Me llama E. Hace unos años trabajaba conmigo, pasamos muchas horas juntos entonces y tenemos mucha confianza. Nos contamos de todo en aquella época y eso deja poso:
-¡Gonzalo!, cómo estas...
-Dormido, coño, que son las 7 de la mañana y no tengo que currar...
-Ya por eso te llamo. Mira tengo un problema. Hoy es mi aniversario y, todos los años, le mando un ramo a mi mujer con una poesia...
-Pedazo de hortera, colega, no sabía eso de ti...
-Ya, era un secreto. Pero es que estoy de viaje, por el curro, y se me ha olvidado
-Pues esta noche no pillas...
-Mira, escuchame, vas a una floristeria y le encargas un ramo pero para entregar hoy. Tiene que ser hoy. Y en la tarjeta pones...(aqui me recita unos versos super cursis).
No se porque me dejé embarcar, yo que en mi vida he regalado flores a nadie. No me gustan y me da corte. A partes iguales.
Allá que voy con mi hija de la mano a la floristeria del barrio. La de la tienda me conoce de vista. Y a mi mujer y sabe dónde vivo. Me debe considerar una persona respetable, vamos. Hasta hoy.
-Mira quiero que mandeis un ramo a esta dirección. Pero tiene que ser hoy.
-No hay problema es aqui al lado. ¿Ponemos algo en la tarjeta?
-Si...(aqui recito los versos cursis)
-Vale, te dejo la tarjeta y ponlo
-No, no, ponlo tú que a mi igual me conoce la letra
-¿Y?
-Es que es la mujer de un amigo...
-¿Eh?
-No, es que mi amigo está de viaje.
Joder. Quién pidio explicaciones...
Joder, eso es lo que se llama cubrirse de gloria.
ResponderEliminarAl menos las escogerías bonitas, no?
Un saludo.
Si no cuentas los versos...la anécdota queda pobre....
ResponderEliminaranda..venga.
¿y por que no las encargo el por internet? con lo facilito que es.
ResponderEliminarAhora solo te falta esperar a ver cuanto tarda tu mujer en enterarse por alguien bienintencionado de que mandas flores a otras. Yo creo que en menos de una semana ya se lo ha contado alguna vecina, con cara de "pobrecita, la cornuda siempre es la última en enterarse".
Muy mal Gonzalo, a tu amigo le has salvado el culo pero os convertireis en la comidilla del barrio.
Ainssss si es que algunos parecen nuevos.
Claro, cuenta los versos...
ResponderEliminarEnrróllate, vaaa...
Yo me hubiera ido a una floristería más lejana, donde no me conociera nadie!
ResponderEliminarEstá bien comprar en la tienda del barrio, que hay que mantenerla para tener siempre servicios a mano... Pero, en este caso concreto, ¿no hubiese sido mejor una floristería a cinco o seis paradas de autobús??????
ResponderEliminarFirmo también, junto con Molinos y Rosa, la petición popular para que nos cuentes los versos.
Hola Gonzalo!yo pasaba por aquí..y me voy a quedar que eres auténtico contando tus cosas!!ahh y comparto la opinión de algunos comentaristas, cuéntanos que ponia la tarjeta!!jaja, llego nueva y pidiendo..te seguiré, bss
ResponderEliminarY lo peor no es que seas un adúltero, lo peor es que llevas a tu hija a perpetrar el cortejo...
ResponderEliminarYa sólo falta que nos digas que las flores las escogió la niña...
Para la próxima ya sabes: en boca cerrada no entra mosca.
Es tan surrealista que la de la floristería seguro que se lo ha creído.
ResponderEliminarPero por si acaso coméntaselo a tu mujer por si tu hija se va de la lengua, que si tienes que contarlo después igual sí que no cuela.
Doy por hecho que tu mujer ya lo sabe, peor hubiera sido que te hubiera pedido que los versos fueran tuyos, porque los que llaman a las siete de la mañana para semejantes favores ya no se cortan, me consta.
ResponderEliminarMe ha recordado al sucedido que, cuentan, sucedió en un supermercado...
ResponderEliminarUn tipo está en la fila del supermercado, cuando una joven rubia de buen ver le saluda agitando la mano, y le sonríe
El tipo mira hacia los lados, hasta que se convence que va por él.
Decidido, deja la fila y se acerca a la chica. Decidido le
dice:
-Disculpe... ¿nos conocemos?
Ella le responde con una sonrisa encantadora:
-Pues... tal vez yo esté equivocada, pero me parece que usted es el
padre de uno de mis niños.
El tipo se queda boquiabierto, mientras su memoria trabaja gran
velocidad, intentando recordar los detalles de la única vez que le
fue infiel a su esposa. Extrañado le dice:
-¡Ohh! no me diga que usted es aquella stripper que en la despedida
de soltero de mi amigo, yo me la comí encima de la mesa de billar, en medio de aquella tremenda orgía completamente borracho, mientras una de sus amigas me flagelaba comiéndome los testículos y metiéndome un pepino por el culo.
-Bueno... no exactamente, responde ella visiblemente avergonzada.Yo
soy la nueva profesora de su hijo..
Qué cosas te pasan. chico.
ResponderEliminarAlguien te debe un favor muy grande.
Los versos eran:
ResponderEliminar"Amor que vino fresco
a la sombra de un ciprés"
Así que con poesías a la mujer de un amigo,¿eh? Es buenísimo y surrealista. Eso sí, pónganos la poesía, por favor. Será una bujarrada de aúpa.
ResponderEliminarTú como agente secreto no tienes precio, ¿eh? XD
ResponderEliminarEres la monda :D
ResponderEliminarjajajajajjjajajajaja lo que no te pase a ti...
ResponderEliminarYo no es por meter mal... pero un tipo que trabajó contigo hace años, de repente te llama a las 7 de la mañana,te susurra una poesía a la oreja,te dice que le compres flores a su mujer... se olvida de interflora... yo hubiera apostado a que la intención es que se las llevaras en persona a su mujer...
ResponderEliminarSuso genial...