistades (como algunas experiencias, algunas cosas materiales, o incluso algunos paisajes) es mejor que se queden como están.
    Tal vez, sin la separación, el grupo se hubiese podrido solo. Nadie lo sabe.
    Yo disfruto con el recuerdo, no me da pena que se hubiese terminado, me alegra haberlo vivido. Y con eso me quedo.
    Ahora tengo otras cosas nuevas, ni mejores ni peores, diferentes.

    ResponderEliminar
  3. Yo sigo teniendo a Belén como amiga en facebook.

    ResponderEliminar
  4. Yo, los guardo dentro. Y a veces quieren salir, pero no están, porque ya sólo están dentro. Pero se quedarán conmigo. Dentro.

    ResponderEliminar
  5. Hola Gonzalo:

    Lo que pasa es que vivimos como si no solo nosotros fueramos inmortales, sino como si la gente que conocemos fuera a serlo también. Por otra parte, también es difícil dotar de intensidad y de calidad a todas las relaciones de nuestra vida y tener presente que, algún día, nos iremos, es tremendamente agotador ("al sol y a la muerte no se los puede mirar de frente"). Consuélate pensando que mientras A. estuvo cerca de ti, tuviste con él la mejor relación posible.

    abrazos

    ResponderEliminar
  6. Gonzalo, me has emocionado profundamente.
    Así es la vida, como una corriente que nos va uniendo y separando casualmente.

    ResponderEliminar
  7. Es una pena... que la gente se vaya quedando en el camino, digo... y a veces no sería difícil evitarlo, no sería difícil mantener el contacto... pero no lo hacemos. No sé por qué. Sólo sé que es una verdadera pena.

    ResponderEliminar
  8. No voy a tocar el tema central.

    Solo vengo a decirte que cuando dejas un mugido, eres un cabronazo con pintas.

    ResponderEliminar
  9. ¡Hombre Nan! si no te había reconocido. Como ahora vas travestido de tarada mojigata y frustrada....

    ResponderEliminar
  10. Bueno, pero hay que reconocer que el travestido me sienta estupendo y realza mi figura (por desgracia ya no muy estilizada).

    ResponderEliminar
  11. Oye acabas de llamar cabrón con pintas a un anónimo. ¿Es un insulto que usas mucho o lo has hecho queriendo decir algo...?

    ResponderEliminar