martes, 28 de diciembre de 2010

El tiempo, que todo lo cura

Al hilo de haber descubierto que Di no tenía un pasado oscuro, sino más bien un poco así como beige que queda monísimo, me ha dado por pensar en lo que eran los niños pijos de nuestra juventud más tierna.
Fue un concepto que nunca tuve demasiado claro. Y eso que frecuentábamos ambientes que eran templos del pijerio. Pero uno, que tiene una vida muy amplia, con el tiempo descubrió que, en el fondo, las normas y los códigos existían en todos los ambientes. Es decir que podían ponerte verde por llevar unos castellanos como calzado habitual. Pero los que lo hacían no dejaban de remarcar otros códigos y, muchas veces, otras marcas.
En el fondo todo eran tribus.
De repente a un grupo le daba por levar la camiseta de manga corta, con lemas progretas baratos, por encima de una de manga larga. Y eso era tan sagrado como llevar un jersey de rombos de Privata.
Pero había presuntos pijos que eran gente que valía un montón, que tenia inquietudes...y había presuntos "progres" o "alternativos" o lo que fuera, que no eran más que aborregados de uniforme.
Los hippies de Woodstock pasaron a ser los grandes magnates de Wall Street. Igual le ha pasado a todo el mundo. Recuerdo una compañera de la facultad, escandalizada permanentemente por los castellanos con borlas de un amiguete mío. Hoy ella, con todos sus ideales y su "cultureta" de progresía trabaja de Product Manager en una super multinacional estadounidense...
Eran poses. Todo eran poses. Deseos adolescentes de sentirse integrado en un ambiente. En cualquiera, en el que te tocara. El tiempo sólo ha dejado dos diferencias: los ricos y los currantes. Los que eran hijos de papá y tienen la vida resuelta, y los que nos tenemos que ganar la hipoteca con el curro. Pero no nos equivoquemos, que no todos los niños bien hijos de papá militaban en el pijerio. Ni de lejos. Hubo un pueblo okupado (así con k) en el Pirineo que ibas a verlo y daba vértigo. Allí todos llevaban rastas y hacían vida de comuna...pero ninguno llevaba un coche de más de tres años y casi todos alemanes buenos.
Con el paso del tiempo, los que nunca nos identificamos especialmente con nadie, nos reímos. Pero, a veces, cuando te encuentras en el gimnasio a un progreta de la época, que ha dejado su todo terreno en segunda fila y además le viene a buscar el del banco para tomar café, te dan ganas de darle un capón y decirle "lo ves, capullo, ves como eras un pringado..."

jueves, 23 de diciembre de 2010

D. Mariano "in memoriam"

Hace poco, ECDC cito en su blog a un profesor nuestro. D. Mariano. Un día gris e insulso, como hoy, aunque no recuerdo que día era, ECDC me llamó para decirme que se había muerto D. Mariano y que era su entierro. Recuerdo perfectamente en que carretera estaba. Di la vuelta en redondo y mientras iba al cementerio, me sobraba tiempo, paré a llorar. Cogí el cuaderno que llevaba (que llevo) siempre encima y escribí lo que sigue.
Hoy, en estas fechas me ha parecido buena idea publicarlo aquí. Igual consigo transmitiros algo de como era nuestro profesor:
Un día, D. Mariano me mandó comerme un plátano en clase. Yo no quería comer fruta y a D. mariano eso le preocupaba, así que condicionó mi nota de matemáticas a que yo comiera fruta.
D. Mariano se preocupaba de sus alumnos. Nos conocía y se ocupaba de nuestra educación integral. Yo había venido de lejos y D. Mariano me preguntaba:
-¿Que has comido hoy Gonzalo?
-Tirabeques D. Mariano
-¿Y eso qué es?
-Una especie de judías verdes muy planas.
-Bisaltos, Gonzalo, aquí se llaman bisaltos.
D. Mariano se preocupaba de lo que aprendíamos, de lo que leíamos, de lo que comíamos...Un verano se murió mi abuelo, que cosa más normal que a un niño se le muera un abuelo, y D. Mariano en Septiembre me consolaba cuando ese verano a él se le había muerto un hijo. Que cosa más dura que a un padre se le muera un hijo.
Se lo contaba un día a ECDC y me dijo: "yo había perdido a mi padre y D. Mariano me consolaba y el había perdido un hijo"
Hoy miro a mi hijo y pienso que su profesor no sabe si le gusta o no la fruta ni le pregunta que ha comido. Pero yo cada día, con un punto de nostalgia, le preguntaré que ha hecho en clase, pensando que a lo mejor, a lo peor, ya no quedan maestros como los de entonces. Ya no quedan MAESTROS así.
Ya no nos queda D. Mariano siempre se van los mejores.

jueves, 16 de diciembre de 2010

La cesta temática

Pues yo pensaba que La Parienta me quería como en la copla:
Tu y yo solos en un cuarto
Veneno que tu me dieras
Lo tomaría hasta quedar harto

Y no, no me quiere tanto.
Resulta que una muy noble institución que me acoge en su seno (y vaya seno), tiene a bien ya que no me paga nada por mi arduo trabajo (tomar cafés, comidas y copas con gente importante), regalarme una cesta cada Navidad. Normalmente las cestas llevan un jamón ibérico (lo que me da muchos puntos con mi hijo) foie, vino…en fin viandas varias. Saben de qué pie cojeo…
Pero este año la cesta ha pasado a ser temática. Y el tema era el azafrán, que manda huevos. Licor de azafrán, chocolate al azafrán, queso al azafrán y algo de trufas.
Total que me voy a un acto de comer croquetas, para recoger mi cesta mayormente, y a la vuelta me pongo a prepara la comida para La Parienta. Últimamente la he sometido a varios experimentos con diferentes resultados: arroz con conejo (genial), conejo al ajillo con receta de Chez Teresa (muy bien y menos grasiento que otros…), bisaltos con chorizo con una receta de mi madre (fracaso absoluto), rissoto con setas (regular, el arroz estaba un poco duro). Pero hoy se trata de hacer algo rápido, no estamos para florituras así que le preparo unas judías verdes con zanahoria y pechuga de pollo.
La pechuga de pollo sola queda un poco mustia. Decido ponerle unos trozos de queso. Abro mi super-cesta y veo un queso al azafrán. Ese ya lo hemos probado, me regalaron uno y además conozco al que lo hace…mmm…ahí veo otro. Lo abro pensando “que raro, esta el plástico pegado con celo, en vez de al vacío. Puta crisis”. Corto unos trozos, los pongo en el plato y le llevo el mismo a La Parienta.
La Parienta corta un trozo, se lo mete en la boca…y me mira…arrebatada…pero no con cariño. Se levanta de un salto a la vez que escupe lo que tenía en la boca. Camino al baño oigo la primera arcada y empieza a gritar “¡pero qué asquerosidad es eso, quítamelo del plato por favor!”
“¿No te gusta este queso?” pregunto yo, muy atento
Las arcadas me impiden oír la respuesta. Me llevo su plato a la cocina. Mientras la oigo lavarse los dientes leo por curiosidad la etiqueta del queso:
“Jabón artesano al azafrán. Ingredientes: grasa animal, sosa cáustica, azafrán…”
-“No me vuelvas a dar eso por favor, es lo más asqueroso que he probado nunca”
-“Ya veo, je, je, estoo…la cesta de este año trae también una pastilla de jabón ¿sabes?, dicen que es buenísimo…”

