jueves, 9 de octubre de 2008

Reuniones

Las reuniones. Creo que cuando llegas a tener un montón de reuniones, es el momento de sentirte realizado como ejecutivo. Sobre todo porque en las reuniones nunca, digo NUNCA, se trabaja. Son un gran invento para perder el tiempo.
Recuerdo mi primera reunión seria. Dos ejecutivos de marketing, la directora de una empresa de publicidad y yo como responsable de la gerencia. Todos poníamos caras serias y decíamos palabras complicadas...¡Y todos teníamos menos de 30 años...!.
No sabía si correrme de gusto o echarme a llorar.
R.P.L. me dijo un día. "He decidido que todas las reuniones que haga van a durar como máximo 20 minutos". Pensé que era un pobre infeliz. Hoy es empresario de éxito. Sobre todo porque se dedicaba a trabajar en vez de reunirse.
Hubo una gloriosa reunión en Bruselas en que uno de los ejecutivos monto un chat en Internet, y ahí estábamos todos con nuestros portátiles, haciendo como que trabajábamos y diciéndonos guarradas por el chat...
Yo he escrito mucho en las reuniones, a mano, en cuaderno que llevaba para hacer como que curraba. En la próxima entrada os pondré los comentarios que copie en alguna reunión absurda...

miércoles, 8 de octubre de 2008

Hablo con Conchi y le explico que toda la empresa está a medio gas esperando los resultados de la consultora que va a opinar sobre nuestra nueva estructura.
-Pues nada, hoy martes, hasta el viernes no tendreis nada.
-Pero mujer, si ya han acabado todo el estudio y han redactado las conclusiones-le contesto.
-Ya, pero los consultores llaman los viernes cuando se trata de cuestiones de personal ¿no lo sabias?.
No lo sabía y además me quedo acojonado al saber que hay dias de la semana diferentes para tratar según que problemas.
Este es el ejemplo de lo que yo entiendo por una "empresa imbécil". Es la empresa que no es que no crea en la calidad, la excelencia, las normas... Es la empresa que cree que eso es La Biblia y ìerde de vista lo que realmente importa. Conozco tres multinacionales desde dentro. Una de ellas de las que cotizan en Wall Street y es de las importantes en la economía mundial. Pues bien, son tres "empresas imbéciles" con humanos supeditados no a las máquinas sino a las normas.
La inteligencia, la creatividad, la honestidad... están por encima de la norma, la ISO, la planificación estratégica... pero hay ejecutivos, jefes, administrativos... que no ven eso.
Este es, va a ser, el diario de un ejecutivo de esas empresas imbéciles. Aqui volcaré las estupideces de la reuniones y lo que anoto mientras parece que trabajo. Mis anotaciones hablando de la angustia, el sinsentido y la amoralidad de todo lo que se vive dento de estas estructuras.
La mayor parte de las entradas, las escribo durante las reuniones interminables, tiene tela lo de las reuniones... Eso lo contaré otro dia.