miércoles, 27 de febrero de 2013

El perfume del amo del universo

El otro día hablaba ECDC de colonias y recordé una historieta que no os he contado aquí.
Estaba yo en el reino Saudí, visitando a tipos de esos con turbante y gemelos, con cara de satisfechos de su vida. Tres o cuatro mujeres y millones. Amos del mundo
Iban maqueaos a modo. Con el turbante de gala, chilabas con gemelacos de oro...toda la parafernalia. Con el primero me corté, con el segundo también, pero al tercero ya no me corte:
-"¿Te puedo hacer una pregunta personal?"
Se sorprendió y afirmó con la cabeza con un gesto, expectante.
-"¿Oye, que colonia llevais que oleis todos genial?"
Se echo a reir, me explicó que como el alcohol está prohibido (a veces incluso te retiran la colonia en la aduana, no te vayas a hacer cubatas con Kouros), maceran especias y similares en aceite en las casas. Y ese es el perfume que usan.
-"¿Y yo no puedo tener uno de esos?"
Al tío le caí en gracia y me dió una dirección.
Cuando llegue y entré, la intensidad del perfume me abofeteó en la cara.
No soy muy dado a sutilezas, así que empecé a explicarle al tío (que sólo hablaba árabe) que quería un perfume de esos intensos. Se empezo a enrrollar sacándome muestras de perfumes ligeros y frescos. Y le aclaré, que no coño, que yo quiero de los que marean.
El alquimista se dió por vencido, saco una muestra mareante. Este, le dije, este quiero. Se metió en la rebotica y se puso a prepararmelo. Salió en un cuarto de hora con un botecito pequeño, precintado, con adornos metálicos y en una funda de cuero. Total 20 euros. Un chollo.
Me advirtió: "dos gotas duran tres dias", pero debió de ver que no me lo creía mucho, o que le daba la razón del tonto. Y entonces me pidió que me quitara las gafas. Cuando lo hice, con un pulverizador, me roció con el resto que había quedado en el recipiente donde lo había fabricado. Y masculló algo así como "para que aprendas...".
Salí del sitio contentísimo, y oliendome muy bien. A mi. La gente se apartaba ligeramente a mi paso...Cuando subí al taxi, me di cuenta que a los dos minutos el taxi olía como para marear. Y el taxista me miraba, lo mismo pasó en el hotel...al día siguiente en el avión (con ducha en medio, que yo soy muy limpio) seguía oliendo. Y juro que el botecito de marras ni lo había abierto...
Al llegar a casa, 12 horas después, La Parienta me preguntó "¿que colonia llevas que marea?", le conté la historieta y miró el bote con reparos.
A los dos o tres dias, decidí volver a probarlo. Pero no me puse dos gotas, se me fué la mano y me puse cuatro. Porque cuando te lo pones no huele casi nada, pero luego va cogiendo fuerza. Incluso si te acaloras empieza a emanar de tí. La Parienta me prohibió volver a usarlo, y la peña me preguntaba que si se me había caido un muestrario de perfume encima.
Y el caso es que a mi ese perfume me gusta. Pero ahí está, arrinconado con la botella de litro de Varon Dandy, que tampoco me dejan usar. A veces cuando me voy de viaje me lo pongo.
Y casi siempre me dejan vacio el asiento de al lado en el avión.