martes, 14 de diciembre de 2010

Alguien ya no está

Hace años, bastantes años, yo trabajaba en otra ciudad. Caí allí de casualidad, sin tener muy claro el tema. Y acabé disfrutando de uno de los ambientes laborales (y humanos) mejores de toda mi vida. Eramos un grupo de gente muy joven, con ganas, y creamos un buen ambiente increíble. Organizábamos cenas, comidas, encuentros...íbamos a bodas y bautizos en equipo. No eramos amigos pero si que nos llevábamos genial. Era normal que cualquiera te invitara a su casa, desde allí llamábamos a otro...nos llevábamos bien.
El tiempo y las multinacionales insaciables se cargaron aquello. Nos dispersamos o nos dispersaron. Pero de vez en cuando alguno nos veíamos, muy de vez en cuando. Y siempre decíamos "teníamos que hacer una cena de los de entonces" y nunca la hacíamos.
Yo me fui, los que se quedaron allí tampoco es que siguieran mucho en contacto. Tu te vas y piensas que ellos van a seguir igual, pero no. Es como decía Julia, la de "Verano azul", que se van a Madrid y allí dejan de verse...
Alguna noticia iba teniendo. Que este se casaba (y no pude ir a la boda), que el otro tuvo un hijo, que otra se fue a otra ciudad...
Hace poco me encontré a dos. El primero fue Q. El tío que tiene la casa más bonita del mundo, se la hizo en lo alto de un monte, espectacular. Hablamos y le dije lo de siempre "A ver si hacemos una cena de todos".
"Gonzalo, ya no estamos todos. Antonio murió en primavera"
A. era una mole de humanidad, volcado en su familia, con una vida complicada...no pude ir a su boda. Estaba lejano como para darme pena, pero me ha dado rabia no haber tenido esa cena.
Luego, días después me encontré a R. En el concesionario de Harley, se iba a compra una. Su mujer ya no se acordaba de mi. Charlamos y me dijo: "ya no podremos hacer aquella cena...". No le conteste. R. era muy amigo de Antonio.
No se muy bien lo que quería contar al escribir este post. Hay gente que vas dejando en el camino y con la que no puedes mantener el contacto. Que te cuesta o que no surge. Que igual le pones un sms en Navidad y que te propones verlos año tras año. Y de repente ya no están, y te entran unas ganas enormes de que no vuelva a pasar y empezar a llamar a todos los demás. Pero no puede ser. Hay gente que pasa por tu vida y se va. Y tiene que ser así, aunque valgan, mucho, la pena. No puede ser de otra forma.
Pero aún no he borrado el número de Antonio de la agenda del móvil.

viernes, 10 de diciembre de 2010

¡Confiar y esperar!

HACE 30 AÑOS
Un niño, en esa fase de abandono de la infancia y caída en la adolescencia, es un voraz lector. Además de libros, lee con gusto una revista llamada J20 en el que se trata a los niños como personas. Sorprendentemente. Un día esa revista trae una entrevista con el director de Greenpeace en España. El niño la lee y decide desde ese momento militar en la organización.
Escribe una carta a las señas que la revista facilitaba y espera contestación.
Siguió esperando muchos años...
HACE 20 AÑOS
El niño se ha transformado en un atractivo joven. Sigue siendo un lector insaciable. Entre sus lecturas no falta todas las semanas el articulo de Arturo Pérez-Reverte. Un día ese artículo se titula "La guerrera del Arco Iris" y en él, cuenta el aún no académico, como su hija también escribió un día a esa organización. Y le mandaron unos folletos.
"Cabrones" murmura el joven (atractivo joven), a él ni eso...
ESTA SEMANA
El atractivo joven ha dado paso a un hombre maduro, en su plenitud física y mental. Conserva todo su atractivo y...bueno vale. El caso es que suena el teléfono en casa de nuestro héroe (yo mismo por si alguien no se había dado cuenta).
-¿Es usted D. Gonzalo Viveiró?
-Si
-Mire somos de Greenpeace, estamos haciendo un campaña de captación de socios, no se si nos conoce.
-Llega 30 años tarde
-¿Como?
-Les escribí para hacerme socio hace 30 años, nunca me contestaron...
-A lo mejor no llego la carta
-Ya pero a la hija de Pérez-Reverte tampoco le contestaron nunca...
-Bueno, escuche no se quien es, pero es que tenemos que trabajar siempre con mayores de edad.
-Ya pero a un niño le hay que contestar siempre.
Silencio en el otro lado. Cuelgo. Respiro.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Noticia de última hora. Seguiremos informando.

Queridos lectores. Tengo curro.
Aún no he firmado, pero me han confirmado que empiezo en Enero. Es una historia muy larga, os la contare después de la borrachera...digo del puente. Por ahora os dejo la noticia, gracias por vuestro apoyo. ¡Ah! y que sepáis que además este curro:
-Nadie me ha hecho un favor para entrar, salio de un anuncio en el que buscaban a uno más o menos como yo.
-Tiene bastante que ver con lo que he hecho hasta ahora.
-Me pagan un sueldo digno, bastante digno.
-Me parece que me va a dar mucho, pero mucho material para el blog.
Ánimo a los que estáis en paro.
Y gracias a todos por ayudarme a sobrellevar estos meses de oscuridad.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Sara: Eres tonta

Y eso que no te conozco de nada.
Pero a ver colega, que has quedado de pena. Toda la vida soñando, me imagino, con un amor romántico de cuento de hadas. Y lo tienes. Pero tu final ha sido diferente: "..fueron felices y comieron perdices. Pero poco después la Princesa descubrió que quería tenerlas más grandes, y se opero para ponerse tetas. Medio kilo".
Joder, menuda cagada.
Que tenias casi todo, tía, tía, jo tía. O sea. Eras guapa, un poco "niña piano" pero guapa y con buen tipo. Encontraste trabajo al acabar la carrera, que eso es jodido, si lo sabré yo. Además en la tele que mola mazo. Y encima en deportes que es lo único que interesa a la gran mayoría de los españoles. Por si eso fuera poco te mandan a un mundial que gana España. Que eso no volverá a pasar...sabe Dios. Y te ligas al niño guay de la selección. Y te da un beso que parecía una peli de Meg Ryan.
¿Que más podías querer?.
Medio kilo de tetas. Que te tendrás que reoperar cada diez años y que habrás pasado un pos-operatorio de mil pares.
Joder, tía, tía, o sea tía. Que son tetas colega. ¿Va a tener más salud tu familia con tetas? no, ¿vas a tener más tiempo para estar con tu súper-novio, tus amigos...? no, ¿vas a tener capacidad para leer más libros, ver más pelis...? no, ¿te va a querer más tu novio guay? no...espero, si te quiere más por medio kilo de tetas...mal. Son tetas.
Y tu te has puesto medio kilo.
O eres una insatisfecha de cojones, en cuyo caso, colega, te vaticino que con las tetas tampoco vas a ser feliz; o eres tonta.
Que las disfrutes.

martes, 30 de noviembre de 2010

La carta a los Reyes Magos

Tengo que escribir la carta a los Reyes.
Normalmente, la carta a los Reyes es cosa de cuando eres pequeño. Queridos Reyes magos: Este año como he sido muy bueno...y tal. Luego, con la edad y la pérdida de la inocencia, eso va degenerando en una lista de la compra más o menos fantástica. El colmo de la dejadez en este punto era uno de mis hermanos que directamente te daba la lista de recados: "comprar unas almohadillas nuevas para los cascos" ponía en una carta...
Pero con el matrimonio en mi vida entraron varias cosas: las gafas de sol, el helado de turrón, los sombreros y...la carta a los Reyes. Si amigos, La Parienta exige una carta a los Reyes auténtica, con detalles y por supuesto entregada a tiempo. Así que me toca.
Pero claro, cuando te pones a redactar una carta a los Reyes, tienes que poner generalidades y regalos. En los regalos hay varios fijos: puros, navajas, bastones...y en las generalidades viste mucho lo de "trabajo y salud para toda mi familia".
Vale, pues fijaros. Yo el año pasado puse eso, lo de trabajo y salud. El trabajo me duro cinco meses después de Reyes y la salud...después de un mes que no sabíamos si matar a nuestro hijo o a nosotros, la poca salud que me queda la estoy destrozando en el gimnasio y con algún pitillo furtivo. Por si fuera poco el año pasado me lancé: "quiero la Kawasaki Vulcan V.N. 900, acabado Classic, con maletas rígidas, pantalla, estriberas y barras de protección. En negro". Por supuesto no me la trajeron.
Peeeeeero, el día de Reyes del año pasado, salimos a comer con mis padres. Paro en el primer semáforo y ahí se paró el hijo puta. Llevaba la Kawasaki Vulcan V.N. 900, acabado Classic, con maletas rígidas, pantalla, estriberas y barras de protección. En negro. Era la mía. Al cabrón de él le habían traído mi moto. Y ahí andaba con todo el frío del mes de Enero, que a quien se le ocurre salir en moto, aunque sea para estrenarla, más feliz que la puñeta. Además tenía una cara de gilipollas que lo más ocurrente que se le habría ocurrido pedir sería la Maxi Cossi o algo así.
Así que ya me diréis que hago. porque si pido el Mercedes Clase R, se lo traen al vecino del garaje seguro.
Total, que voy a pedir algo así: "Queridos Reyes Magos: Ir rehaciendo el desaguisado que habéis montado con mi vida en general y mi moto en particular. Mientras tanto traed una botella de Fifty Pounds o de London nº1, y si no lo arregláis id imaginando como acabare."
Que a ver si así se enteran.

