Así que estaba yo con "aquello" tremendamente ilusionado. Pero, por si acaso, llame otra vez a mi médico.
-Hola, has hecho de mi un hombre nuevo. Y no te imaginas hasta que punto lo de hombre
-Aaaaah, si, ya. Pero eso se pasa.
-Si, con la edad, pero mientras tanto me has abierto un mundo de posibilidades...
-No, no. No me refiero a la edad. Me refiero a que se pasa con la medicación. Es un efecto secundario que te desaparecerá a acabar el tratamiento.
-Ya ¿y cuantos años dices que lo voy a tomar?
-No, cuatro o cinco meses. Por cierto tengo una mala noticia...
-¿Cual?
-Verás, al aparecerte ese efecto, como eso te va a durar el tiempo del tratamiento....la piel se va a distender...
-¿Y?
-Pues que luego habrá que resumirla...
-¿Que coño es eso?
-Mayormente, que cuando vuelva a su tamaño normal, hay que operarte para quitarte un montón de piel que sobrará de cuando era descomunal...
-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!
-No duele tanto...
Bueno, dolió una semana mientras se formaba la cicatriz. A cambio tuve una visión de mi que muy pocos hombres tuvieron. Además pude oír a la enfermera que me iba a depilar, ya en la mesa de operaciones, un "¡Ahí va que grande!" que ciertamente nunca antes había oído...
Y me quedo una cicatriz ahí.
Bueno, y el que tuvo retuvo...
"a acabar" NO
ResponderEliminar" al acabar"..Si.
Ay..que gusto las viejas costumbres...
Fijate, que yo, con el tema de las ovejas y las cabras, llegué a pensar que la cicatriz venía de que alguna de ellas, resentida por lo de las gotas en los ojos, te hubiese dado un bocao.
ResponderEliminarY al final, ha quedado todo en algo así como una simple fimosis longitudinal (me acabo de inventar el palabro, pero imagino que la costura será de arriba a abajo, porque si aquello era tan exagerado como dices debía sobrar tanto pellejo como para hacerte unos zapatos y una mochila...).
"Erase un hombre a un falo pegado
ResponderEliminarErase una verga superlativa
Tamanio pollon, pollon tan bravo
Que en la pelvis de Priapo fuera delito"
Hoy estoy poeta.hugs.
PS: y fue bonito mientras duro...
O sea, ¿¿¿que te dió para forrar algun libro de texto???? ¡Que barbaridad! Lo que se aprende....
ResponderEliminarMarta
Cuando decías que te gusta contar "bien y con detalle" las historias lo decías en serio, ¿eh? El momento estornudo-de cabra-en la cara hasta lo he visualizado. Espero impaciente la historia de las patatas fritas.
ResponderEliminarLo mejor lo del estornudo de la cabra....
ResponderEliminarQué horror, qué dolor. Esta noche no duermo dándole vueltas.
ResponderEliminarY tres partes de historia sólo para poder presumir 'el que tuvo retuvo'. Como sois.
ResponderEliminar¿Esto es entropia????
ResponderEliminarTodo esto para que te hicieran un lifting en salva sea la parte. ¿Y la cicatriz molesta cuando va a cambiar el tiempo?
ResponderEliminarPeque, más bien le molesta cuando cambia él de temperatura mental.
ResponderEliminarY a nadie se le ha ocurrido comercializar la medicación esa como, digamos, solución longitudinal? Se haría de oro.
ResponderEliminarTochi
Tu gozo en un pozo con la operación Nabal del JFK. ¿Guardas el prepucio?, a lo mejor un día te canonizan y eso es una reliquia que vale su peso en oro.
ResponderEliminarPodías haberte hecho una foto de "aquello" y colgarla en el blog, como diciendo así fue mientras duró, jaja; o un "antes" y "después"...
ResponderEliminarIgual a tu mujer hasta le hacía gracia.
Muy buena la historia, sí.
¿Y porqué contarla en tres partes?¿Para darle emoción?
ResponderEliminarManda güevos que siendo veterinario tuvieras santa paciencia con el médico de familia.