jueves, 17 de octubre de 2013

Hacia el fondo, sin freno.


No tengo muy claro lo que quiero escribir. No lo sé. No sé si despotricar de los sindicatos, si cagarme en los políticos o si pedir armas directamente.

Estamos tocando fondo y nadie hace nada. Nos están hundiendo.

“Te estás riendo de mi. Eres imbécil y estás despedido”

Ayer pasó eso. Delante de mí y de otra gente. Y nadie dijo nada. Miramos para otro lado y pusimos cara de circunstancias. Porque claro, a ver quién se juega el tipo y sobre todo el curro.  Tragamos todo. Hemos perdido todos o casi todos nuestros derechos. Nadie se atreve a reclamar nada ni a exigir nada. Porque fuera la cosa está muy mal.

Pero cuando te haces tan dependiente de algo pasas a ser un esclavo. Lo saben, por eso lo explotan, para esclavizarnos. Los trabajadores tenemos la suerte de tener trabajo. Y por eso tenemos que tragar con todo.

Nadie está ahí para luchar contra esto. Y todos lo estamos aguantando.

Ni siquiera sé por qué pongo esto en un post. Igual es simplemente para intentar lavar mi conciencia. Porque yo también lo vi y tampoco hice nada.