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Una comida memorable

He viajado bastante. Y he comido y cenado en sitios de todo tipo y pelaje. Me habré dejado sin ver infinidad de museos, lo reconozco, pero tengo una idea bastante clara de cómo se come en casi todos los sitios que he estado. Porque uno tiene sus vicios.
Y hay sitios que con el tiempo se te han quedado en el recuerdo, si, pero hay otros que desde el momento en que entras sabes que los vas a recordar siempre. Esto paso en Ámsterdam en el Supperclub. Ya conté en una entrada anterior que me había empollado una seria revista gastronómica antes de ir. Hablaba de un sitio donde se comía bien y las camareras llevaban el menú escrito en el cuerpo… Comer en un sitio que se llama Supperclub y las camareras llevan el menú tatuado…puede parecer peligroso (peligro de SIDA, sífilis, ladillas…me refiero). Pero yo tenía una ventaja. En aquel entonces curraba en una empresa que casi todo eran tías. Incluso tenía una jefa (que era el jefe más retorcido que he tenido nunca). Así que yo los viajes los hacía con una tía. Eso tiene ventajas para los dos. Para ella porque podía ir a sitios que mujeres solas seguro que no visitan. Y para mí porque me garantizaba que cualquier farra iba a acabar dentro de los límites aceptables para La Parienta.
Total que le llame y le expliqué el sitio. Acepto ir a comer allí y reserve antes incluso de salir de España.
El día D, salimos del hotel camino al garito, entone el “yo guio” y como siempre…nos perdimos. Mi sentido de la orientación es inexistente. Me habían dicho por teléfono que había que estar allí a las ocho y media de la noche. Sin falta. Llegamos justos. Sobre todo porque habíamos pasado dos veces por delante y no lo habíamos visto, no estaba muy indicado ni tenía ventanas…
Entramos, nos quitaron el abrigo y cerraron la puerta. Nos giramos para ver el local y…alucinamos.
Era una especie de nave industrial pequeñita. Toda en blanco y negro. A lo largo de la pared había una cama gigante. El “acomodador”, nos llevo a un trozo de cama. Nos indico que nos quitáramos los zapatos y nos tumbáramos. Afortunadamente, llevaba los calcetines íntegros….
Una camarera, vestida con traje largo y con delantal de “Möet-Chandon” (lo tendría mal para desnudarse y enseñar el menú pensé) nos puso una mesita en medio con una botella de agua de diseño encima y se tumbo a mi lado. Preguntó en qué idioma queríamos hablar (inglés, francés, alemán, holandés…) y luego qué tipo de vino queríamos.
Llegados aquí, no me aguante y le pregunte que como funcionaba eso, que dónde estaba la carta y que antes del vino sería bueno ver que había de comer. Podéis pensar lo que queráis, lo hice sólo por el hambre ¿eh?.
Total que se descojono de risa, pero con educación, pregunto si éramos alérgicos a algo y nos dijo que nos relajáramos, que empezaban…
Lo que siguió fue una experiencia memorable. Creo que no me volveré a ver en otra así…Salió un disk-jockey a una plataforma del centro del local y empezó…aquello.
Aquello consistía en que iba poniendo música, jugaban con las luces e iban sacando platos de comida. Todo a la vez. La música era genial, la comida era buenísima, iba corriendo el vino. La peña se iba relajando, los hombre empezábamos a aflojarnos el cinturón y las mujeres dejaron de preocuparse por haber ido con falda…El ambiente era agradable, desde jóvenes estudiantes celebrando algo hasta nosotros, dos currantes españoles en viaje de negocios. Empezamos muy formales todos, acabo con la gente bailando, retozando en las camas, fumando porros (¡oh Ámsterdam!) e incluso los camareros participaban de la fiesta.
Actuaciones, música, luces, comida…por en medio venía un masajista y allí mismo te daba un masaje que te dejaba nuevo. En medio de la vorágine vino a saludarnos una camarera que se había enterado de que éramos españoles. Ella era de Santander. Se partió de risa cuando le contamos lo del menú escrito por el cuerpo, aprovecho para decirnos que lo suyo era dejar un 10 ó 15% de propina, y a la pregunta de si me podía llevar la botella de agua nos dijo que era un diseño exclusivo del local y que ni siquiera se vendían. Que sólo estaban para ese restaurante.
La factura fue descomunal, pero entonces teníamos una tarjeta de crédito de la empresa que nadie controlaba demasiado…salimos a la una y media de la mañana pensando si en el curro aceptarían que fuéramos otra vez y sabiendo que nos íbamos a acordar mucho tiempo de esa cena.
Han pasado diez años y sigo acordándome de aquella experiencia. Y la cuento cada vez que alguien me pregunta por la botella de agua esa tan chula que tengo en el salón de casa.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

El gimnasio como ecosistema

He empezado a ir al gimnasio. En mi lucha por tener un cuerpo que a La Parienta le resulte sino atractivo, al menos rentable en su mantenimiento, la temporada de ir en bici se acabó. Lluvia y viento son dos elementos poco compatibles con mi afición a la bici. Así que, aprovechando que tengo un gimnasio a 50 metros de casa y que con las crisis los precios del mismo están por los suelos, me he apuntado a uno. No sólo me he apuntado, también voy. Tres días a la semana.
El gimnasio es una forma de deporte desconocida para mí desde hace muchísimos años, desde mi época de fornido atleta universitario. Es entretenido. El gimnasio va a dar mucho tema para el blog. Y eso es importante.
Para empezar mi gimnasio tiene un detalle que mola. Las taquillas de dejar la ropa y los bancos de los vestuarios son de madera. Como en las pelis de ejecutivos. Eso me gusta. Luego se divide en las salas de clases (yoga, spinning, Pilates y demás) que no pienso pisar y la sala común. Esta es la que uso.
Primero está la zona de la gente sana. Bicicletas, cintas de correr, maquinas de esquí…eso tipo de aparatos. Con la tele puesta y tal. Aquí vienen “los sanos” gente que llega hace una horita de deporte y se va. Gente que se escapa un rato del trabajo, opositores desfogándose, mozas que aún están en el mercado…Llevan ropa deportiva de marca normal, una botella de agua y su toalla. Zapatillas de tenis o similar. Atienden a la tele o al MP3, no hablan con nadie y vienen y se van solos.
Luego viene una zona de transición con maquinas raras. Ahí te pones en posturas diversas y tiras de determinadas palancas. Lo que pasa es que de las palancas cuelgan pesos…eso lo hace difícil.
Al fondo esta la zona de los culturistas y boxeadores. Esto es una parte con las paredes llenas de espejos y un montón de pesas de todos los tamaños. De 0,5 a 25 kilos. Los tíos que la pueblan, se dedican a levantar cantidades ingentes de peso en posturas inverosímiles. Tienen una hipertrofia muscular tremenda. Se ponen agachados, levantan una pierna, estiran los brazos…y así levantan 100Kg. Quince veces. Mientras se miran en el espejo. Todos llevan ropa deportiva de marcas raras, zapatillas de colores agresivos y hacen ejercicio en pandilla. Sobre todo porque a veces se tienen que ayudar para no ahogarse bajo el peso que levantan…Llevan como complementos guantes y cinturón-faja de cuero. Además llevan una parafernalia tremenda: botella de agua y otra de líquido de color raro, toalla, esponja…hablan rarísimo: “¿Has acabado ya?” y otro le contesta “Si, ya he hecho mis tres horitas, sólo me falta la definición…”. Hay que joderse, tres horitas…
Hay un tercer grupo que pulula por todas partes. Los camorristas. Tíos con pinta de porteros de discoteca, músculos y muy fibrosos, vestidos de oscuro y con cara de irse a dar de leches con alguien. Hacen pesas donde los culturistas, se van un rato a las bicis, paran en algún aparato a hacerse unas series…no sé muy bien cómo van porque no los miro mucho. No sea que me calcen un guantazo.
Yo por el momento hago un poco de todo, un rato de bici, unas maquinas y luego algo de pesas. Una hora o así, según me dé. Supongo que habré de integrarme en un grupo pero aún no lo tengo claro. No llevo botella ni MP3. Pero hoy haciendo pesas ha venido un culturista a explicarme cómo hacerlo mejor…
Lo dicho, esto va a dar mucho juego…

lunes, 15 de noviembre de 2010

Cosas que hacemos todos los que tenemos blog

Hubo un verano en mi vida en que descubrí que no era bueno hacer generalizaciones. Ese verano, nos dio por buscar enfoques alternativos a través del uso de sustancias naturales no comercializadas. Vamos, que nos poníamos ciegos de porros, pero lo decíamos de esa otra forma y vestía más. Después de fumarnos alrededor de una hoguera (nos atraía el fuego y en mi pueblo hace frío en las noches de verano) decíamos gilipolleces como "¿Os imaginais que música hubieran hecho Simon & Gartfunkel si fueran negros?" y nos quedábamos tan contentos.
Hubo uno, exaltado él, que un día empezó: "Porque ¿quien no se ha probado la ropa interior de su madre o de sus hermanas?" y también "¿Quien no tiene un amigo del que a veces siente que está enamorado?". Como eramos buenos, no le abrumamos con respuestas....pero me quedo muy claro que no se debe generalizar.
Aún así, a riesgo de meter la pata, como profundo conocedor del comportamiento animal (animales somos al fin y al cabo) voy a autoflagelarme (nos) para contar cosas que hacemos los que escribimos un blog:


-Leer algún blog que no tienes enlazado ni comentas nunca.
-Releer tus primeras entradas y pensar que es raro que no las hayan comentado más.
-Poner comentarios en algún blog de pocos lectores o recién creado pensando “la alegría que se va a llevar cuando vea que le comenta un insigne bloguero como yo…”
-Decir que escribimos para nosotros.
-Soñar con que algún día oirás a alguien, que no sepa que es tuyo, hablando de tu blog.
-Tener ganas de hacer posts aclarando post anteriores porque, por los comentarios, has visto que no lo han captado bien.
-Investigar el perfil de gente que hace comentarios, en tu blog y en otros.
-Mirar estadísticas y contadores.
-Alegrarte, delante del mapa del Analytics, porque han entrado en tu blog desde Turkmenistán. Aunque sea para meterte spam.
-Leer dos veces los comentarios, primero en tu correo y luego en el blog…
-Tener post de reserva, por si no tienes nada que contar.
-Pensar “y esto ¿quedaría bien en el blog?” con los acontecimientos chorra de cada día.
-Pensar que no nos comentan más en las mejores entradas.
-Tener unas ganas irresistibles de contar tu caso en los comentarios a post de otros.
-Hacer post sobre cómo se hace tu blog, como llegaste a otros blogs... metabloguerismo en general. Comentar todos los post de metabloguerismo que vemos.
-Decir que nunca haremos un meme y leer todos los meme que encontramos pensando ¿y si lo hago?

Nada grave al fin y al cabo...

jueves, 11 de noviembre de 2010

Cuaderno de viaje: Logroño necesita ingenieros


No me fio nada de las guías de viaje. Las guías mienten, generalmente están hechas por tipos que no han estado en el sitio que describen en su vida. O han estado y no se han enterado de nada. La primera vez que fui a Ámsterdam, consulte una afamada revista de gastronomía, me enteré de que había un restaurante muy bueno y en el que las camareras llevaban el menú escrito sobre el cuerpo…ni que decir tiene (iba sin La Parienta) que reserve mesa antes de sacarme el billete de avión, iba a pedir la carta, la de vinos, la de aguas y hasta el libro de reclamaciones. Cuando llegué nada de eso. El restaurante era buenísimo, se comía en camas…bueno ya lo contaré en otro post. Pero lo del menú en el cuerpo tururú. Iban todas muy vestiditas y con delantal. Cuando se lo conté a una de ellas (que además era de Santander) se descojonó de risa.
O cuando me tocó ir a Gante. Leí en una afamada revista de viajes que tenía una iluminación espectacular que había merecido un premio. Así que en medio de la noche salí a dar una vuelta. Hacía frio y estaba más bien oscuro…al consultar a un lugareño, me informó que el premio era…por el ahorro de luz…Manda huevos.
Así que yo, si doy consejos son claros y contrastables. Pues bien, en Logroño faltan ingenieros. Lo voy a demostrar.
Logroño es un sitio bien organizado. Una plaza y dos calles perpendiculares. Con eso te sitúas. Además todo el mundo sabe a que vas a Logroño, entras en la oficina de turismo y dices: “…pues venía a ver si me pueden dar información..” y te dan un folleto de la calle del Laurel, con todos los bares y los pinchos típicos, no hay que disimular con la Iglesia de Santiago, ni con la Concatedral…ellos ya saben lo que quieres…
Y tu te vas al Soriano. A tomar un champi. Porque de siempre la ruta del Laurel empieza con los champis del Soriano. Primer problema. Tres champiñones y una gamba haciendo equilibrio sobre un trocito de pan. Que en vertical no te caben y en horizontal chorrean. Hay que organizar eso.
Luego a tomar una tortita de camarones, al que está al lado del Cid, la Aldea creo que se llama. El caso es que la tortita esta buena…pero el Cid tiene Estrella de Galicia de barril….un ingeniero, por favor que haga un trasvase.
Y si te vas al Rotos…¡ja!. Te pides unos huevos rotos con gulas. Vale. Cogen medio pan redondo de hamburguesa, le quitan la miga y llenan eso de huevos rotos con gulas, te lo sirven con un tenedor. Si intentas comerlo como bocata desastre seguro, si metes el tenedor de desborda…
Vamos, que creo que he dado ejemplos de sobras para afirmar que Logroño necesita ingenieros. Pero en cuanto pueda vuelvo allí a comprobarlo otra vez….

jueves, 4 de noviembre de 2010

Tratando de entender.

La Parienta es plástica. La primera vez que dije esto uno que estaba allí comentó "joder, pues no se le nota nada ¿de que dices que está operada?". No me refiero a eso. Que sea plástica se refiere a que La Parienta tiene una fijación estética tremenda. La Parienta ve a través de formas y colores. Eso tiene innumerables ventajas: dibuja y pinta de fábula, compra ropa a quien sea sin fallar nunca la talla... incluso tiene un trabajo donde básicamente combina formas y colores. También tiene inconvenientes, cajones de fotos sin conocimiento, carga permanente con cámara, discrepa de parte de mis combinaciones de ropa...
No es fácil seguir sus conversaciones. Aparte de que mi gama de percepción de colores no se parece a la suya, hay apreciaciones estéticas que se me escapan.
Sobre todo una.
Hay un calificativo de mi Parienta que no entiendo. Desde que nos casamos los estoy investigando y no hay forma. Lo traigo aquí a ver si alguien me echa una mano en su definición exacta.
Tu estas viendo el catálogo de modas Pepe que te ha llegado por correo. Haces lo que hacemos todos lo tíos, miras todo haciendo como que te interesa, hasta llegar a la lencería (femenina). Y entonces ves una foto, de anuncio de bragas, de esas que en las vallas publicitarias provocan accidentes de tráfico. Y entonces, por provocar, le dices a La Parienta "Mira que foto más chula" ( o más guarra, o más rara, o lo que toque sin que parezcas un salido). La Parienta la mira, la analiza y suelta...
-"Esa es una ordinaria"
Toma ya. Ahí está la palabra. Ordinaria.
¿Que es ser una ordinaria?. Es difícil explicarlo. Llevo años investigando. Hay algunas que son ordinarias de por si. Hay otras que sin serlo pueden estarlo. Incluso puedes parecerlo en una foto sin serlo. Por lo que he podido averiguar, es eminentemente un asunto femenino. Y muy amplio. Las hay que no son ordinarias pero en un momento dado pueden "decir ordinarieces", incluso "hacer ordinarieces". No ha sido nombrado ningún hombre ordinario. Además hay una graduación. Nuria Bermudez es "muy ordinaria" según La Parienta ( y muy flaca según yo mismo que coincidí con ella en un garito) sin embargo Drew Barrimore es "un poco ordinaria". No es lo mismo ser una guarra que una ordinaria. Nuestra amiga Jenna Jameson puede ser guarra pero no ordinaria. Hay alguna que resulta ordinaria "hasta vestida de primera Comunión".
Total, que entre los múltiples misterios que alberga La Parienta, este es el que no logro discernir. Un día que creía que estaba llegando a la solución le dije: "¿puede ser que una ordinaria sea esa que no sabes si va a tirarse un pedo o hacerte una paja?"
-"Ordinario estás resultando tu al decir eso..."
Y ahí me quede.

