viernes, 28 de octubre de 2011

Yo, el manitas


Soy un artista del bricolaje. Prácticamente me puedo considerar semi-profesional. Pocas cosas se resisten a mi habilidad, electricidad, fontanería, pintura….me refiero a eso y no a los apaños individuales. Que lo hay que explicar todo.
He llegado a un ponto de perfección tal, que incluso mi amigo J B (que su mujer a veces me lee y no me dejaría mentir) me ha hecho llevar mi taladro y resto de utillajes en las visitas a su casa.
Pero todos, a veces, podemos tener un fallo. Lo bueno es cuando el fallo es discreto y se entera poca gente. Y lo malo lo que me ha pasado a mi.
Estando en el fin del mundo, en una cena con gente más o menos importante, me llama La Parienta.
-Salta la luz
-Vale, el diferencial está en…
-¿Te crees que soy tonta? Salta la luz, y el diferencial no engancha….
-Vale. Eso es que tienes un cortocircuito, a ver, baja la PIA
-¿La qué?
Obsérvese que uso terminología compleja. Es lo que tiene ser experto…para vosotros queridos lectores poco habilidosos (no va por nadie en especial ¿eh Moli?), os explicaré que el problema era difícil. Uno de los problemas más complicados de identificar en una instalación eléctrica. Pues bien, a miles de kilómetros de distancia y usando el lenguaje apropiado, conseguí detectar el problema y aislarlo. Celebración y triunfo.
Al día siguiente, un poco resacoso por la (prematura) celebración, me llama La Parienta.
-Que no es la tele, que sigue saltando…
Total que mal. La Parienta está hasta los huevos de pasarse un par de días sin luz, ordenador, tele…decide llamar al técnico.
Cuando llega el técnico, yo hago de ayudante bueno. Tengo un informe, que ha preparado La Parienta de todas las pruebas que le he pedido que haga en mi ausencia. Por si fuera poco guío al técnico por todas las cajas de registro y le voy desmontando inventos. Abriendo tapas y tal…el tío alucina. Yo creía que por mi supercapacidad, con la cual le estaba diagnosticando un fallo generalizado y la necesidad de recablear gran parte de la casa. Pero no, alucina…de mi estupidez.
-Si, si, majo…eres un aficionado de primera. A ver ¿Qué habéis puesto nuevo en la casa?
-Nada, ¿seguro?
-Bueno, una alargadera, nada más…
-Ya, ¿de donde salió la alargadera?
-Je, es buena esa, compre el macho la hembra y el cable y la hice yo…-conteste muy ufano. A ver si se pensaba que era de los chinos o así…
-Vamos a verla, dijo con un cansancio infinito…
Abrió la alargadera, en la parte de enchufarla…un tornillo, un cable fuera de sitio…Palidecí.
Cuando llegó La Parienta, llevaba media hora pensando.
-¿Ha venido el técnico?
-Eeee, si.
-¿Lo ha resuelto?
-Ssssssi.
-Y ¿Qué era?, porque vamos, un fin de semana sin luz, yo sola con los niños, sin calefacción, sin tele, ni películas, ni música, ni ordenador…vamos ¿Qué era?
-Esto…te he echado mucho de menos ¿sabes?
-Si y yo… ¿Qué era?
-…
Y nada, que me han reñido…

