miércoles, 5 de mayo de 2010

La vamos a liar...

Supongo que no os lo vais a creer pero os juro que es verdad y que está pasando. En mi empresa un iluminado decidió mandarnos a siete a un congreso que no nos apetecía nada ni nos valía para nada. Nos lo dijeron la semana pasada. A mí me tocaba jueves y viernes, que trataban los temas que presuntamente me importaban.
Pero me llamó el jefe y me dijo que a él le tocaba lunes y martes y que pasaba que por favor fuera en su lugar. Otro compañero me dijo que le cubriera el miércoles…a la vez yo el jueves me iba a ver a Patxi y le dije a otro que me cubriera… Cundio el pánico, la mala gana y la desidia en general respecto al congreso...
Consecuencia: Estamos apuntados siete a un congreso donde nunca vamos a estar más de dos (a 700 euracos la inscripción), por si fuera poco, al que le interesaba se puso malo el primer día y se lo está perdiendo.
Además pasamos de las comidas y cenas del congreso y nos estamos yendo de tapas por nuestra cuenta.
No ha habido nadie que vaya a la mitad de las sesiones. A todas ya ni soñarlo.
Ayer me aburría y me fui a casa.
Hoy he vuelto.
De hecho ayer sólo durmió uno en la ciudad del congreso… Nos estamos dejando una pasta en el AVE...
Los de la recepción del hotel alucinan con nuestros jaleos y las habitaciones vacías que pagamos para toda la semana…y con que todos los que estamos vayamos a dormir la siesta al Hotel…
Por si fuera poco, alguno ha venido dos o tres días y ni se ha pasado por el congreso. De hecho en mi habitación tengo las acreditaciones de dos y no me las han pedido…
Lo mejor es que nadie sabe quién hay en cada momento, nos vamos poniendo mensajes (estoy en el Hotel, estoy de cañas, estoy en el congreso…)
Es como lo de faltar a clase, pero a lo bestia y con cuarenta tacos. Nos estamos divirtiendo con la tontería…pero se va a enterar alguno y la liaremos.
Pero mientras tanto ahí seguimos (“te hacen unas cañas?””paso voy a dormir””¡si son las 12 de la mañana””pues por eso”)

lunes, 3 de mayo de 2010

Primos

Mi familia tiene rasgos de clan. Mi familia en algunos casos es completa y absolutamente tribal. Nos juntamos y estamos perfectamente jerarquizados. Cada uno sabe quien va delante y quien va detrás. En edad, dignidad y gobierno que decía el Catecismo.
Eso tiene muchas ventajas, no las voy a detallar ahora, pero sobretodo favorece la interacción con los primos.
Los primos son gente con la que tienes una relación especial. No son tus hermanos, con ellos no te peleas con tanta frecuencia, pero son más que los simples amigos. Porque saben mucho de ti. Con mis primos yo he tenido siempre una relación especial. Las conversaciones con mis primos no estaban tan mediatizadas como con mis hermanos. Para mis hermanos yo era el pequeño pero con mis primos estaba por en medio. Y además ellos no estaban hartos de escucharme…me daban cancha porque me tenían mejor considerado.
Las conversaciones con mis primos eran inacabables, hablábamos de todo: de sexo, de religión, de ligues de amigos, de novios…aprendí más de “asuntos de mujeres” escuchando a mis primas que conviviendo con mis hermanas. No veía mucho a mis primos pero en cuanto los veía ya estábamos ahí. Como si no hubieran pasado seis meses.
Las conversaciones con mis primos, a veces, me permitían oír a mis hermanos cosas que a mí sólo no me hubieran dicho. Pero en la conversación de todos, me dejaban oírlas. También me permitieron dar consejos a otros más pequeños. Nos enriquecimos hablando de música, de libros…Soportamos las adolescencias estúpidas de unos y otros. Las épocas de hippy, la época de fumar de todo…
Lo bueno, además, es que con el tiempo no ha cambiado. Nos hemos casado, hemos tenido hijos… y ha seguido la misma conexión entre nosotros.
Mis primos han sido una parte fundamental en mi educación.
Hoy mis hijos no tienen primos. Casi no tienen primos y casi no conviven con ellos. Entre que a mis hermanos les ha dado por la soltería, las familias son más pequeñas y que nos hemos dispersado geográficamente…
Y a mí me dan pena. Les va a faltar algo.