jueves, 28 de octubre de 2010

La silicona, la novia de mi amigo y mi cambio de imagen

Me voy a cambiar las gafas. Es una noticia intrascendente si no fuera porque esta vez me voy a cambiar del todo. Es decir voy a romper con el modelo que llevo los últimos 18 años. Me cambio de gafas y de modelo. Porque no quiero que vuelva a pasar lo de hoy.
Las gafas (salvo las de pasta) tienen dos pequeñas piezas que se apoyan en la nariz. Son de plástico y tienen la virtud de ir acumulando una especie de roña color verde-marrón que no se va con nada. La única solución es cambiar esas piezas.
La novia de un amigo trabaja en una óptica. Así que voy allí cada cierto tiempo y me las cambia por el morro. Hoy entro y digo como siempre:
-Hola N. vengo a que me cambies las "esas", si no estas muy liada- a la vez que digo "esas" señalo las piezas en cuestión.
N. se lleva mis gafas. Vuelve y me dice:
-Me voy a poner las tetas de silicona.
Así. Sin más.
Especificare que N. es mayor que yo (y mi amigo también) pero además es de Salamanca. Lo cual quiere decir que tiene lo que llaman la "ruda dulzura castellana". O sea que de coñas poquitas. Y me suelta eso.
Bueno, en realidad me dijo: "Te voy a poner las "esas" de silicona". Pero yo entendí lo otro. Yo entendí que la novia de mi amigo me hablaba de sus tetas. La conversación siguió así:
-Bueno, pues tu misma....
-Hombre, son mucho más cómodas
-¿Ah si?- este concepto me extraño
-Si, ya veras, no molestan nada
-Eeee ¿ya veré?
-Pues claro. Ya me dirás que tal...
-¿YOOOOOOO?
-Pues claro, ¿quien si no?. Lo único que se manchan igual que las otras.
-N...esto...¿de que coño estamos hablando?
-De lo que tu llamas las "esas", vamos de las plaquetas de las gafas como se han llamado toda la vida.
-Ah, vale las plaquetas...y dime ¿hay modelos de gafas sin plaquetas?
-Si, las de pasta, ¿por qué?
-Porque me voy a mirar unas, que esto podía haber acabado muy malamente....

martes, 26 de octubre de 2010

Aquellos maravillosos años: La bella y la bestia. Una historia real

Era un tío de una inteligencia excepcional. Nadie lo duda. Pero su apariencia...Lo primero es ponerle un nombre ficticio, el real era demasiado original para conservar el anonimato, así que le llamaremos Cromañón. Pues bien, Cromañón era un tío bajito, a eso unía el andar encorvado desde los hombros. Su porte era...inexistente. Eso lo acompañaba de una indumentaria original: pantalón de chandal azul marino ajustado a las canillas y jersey de lana de cuello alto, de los que tejen las abuelas. Por si fuera poco iba despeinado y se afeitaba una vez a la semana.
Quizá alguien podía pensar que eso lo compensaba con locuacidad y simpatía. Ni de coña. Veías a Cromañón y le saludabas:
-Hombre Cromañón, si hace tres días que no te veo ¿que tal? ¿en que andas?
Y el se volvía retorciendo su medio joroba y decía:
-Grñññ
Porque Cromañón hablaba poco, su mayor riqueza lingüística provenía de el uso de gruñido y otros sonidos raros.
Ojo, era un tío con unas notas de escándalo y una inteligencia fuera de lo común. Eso que quede claro. O sea, no era un tío con problemas. Era raro.
Ella era...La mejor descripción era compararla con Winnie Cooper, la novia de Arnold en la serie "Aquellos maravillosos años", pero más mujer. Tenía su toque exótico, morena, alta, con formas varias...En fin no sigo. Destacaba no sólo porque en el ambiente de pañuelos palestinos y sobacos sin depilar de las féminas que entonces nos rodeaban la limpieza fuera virtud. Destacaría en cualquier ambiente. De hecho El Chico de la Consuelo que ejercía de su chofer ocasional, los días que la llevaba estaba hasta simpático. Y cambiaba el carajillo de coñac por una tila matutina...
Y un día empezaron a salir.
Nadie entendía aquello ¿que coño tiene Cromañón para salir con la Cooper? ¿cómo se lo ha pedido, gruñendo?. El caso es que salían juntos. Y ella empezó a venir en nuestra pandilla. Trabé con ella cierta amistad. Es decir, no tenía su número de teléfono por ejemplo pero fuimos a estudiar juntos un par de veces. Con ella he sentido vergüenza de ser hombre. Te esperaba en la barra de un bar y te acercabas y veías al de al lado mirándola de arriba abajo, y de abajo arriba... y te daban ganas de decir "tío córtate". El vivía cerca de mi casa, me encontraba con ella muchas mañanas, cuando salía de pasar la noche con él y íbamos juntos en el autobús. Era muy simpática. Le gustaban mis excentricidades en el vestuario. Igual que ahora llevo sombrero, por llamar la atención, entonces llevaba camisa de doble puño y tirantes, no de goma cutres, sino de seda. Le molaban mis tirantes de seda. Debí regalárselos.
El caso es que estaban juntos, el con su chandal y su jersey y su pelo sin peinar y ella un palmo más alta, elegante...nadie entendía nada. Corrió un rumor-chiste: "Cromañón tiene una tranca de dos palmos... si no no tiene explicación..."
Al cabo de un año o año y medio, en una cena de compromiso por no se qué, me acodé en la barra libre dispuesto a beberme todo. Y él se me planto al lado
-¿Que haces Gonzalo?
-Pues mira, he comido como un general, hay barra libre...me voy a beber todas la botellas de ginebra que pueda. Vamos que me voy a tajar.
-Pues yo contigo
-Pero hombre de Dios, Cromañón, yo no doy cuentas a nadie, pero tu si te tajas ¿que le vas a decir a tu novia?
-He cortado con mi novia
-¡¡¡¡¿Que has qué?!!!!
-Que la he dejado, que me agobiaba
-¡¡¡¡¡¡¡Pero eres gilipollas Cromañón, si no vas a encontrar otra así en tu puta vida desgraciao!!!!!!¡¡¡¡¡¡¿Tu has visto la pinta que tienes?!!!!!!- Si, es una barbaridad, pero el alcohol me soltó la lengua.
Total que le dio por descojonarse, y se encogorzó conmigo. Aquella fue la última vez que nos vimos. El se fue y ella dejo de venir con nosotros.
Siempre me he preguntado que habría entre ellos, como sería aquella relación.
Y me arrepiento de no haberle regalado, a la Cooper, los tirantes de seda.

