jueves, 2 de septiembre de 2010

Consideraciones varias de la vida de marujo

Mi vida actual es ser un marujo. O sea me dedico a las tareas del hogar. Esto me lleva a varias reflexiones que creo interesantes. La primera es delimitar claramente tu trabajo. Es difícil. La casa, cualquier casa, es una fuente inagotable de trabajo. Hacerlo todo es imposible. Así que tienes que descubrir la tolerancia a la mierda de tu pareja. Tienes que averiguar que es lo que para tu pareja resulta intolerable. Por ejemplo, si tu pareja no soporta las borras corriendo por el pasillo, o las migas en la vitrocerámica...pues hasta ahí es donde tienes que limpiar. No más. Porque si te pones, no paras hasta el infinito.
Luego es interesante hacer al principio lo peor. Yo odio hacer las camas. Así que las hago lo primero y ya el día se queda más despejado...Hay cosas buenas. Por ejemplo cocinar. Cocinar es divertido y además te lo agradecen. Ahora bien, tiene su parte chunga. Pelar tomates, pimientos, limpiar verdura...todo eso son trabajos que son propios de marujo. Si curras te compras la verdura en botes y ya está. Pero como no curras has de comprarla fresca y currartelo. Necesitas tiempo pero está bien. Y compensa. El coñazo de la comida es pensarla...estoy pensando en hacerme un Excel con todo el mes...
Esto me dará para una entrada nueva, lo de comprar. ¿Por qué la pollera y el de la verdura son simpáticos y el carnicero siempre tiende a chulito?...lo hay que investigar. Luego están los recados. Eso es un mundo aparte. A mi se me casco el ordenador. Llamé al Chico de la Consuelo que gracias a su trabajo absurdo siempre tiene listados de gentes de todos los gremios y días de vacaciones pendientes. Me dijo un informático para arreglarme el ordenador. Allí me plante y...era un lángido...me lió y me he puesto el Windows 7. Dijo 24 horas y han sido 6 días...Así que voy atrasado en blogs. Los informáticos son así. Bueno Pablo Martín no, que es majo y , me escribió un mail hace poco muy cariñoso. El seguro que hace las cosas a tiempo.
Pero bueno, yo me imagino a mi suegra quejándose todo el día de lo duro que es llevar una casa y me parto. Llevar una casa es cojonudo. El trabajo es fácil y entretenido, te da para leer, enredar en el ordenador, oír música...vamos que está bien. Eso si, cuando los niños empiecen el cole...va a ser celestial...
Los niños es bueno llevarlos a todas partes. Te plantas con los niños en cualquier sitio y generas una corriente de simpatía inmediata. Facilitan cosas...salvo con el informático. En las tiendas te tratan mejor...Vamos que el aspecto de padre soltero te da puntos.
Y luego hay que cuidarse un poco. Yo, por ejemplo, si ahora, de pie, miro hacia abajo, me veo la picha. Ojo, sin empalmar,¿eh?, que a mi empalmado se me ve desde la estación espacial, como a la muralla china. Pero verme la picha sin empalmar es algo que no me pasaba hace un tiempo. Vamos que de hecho me pongo y me quito los pantalones sin desabrochar ni el cinturón...
Total que todo tiene su ciencia y de todo hay que saber. Así que ahora, cuando oigo a las marujas quejarse de lo duro que es todo el día en casa y sacar todo adelante...me parto. Vamos que no cuela.