lunes, 24 de octubre de 2011

Viendo a través de tus ojos

Hola papá:
Lllevo dias sin verte, estoy fuera. Me ha llamado La Parienta para decirme que ya no oyes casi nada. Da igual, no importa que no oigas. Hace tiempo que dejaste de escuchar. 
No recuerdo que nunca pudieramos conectar tu y yo. Tengo dos recuerdos de momentos en que casi lo logramos. Uno cuando era pequeño, muy pequeño. Te lanzabas por las cuestas en la bici del abuelo, a toda velocidad, conmigo sentado en la barra, una barbaridad. A cualquiera que te conozca le resultará increible que tu hayas hecho eso. Más adelante, después de la mudanza, ibas los domingos a comprar el periódico y yo iba contigo. Solos. Hablaba y te contaba. Pero creo que ya entonces mirabas las cosas de otra forma, me mirabas como un espectador. No conectabamos.
No se cuando dejaste de conectar con todo. Cuando el mundo empezó a parecerte  incomprensible y te sumiste en ese agujero de tristeza. Cuando empezo esa magnifica habilidad para hacernos daño a los de tu alrededor y alejarte de todo. 
No, no te estoy culpando. No te echo la culpa de nada. Yo conozco tu tormenta interior. Estoy seguro que todavía hoy sería capaz de encontrar el escondite de tus agendas. Tu no lo sabes pero las encontré de adolescente...agendas y más agendas, minuciosamente ordenadas, donde anotabas todos tus pensamientos, tus ideas, tus neuras. Poca gente habrá que haya escrito tanto. Y con pluma y esa letra perfecta. Yo he leido algunas de ellas y he visto, me he asomado a ese poz negro que llevas dentro.
Toda tu vida te estuviste examinando, te exigiste todo. Tres carreras, una detrás de otra, a golpe de matriculas de honor. Para que fuera gratis. Luego las cuatro oposiciones, una detrás de otra. Y luego empezaste a juzgar el entorno. Cuando ya estabas arriba del todo. Y claro el entorno no estaba a la altura. Nadie hemos estado a tu altura.
Pero tu no podias entender eso. No podias entender como las cosas no funcionaban como en tus estudios, estudio, me lo se, avanzo, estudio....no. La vida no es así, la vida es aleatoria...y claro eso te desconcertaba. Y leias y leias cada vez más, para tratar de entender. Te ibas sumiendo en un mundo intelectual. Nunca has conseguido entender los sentimientos, creo, por eso te leiste infinitos libros sobre ellos. Tenias unas teorias magnificas sobre la felicidad, hablabas muchisimo de la felicidad. Pero creo que nunca conociste la felicidad. Al menos dejaste de conocerla pronto, cuando yo era pequeño.
No se en que momento se te metio un filtro negro en la cabeza. No se en que día exacto. La Parienta, a veces, me ha ayudado a tratar de encontrarlo. Pero no lo sé. De hecho hay quien dice que siempre ha estado ahí. Pero hace años que estás atormentado, desconectado. Sufres, te tortura tu magnifica inteligencia, no eres capaz de nada que no sea analizar y pensar todas las posibles causas de dolor y sufrimiento de tu entorno.
Me da miedo como eres. Me da miedo ese abismo negro que te ha tragado, que te alejó. No hemos podido sacarte de ahí, nadie. Creo que los psiquiatras te hicieron  bastante daño. Creo que no fue buena idea que fueras, o quizá que fueras a los que fuiste...
Yo sin embargo, cuando iba al psiquiatra, dije una frase que me asustó: "me da miedo lo que veo de mi padre en mi". Que genes tan horribles portas, que sangre atormentada puedes transmitirme...a veces La Parienta me dice "no empieces como tu padre que me voy...". Me da pavor acabar como tu.
Pero hay semanas que soy incapaz de salir de mi. Hay semanas e que cualquier cosa que me dicen es un mazazo. Uno y otro y otro. Todo, hasta la menor de las gilipolleces me va destrozando. Me acuero de ti y me da miedo.
Y ahora igual ya no oyes, pero eso es lo de menos. Hace tiempo que te desconectaste, que no contabas. Y hoy, agotado despues de una semana horrible, he recorrido las calles llorando. Pensando en ti, en tu pozo negro, sintiendome como muchas veces te has sentido tu. Y me he asustado, de mi. Y de ti.Y de mi hijo, en el que me temo que también hay cosas de ti.
Pero igual sólo es que estoy cansado, y a lo mejor, es que necesito volver a casa. Eso espero porque mañana vuelvo.