jueves, 21 de octubre de 2010

Estudio blog

Pequeña obrilla teatral en la que se muestra la conversación entre dos blogueros, sus esposas y los amigos que pasan de los blogs.
Actores: El Chico de la Consuelo (ECDC), su mujer La Nuera de la Consuelo (NDC), dos amigos que figuran sólo cómo Amigo porque los dos pasan lo mismo de nosotros y son igual de irónicos, La Parienta (LP) y yo mismo (GV).
Escenario: Una terraza de un club deportivo de una ciudad de provincias. Alrededor de la misma juegan varios niños de los que los el grupo adulto pasa olímpicamente hastiado por las enfermedades, rencillas, pijadas y pre-adolescencias. El grupo está sentado alrededor de una mesa a la que un camarero trae continuamente jarras de cervezas de a litro que son devoradas por los actores, como si fuera lo último que iban a beber en su vida. En un momento dado, se cambian las jarras por vasos anchos de bebidas espirituosas que se beben a la misma velocidad.
Se abre el telón, día nuboso que amenaza lluvia:
ECDC: (a GV)¿Te gusto mi última entrada?
Amigo: ¿De que le has dado una entrada a este?
GV: Se refiere a la última entrada de su blog. Es que él también tiene un blog
Amigo: Pero ¿Qué cojones es eso del blog de lo que hablais ahora siempre?
GV: Pues veras un blog…
NDC: ¡Hombre si el blog! ¡hartita me tiene este imbécil con el blog! (dirigiéndose a LP) ¿Tu imbécil también se queda hasta las 4 de la mañana leyendo blogs?
LP: No se pero están de un gilipollas con el blog
GV: Yo no, yo me acuesto prontísimo…pero es que ECDC tiene mogollón de admiradoras…
ECDC: (susurrando) Cabrón…
NDC: ¡Ah! Si, las admiradoras. Que el otro día le pille hablando por el ordenador con una que tenía una foto con unos morritos así
GV: ¡Amanita!
Amigo: Pues si es a manita lo del blog es el porno de internet de toda la vida
Amigo: Ya te digo, tanta admiradora para eso…
GV: Que no, que ECDC escribe muy bien y le quieren mucho
NDC: Pues que se lo lleven, que en la distancia corta pierde mucho
Amigo y GV: (bajito) illa, illa, illaECDC hoy no pilla
NDC: Pues no, que pille con alguna del blog, que busca fuera toda la admiración que no tiene en casa.
Tras esta frase, NDC recapacita y se abalanza sobre su marido, con más ganas que pericia por la ingesta alcohólica, con intención de hacerle arrumacos. Dadas sus condiciones combina los arrumacos con un rodillazo en los huevos al intentar ponerse tierna con su marido en la silla de una terraza. ECDC no pone cara de disfrutar mucho de los arrumacos. Puede ser por el dolor en los huevos.
NDC: Perdona cari que me he pasado
LP: No te has pasado nada, los que están muy pesaditos son ellos, tanto post, tanto comment
GV: (a ECDC) ¿Viste que el post del otro día llego a 62 comments?
ECDC: No te jode, te pones a contar tus miserias…así suben los comments
Amigo: ¿Qué miserias?
ECDC: Lo del paro y tal
Amigo: ¿Y no ha contado cuando May le robó la novia?
GV: Joder que plastas. A mi May no me robó nunca una novia porque no era mi novia…
Amigo: Si, si…y ¿ha contado lo de la vez que nos fuimos de costillada y se olvidó que había quedado en una primera cita con una? ¡¡¡¡La tabarra que metió a la vuelta!!!. Si cuentas eso vas a tener más audiencia que House
GV: Eso no fue exactamente así. Además yo tengo un blog de nivel, cuento pensamientos, reflexiones, ideas…y no gansadas de esas…
ECDC: Si como la vez que preguntabas como se llamaba el coño
LP: ¿Qué has puesto eso en el blog?
Amigo: ¡Coño!, si que es un blog de nivel
ECDC: Que si, que tiene un blog guay. Lo lee un montón de gente. El mio es más de culto a mi me ha comentado una de “Quédate a dormir”
NDC: ¿Qué te ha invitado una del blog a quedarte a dormir? ¡¡¡¡¿Dónde?!!!!
GV: NDC, yo creo que le pone la de los labios.
ECDC: LP, te voy a mandar la foto de una tal Princesa que comenta a tu marido…
NDC: Hablando de fotos, vamos a hacer una de todos
ECDC: ¡Espera! Haznos una de cintura para abajo que saldremos todos en el blog...
NDC suspira y la hace. ECDC le arrebata la camara y la contempla (a la camara ¿eh?, a la cámara)
ECDC: Viveiró, sales un poco abultado donde el paquete....
GV: Macho, es que tu mujer con ese escote me esta poniendo palote...

Empieza a llover, se hace el silencio mientras los protagonistas miran la lluvia que los empapa y serena tras la ingesta excesiva de alcohol y lentamente cae el
TELÓN

martes, 19 de octubre de 2010

Esto no es un anuncio de coches. Aunque lo parece.

Cuando trabajaba viajaba mucho. En mis últimos 10 años, he salido a una media de 50000 km. al año. Y lo estaba echando de menos. Así que ayer conseguí un coche que no era mio, con tarjeta para la gasolina y el peaje. Le pegue a un alma cándida y familiar un sablazo para que me aflojara 100 euracos para gastos. Deje a los niños y a La Parienta en sus obligaciones y salí.
Paso por Calahorra, en silencio, sin música y sin la radio. Calahorra, qué estará haciendo la gente aquí...seguro que hay alguien en Calahorra que está en paro. Que está como yo. ¿Tendré algún lector en Calahorra?, me llena de soberbia pensar que igual hay alguien ahí que llamo a su puerta, le digo quien soy y me invita a un café...
Me salgo de la autopista después de Logroño. Quiero comer carretera.
Pienso en el curro que no tengo, en mi cambio de situación...la carretera me relaja y me da frialdad. Nunca me canso conducir.
Paso por Santo Domingo de la Calzada. Mi hermano se perdió ahí de pequeño, tres horas buscándole y cuando apareció lo habían recogido unos guardias civiles, le habían montado en la moto, le habían dejado poner la sirena...no quería venir con nosotros. Nosotros nos comimos el susto y la bronca y el se lo pasó cañón...
Hay peregrinos. Campos otoñales de viñas ya vendimiadas. Y peregrinos. A que se dedicará esta gente que puede andar por ahí de peregrino en mitad del otoño. Quizá son parados como yo.
Mi hijo está con su tratamiento, pero aún no se le quita el dolor. No estamos seguros. Es igual. Desde el volante, sobre la carretera hacia castilla lo veo todo con claridad y calma.
En el puerto de los montes de Oca no hay nadie. Giro una curva, inicia una recta larga y freno por intuición...un rebaño de corzos cruza la carretera. Me miran con indiferencia. He puesto las luces de emergencia. Me siento como el taxista de Collateral, cuando en medio de una noche irreal, los coyotes cruzan la calle dándole realidad.
Mi vida en los últimos diez años tuvo mucho de carretera, de road-movie, y la estoy reencontrando.
Campos cosechados de Castilla. Páramos que pasan a toda velocidad. Yo estoy parado y el paisaje es el que se mueve.
Hora de comer, llego a una ciudad castellana. Tenía un código para cada una y recuerdo el de esta. "Entrar hacia la estación que está señalizada, girar al sur por calles con nombres de oficios...". Sigue funcionando. El Porto Bello ha cambiado de nombre pero siguen siendo un gran restaurante.
Vuelvo hacia casa. Paro en Dueñas a comprar chocolate aunque ya no lo hacen los monjes.
-"El día de Jueves Santo después de los oficios dabais chocolate gratis"- la dependienta me mira alucinada pero me da un vaso de chocolate. He comprado cobertura y bombones para los niños.
Se hace de noche. Pienso y analizo si hacer o no un máster, que teclas me quedan por tocar, dónde acudir.
Llego a mi ciudad y devuelvo el coche. 780Km a una media de 97 Km/h, contando paradas...probabilidad alta de multa...Me da igual.
Entro en casa. Los niños duermen. La Parienta me mira: "te has fugado cobarde..." lo dice medio en broma medio en serio...
Si, me hacia falta.
Estoy más tranquilo.

jueves, 14 de octubre de 2010

Diez años metiendo la pata

Ya conté aquí que el día que limpie el congelador, mi hijo nos había dado una noche regularcilla. En principio no era nada. Le pusieron un tratamiento para la "enfermedad chorra" y tan contentos. Bueno, pues no paró ahí. El tema es que mi hijo siguió con los mismos síntomas cada poco tiempo. Lloraba por las noches cuando se despertaba por el dolor. Hubo cinco visitas a urgencias. Todos, todos los pediatras lo examinaron a conciencia. Diagnóstico: "enfermedad chorra". A mi me daba hasta verguenza, de echo entraba en urgencias diciendo esto creo que es una "enfermedad chorra" pero como dice que le duele tanto, por si acaso..
La "enfermedad chorra" casualmente sólo se manifestaba de noche y casualmente se le pasaba cuando su madre se iba a dormir con él...empezamos a pensar que había algo. Hemos pasado varias noches en vela con sus supuestos dolores en las que ha habido de todo: le hemos mandado callarse o lo echábamos de casa, le hemos intentado explicar que se tenía que aguantar, le hemos acusado de cobarde y de mimoso. Hemos sospechado también que era algo más, le hemos insinuado que tenía algún problema o algo que no supiéramos que le estaba provocando eso, le hemos tratado de sonsacar...
Esas dos últimas noches han sido de aupa.
Hoy al levantarse lo he llevado (por sexta vez creo) a urgencias. El pediatra lo ha examinado, como todos, y le he insinuado que seguramente no era un mal físico, que de hecho teníamos cita en el psicólogo para ver si resolvía algo. Se ha callado y ha continuado el examen. ¿Se despierta por el dolor? Si, ¿se despierta más o menos a las tantas horas de dormirse? Si, ¿Ha tenido contacto con? Si.
Está de suerte, me ha dicho, no tiene "enfermedad chorra", tiene la "enfermedad algo menos chorra pero nada grave y que se cura". Por cierto, es bastante dolorosa y todo lo que le dabais no servía para nada.
Yo, que aún se algo del tema, le digo: y eso ¿lo puedes diagnosticar así sin más pruebas?
No, me ha dicho, no hay quien lo diagnostique y menos en urgencias. Pero yo soy el super especialista de eso y lo distingo a la perfección. Has tenido suerte de que hoy me tocara estar aquí, si no puede que tardaran quince o veinte días en detectarlo.
Vale. No es nada grave, lo ha pasado mal quince días y punto. En principio ahora con el tratamiento se le pasará. Peeeero eso sí estos días:
-Ha visto como sus padres desconfiaban de él
-Ha intuido que sus padres no le creían
-Se ha sentido menospreciado y poco respetado por sus padres
-Se ha dado perfecta cuenta de que sus padres pensaban que era algún tipo de desequilibrio psíquico
-Ha tenido que oír amenazas, desprecios, ofensas...
-Le quedan otros diez o quince días de pasarlo regular hasta que se cure. Eso en el supuesto de que el diagnostico, esta vez y no las cinco anteriores, sea correcto...
Con todo esto la poca seguridad que tenía en mi papel de padre se ha desmontado por completo. Mi hijo cumple diez años en un par de días. Me voy a regalar un cartel bien grande que diga: "Diez años metiendo la pata"

miércoles, 6 de octubre de 2010

De "La joven india en cueros" a la Oktoberfest

Las fiestas de mi ciudad se presentan de nuevo. Guardo un recuerdo muy variado de esas fiestas. De pequeño, las primeras eran sinónimo de turismo. Por aquel entonces vivíamos en una casa al lado de campos de trigo y ovejas que pastaban. Dudo que hubiera ninguna legislación sobre el ruido, el caso es que en esos campos el ayuntamiento tenía a bien, año tras año, instalar "Las Ferias". Eso suponía que desde tal día como hoy hasta el 15 de Octubre, un sonido atronador nos atacaba desde las cuatro de la tarde hasta la madrugada:
"La joven india en cueros, pasen y vean, la joven india en cueros..."
Y así hasta el infinito. Era mi tierna infancia y siempre supuse que se referían a una india vestida con el traje de cuero que salía en las películas...no veía que interés podía tener pagar para ver eso...ya digo que era un tierno, muy tierno, infante.
Así que cuando empezaba la cantinela huíamos del griterío. Recuerdo la ruta de la Plata, la Garrocha, el Ampurdán...excursiones en coche de toda la familia en las que (la afición gastronómica la he heredado) sabíamos dónde y que íbamos a comer pero no siempre dónde íbamos a dormir.
Luego, en parte gracias al traslado de "Las Ferias", empezamos a quedarnos. Y empecé a salir en fiestas. Organizábamos planes pantagruélicos que incluían todo de la comida a las copas de la cena. Nunca los acabábamos. La mitad salía juma de los toros, o se desmoronaba en la cena o nos abandonaba en medio por una bailarina de "top-less" (eso lo hizo El Chico de la Consuelo y sabe que si no lo digo reviento).
Fue memorable el año(hace quince), en que empezó la bonita costumbre de montar una Oktoberfest local, con banda alemana y jarras de a litro. En aquella primera edición un guardia jurado nos acompaño amablemente a la salida...
Y así hemos ido evolucionando. Yo soy un poco como estas fiestas. No tengo nada original que hacer, no hay nada especialmente extraordinario. Muchas veces tomo el aperitivo con los que van en la Ofrenda (yo no voy nunca), pero si no sale no pasa nada. Muchas veces voy a los toros, pero si no voy no pasa nada, muchas veces voy a un concierto, pero si no voy no pasa nada...y así.
Vamos que me lo paso bien pero generalmente de casualidad. Que quizá es como mejor sabe.
Así que ¡Felices fiestas del Pilar!
¡Ah! y muchas gracias por vuestros mensajes en la semana de bajón

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Actualización de estado

Amables lectores hoy os recomiendo que no leáis este post. Cuando empecé este blog, básicamente lo hice para mi. Para entretenerme y desahogarme. Con el tiempo me fue leyendo gente y procuré hacer entradas más entretenidas y más comprensivas. Pero hoy no. Hoy voy a escribir para mi y porque lo necesito. No os molestéis en leerlo porque es jodido y dejará un mal sabor de boca. La semana que viene volveré con gansadas pero hoy no.
Estoy mal. Pero mal de cojones. Estar en paro es una putada regular. No te la quitas de la cabeza. Te haces 25 km en bici y lo llevas todo el rato martilleandote la cabeza, "estas en paro, estas en paro". Me siento inútil.
No contesta ni Dios, nadie responde a los currículums. Pero nadie, nadie. Ni recomendado por gente del consejo de administración te hacen el menor caso. Somos muchos. Somos muchos a la hora de solicitar un puesto, pasan de nosotros. Normal. Tengo miedo y tengo una sensación absoluta de descontrol. Necesito saber que va a pasar. Me da vértigo. Al último que me ha dicho (esta misma mañana) "pero no te preocupes, seguro que te sale algo" le he contestado "¿y cuando más o menos? para ir organizándome". Estoy borde, no me apetece tratar con gente, padres del colegio, ex-compis de curro...paso. No me apetece andar montando la tragedia por ahí. "No, no tengo nada, no estoy en ningún proceso". Paso. Me quedo con mi familia y mis amigos. De hecho me apetecería quedarme en la cama todo el día. Encerrarme debajo de las sábanas y mandar todo a la mierda.
Me pongo deberes absurdos. Hoy tengo que comprar dos cuadernos para los niños y tomar café con Menganito. Y ya parece que he hecho algo. Patético. Pero es que no hay nada que hacer. Me canso de leer. En tiempos me leí "El Jarama" de Ferlosio de una tacada. 15 horas leyendo. Ahora no puedo, porque lees y al cabo de un rato lo oyes "estás en paro, estás en paro"...
Acabo la comida y se que no comeré nada hasta el desayuno del día siguiente. Con gran cabreo de La Parienta he suprimido la cena. Así a las 8 de la tarde empiezo a tener hambre. A las 11 de la noche estoy muerto de hambre y la tripa me ruge. Controlo mi hambre y eso me hace sentir útil Vuelco mi frustracion en sentir hambre, en controlarla y así tengo algo a lo que agarrarme.
Hacia seis años que no probaba un pitillo. Sólo fumaba puros. Ahora, a veces, me fumo un cigarrillo. Por una parte me marea y me coloca. Y además al cabo de cinco o seis horas me provoca una ansiedad artificial. Controlo esa ansiedad y parece que hago algo. La Parienta también se cabrea con esto.
Pero es que necesito algo a lo que agarrarme. No puedo hacer un curso de dos años, no puedo apuntarme a no se qué porque no llevo suficiente en el paro. No quiero empezar a amargar a compis del curro quedando a contarles miserias. Me pongo delante del ordenador, leo los blogs, los correos, las ofertas y ya no se que hacer..."estás en paro, estás en paro".
Repaso una y otra vez mi pasado, a ver si cometí algún error, a ver dónde empezó este lío...Duermo poco. Salgo por la noche a mirar el cielo, oscuro y sin estrellas, y a pensar en cuando coño saldrá el sol y por donde. Me voy a la cama, muchos días, sin sueño. Y ahí está "estas en paro, estás en paro". Es imposible de callarlo, ni con música, ni con conversación...una mierda.
Estoy mal. Pero mal de cojones.

jueves, 23 de septiembre de 2010

La incongruente muerte y venta de Palomera

Palomera era una ternera de 11 meses de la raza Bruna dels Pirineus Catalans. Mayormente, Palomera, no sabía qué era eso. De hecho casi nadie lo sabía. Palomera era hija de una vaca que era de raza Parda Alpina. Aquí y en la China Popular, que también había. Pero gracias a una sentencia del Tribunal Constitucional, Palomera había pasado a ser de raza Bruna, que es como la Parda Alpina de todo el mundo pero nacida en Cataluña.
A Palomera un día la metieron en un camión y a llevaron a una nave enorme. Dentro de la nave, a Palomera la separaron de sus compañeras. Palomera avanzó, sola y con miedo, hasta una jaula al final de un pasillo. Al entrar en la jaula, Palomera se sintió encerrada de golpe. No sólo eso. Vio, alrededor suyo, sangre y vacas colgando de una pata. Y mugió. Con miedo.
De repente, Palomera noto como dos palos fríos de metal, se deslizaban por su lomo. A los dos lados de su columna. Le pellizcaban y le raspaban la piel. Por si eso fuera poco, una tercera barra, más ancha, le recorrió la tripa. Apretando sus pequeñas ubres contra su tripa y desgarrando la piel en la zona torácica. Palomera tenía los ojos fuera de las órbitas, la boca abierta con la lengua fuera y un miedo atroz.
De repente, las barras que le sujetaban empezaron a girar en el sentido de las agujas del reloj. Palomera perdió pie y empezó a girar en el aire. Braceaba y pataleaba buscando apoyo mientras mugía presa del pánico. Se le dislocó la escápula produciéndole un dolor insoportable. Quedó, después de tres minutos de giro lento, con las patas hacia el cielo. Pero no había acabado su tortura. La parte trasera empezó a levantarse por encima de su cabeza. Su aparato digestivo, caía a presión sobre el diafragma. 40 kilos de tripas le dificultaban respirar. Ya no mugía. Abría la boca desesperada intentando respirar. A duras penas vio un brillante filo que se acercaba a su cuello. Sintió un dolor intenso y noto la sangre, su sangre, que le corría caliente hacia la cara. Justo antes de morir, la sangre le nubló los ojos y le impedía respirar porque le llenaba la boca. Palomera no entendía nada.
Y no se lo hubiera podido explicar nadie. Porque no tiene sentido. En Europa, todo animal que se sacrifica para comer, ha de morir desangrado. Pero para eso, hay que aturdirlo (insensibilizarlo) con un método indoloro y que mantenga el aturdimiento durante todo el desangrado. Pero hay excepciones: el rito kosher de la comunidad judía y el rito halal de algunas comunidades islámicas. Esos ritos están autorizados y no admiten el aturdimiento. El animal ha de morir desangrado y CON sufrimiento. A Palomera le había tocado morir por el rito kosher. Como al 6% de todos los rumiantes que se matan en Cataluña. El rito halal supone un 12% de los rumiantes sacrificados en Cataluña. Si contamos con los que no se aceptan por fallos en el sacrificio, un 20% de los rumiantes que se sacrifican en Cataluña lo hacen en medio de un sufrimiento inconcebible. Uno de cada cinco. Nadie ha protestado frente a esto…
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P.D.: Al cabo de una semana del sacrificio de Palomera, Jordi Juneda fue a comprar carne a la carnicería de su barrio. Jordi era nacionalista radical y de una Asociación de Defensa de los Animales. Había hecho campaña por la abolición de las corridas de toros. Como era un consumidor muy concienciado, compró carne de Bruna dels Pirineus. Lo que no sabía es que esa era carne de Palomera.
Resulta que la religión judía sólo admite el consumo de las algunas piezas del animal (parte del lomo, de las costillas…) el resto como el solomillo, la cadera… sale a la venta normal, sin ningún distintivo que lo especifique…
Pero Jordi Juneda durmió muy tranquilo. La ignorancia es un gran somnífero.

martes, 21 de septiembre de 2010

Tragedia y comedia en una sola mañana

Mala noche. El niño está malo. Con su edad ya nos pilla un poco desentrenados pero bueno. A la mañana lo llevo al pediatra. Opciones: chorrada o enfermedad chunga. Pensamos es chorrada y lo dejamos pasar.
Dieta blanda (sobras mayormente)
Amanece mejor. Muestra de orina y al cole.
Aprovecho para descongelar el congelador y limpiarlo ¿a que no sabíais que eso se hace?. Pues sí. Para ello, lo primero es buscar un sitio donde meter todo lo que tienes congelado para que no se estropee. Yo había ido a ver a un compañero también veterinario. ¿Tienes alguna nevera portátil?. Tenía una pero era de llevar hormonas. ¿Hormonas de qué?, para poner cachondas a las cerdas. Imagino toda la comida pringada de hormonas de poner cachonda…Me la llevo.
Apago el congelador, meto la comida en la nevera portátil.
La Parienta se lleva la muestra de orina, se encarga de que lo analicen y llama:
-Lo único raro es Tal.
Llamo al pediatra a preguntar qué pasa si tiene Tal. Está en consultas. Me llamará.
Oigo un ruido bestial. El hielo empieza a caer dentro de la nevera.
Reviso mis libros de veterinaria. Si hay Tal en orina lo mejor es sacrificar al animal. Un sudor frío me corre por la espalda. Tengo un emasculador preparado para cuando mi hija empiece a tontear con niños, pero de ahí a aplicar una eutanasia a tu hijo…Ese catedrático siempre fue muy bestia. Consulto otro libro. La aparición de Tal está relacionada con el pienso de baja calidad. ¡Y una polla! ¡Si la comida se la hago yo, cabrón, y es cojonuda!. Estoy nervioso. Paseo.
De repente veo un charco enorme en la cocina…el hielo se ha ido derritiendo…joder, joder, cocina encharcada, hijo quizá malo, el pediatra no llama.
Se va la luz.
Normal, el agua se acumula por detrás de la nevera y ha producido un cortocircuito.
Respiro. Muevo la nevera y la lleno de trapos por detrás. Pongo algo para recoger el agua.
Llamo al pediatra. Está en consulta. Pongo mi voz grave de por si, aún más grave. Miré le llamo del laboratorio de Madrid, es para darle el resultado de una biopsia. Se pone el pediatra. Oye pediatra sustituto de mi amigo, mi hijo tiene Tal. Bueno, eso es normal en todos los niños. Respiro aliviado.
Acabo de limpiar el puto congelador. Recojo todo el agua y seco el enchufe. Vuelve la luz. Vuelvo a meter la comida. Llegan los niños. El niño está bien. Les doy comida (no pasada por el congelador).
Llamo a La Parienta para decirle que no es nada. Me dice que no viene a comer. Le digo que he limpiado el congelador. Pues ya de paso saca algo congelado para la cena…
Una sonrisa de triunfo, como un rayo, cruza mi cara por un instante. Igual hasta acaba bien la mierda de día

jueves, 16 de septiembre de 2010

¿Cómo le llamamos?

A raíz de un comentario de la siempre poco alabada Molinos, y un posterior comentario de la ONG Amanita, traigo aquí, a debate público un tema que hace tiempo me da vueltas. ¿Cómo se puede llamar coloquialmente a los órganos sexuales femeninos?.
Porque el tema tiene su dificultad. En el caso masculino está claro. Pene, en una terminología más formal, polla en coloquial (y generalmente como una olla, de aquí a Camboya) y picha en coloquial suave. Huevos y cojones son suficientes para el resto de la genitalidad masculina.
Pero con las mujeres ¡cómo no!, la cosa es más difícil.
Tenemos por un lado Chichi que Molinos dice que es cursi. Yo pienso que Vagina es demasiado científico. Dices “se le levanto la falda y le vi toda la vagina” y parece que te hayas metido allí con un espéculo en busca de miomas. Podría ser Coño pero de tanto usarlo como taco, queda poco serio usarlo por ejemplo en plan romántico:
-“Cariño me encanta como te has depilado el coño
-¿Qué?
-Que me encanta
-Si te encanta como me he depilado pero ¿qué ha pasado?
-Nada
Ah! Como has dicho coño…”
Cómo siempre he acudido a los clásicos en busca de respuestas. En la maravillosa canción “No existe el orgasmo vaginal” de Rakel Winchester dice:
Tu te crees que un orgasmo
vaginal he tenío
y yo pienso solamente
que no me he corrío.
Mete saca y sólo tengo
el chumi escocío

Eso dejaría Chumi como opción, pero en algunas zonas Chumi es un nombre. Eso invalida también el Pepe. Lo de Chumino queda como ordinario.
Chocho para mí que es demasiado basto. Y Vulva no deja de ser una metonimia ya que tomas una parte por el todo, lo mismo ocurre con Felpudo. Hablando de todo, el otro día escuché en la radio que le llamaban el Toto. No sé de dónde ha salido pero para mi gusto es un nombre demasiado rotundo para el tema.
El potorro es un salero como todo lector de Barbijaputa sabe. Me niego a usar nombres como higo, raja, almeja o bajos (que son del coche y no de la anatomía femenina). El tema o el negocio se le llama en determinados ambientes pero puede dar lugar a equívocos. Si le dices a una “se te ve el negocio” puede pensar (al vérselo) que la estás llamando puta.
Como localismo, en Aragón se le llama en algunas zonas Chorrin o Chirri, pero se usa más en referencia a la función miccitoria que a la sexual. Salamandra en un comment propuso Parrús, pero a mí me suena un poco a chiste. Como que es de Forges.
Así que me estoy dando cuenta que quizá el primer problema entre hombres y mujeres es ¿cómo le llamamos a eso?. Yo propongo llamarlo Javier. Parece estúpido, pero daría sentido a la canción:
Yo no me llamo Javier
deja ya de joder