miércoles, 4 de julio de 2012

Vacilándome


No solo en Israel iba a haber problemas para entrar. En sus antípodas ideológicas esta el Reino Árabe, tan lejos y tan cerca…dónde la entrada me ha dejado sumido en una duda y no se si me han vacilado o he estado con el as de los servicios secretos del reino. No es fácil entrar aquí, no hay visados de turista. Sólo de trabajo (invitado por alguna empresa local) o en los cupos de gente a  la que se autoriza a viajar a las ciudades santas. La reglamentación de entrada es tremendamente restrictiva. Te pueden pedir hasta un certificado de que no tienes el SIDA. Y como están prohibidas la pornografía y el alcohol, te puedes encontrar con que en la aduana te requisan la colonia (por si te ibas a hacer cubatas con ella, que son 90º) o te encienden el portátil y te ves explicando que ese archivo con el nombre de “Japonesas húmedas” es un conjunto de fotos sobre las terribles secuelas del tsunami y no otra cosa…
A mi no me ha pasado nada de eso, no me han requisado la colonia y mis archivos no eran sospechosos por el titulo. Pero al ir a ser entrevistado por el agente de aduanas se ha quedado conmigo, me ha vacilado o en su defecto he estado con James Bond versión árabe.
La conversación se ha desarrollado en un inglés perfecto, sin la dureza que le dan los árabes con ese acento tan gutural. Me he acercado a la garita y, antes de sacar el pasaporte del bolsillo, me ha preguntado:
-¿De que parte de España viene?
-Pues…de Vetusta, entre Madrid y Barcelona, no se si le suena…
-Mmm, se han librado de bajar a segunda por poco este año ¿eh?
Sorprendido le he pasado mi pasaporte y lo ha comenzado a mirar:
-Pero aquí dice que es de A Coruña.
-Si, es dónde nací…
-Bueno, han subido a primera, este año ha tenido un buen año en fútbol…
-Pues si, pero no crea que sigo mucho el futbol
Mientras iba repasando las hojas de mi pasaporte, visados y sellos de todos los países dónde he ido con el pollo frito…
-Cielos, usted viaja mucho…¿nunca ha pensado dedicarse al tráfico de armas?
-¿Cómo?- Alucino
-Hombre, pasea usted por países de alto grado de peligrosidad, El eje del mal, África… Me extraña que no haya ido a Israel, tiene otro pasaporte, ¿verdad?, uno para ir a Israel y EEUU
-Eh…-bloqueado por la pregunta pierdo los reflejos, también porque el perfume que llevan estos tíos, macerado sin alcohol, marea bastante- pues si, tengo otro pasaporte.
-¿Si?, oiga y ¿es con el mismo número o con otro?¿con la misma caducidad?
Charlamos un rato sobre el segundo pasaporte, sin que se decida a ponerme el sello de entrada. Luego me pregunta del pollo frito y vuelve a sacar lo de las armas:
-Insito –me dice- debería pensar lo de dedicarse al armamento, mucho más lucrativo. Y más o menos tendría que viajar lo mismo
-Claro, pero seguramente no dormiría tan tranquilo…
Sonríe y, por fin me pone el sello que autoriza mi entrada. Bienvenido, me dice.
Pero a mí me queda una duda, algo que me da vueltas en la cabeza desde el principio. Así que se lo suelto:
-¿Te puedo hacer una pregunta?
Afirma con la cabeza, sin ninguna expresión en la cara
-¿Cómo has sabido que era español antes de que te diera el pasaporte?. Lo llevaba en el bolsillo, no has podido verlo y vengo en un vuelo desde aquí al lado. No me suelen identificar por mi aspecto y tú ni siquiera lo has preguntado, lo has afirmado desde el principio.
Se ríe, enseñando una dentadura perfecta, se coloca hacia atrás las alas del turbante aprovechando para lucir los gemelos de oro de la chilaba de puño francés y me dice:
-Estamos entrenados para eso.
Recojo y me marcho. Cuando he andado diez pasos me doy cuenta y me vuelvo. Pero no se puede retroceder. El ya esta examinando otro pasaporte y a mi un policía me invita a seguir hacia delante. El agente de fronteras levanta la cabeza y me ve, con mi lío mental, se vuelve a reír y me guiña un ojo. Yo sigo andando alucinado.
La última frase me la ha dicho en un español perfecto.

lunes, 2 de julio de 2012

De todo hay grados


No se si me voy a meter en un jardín, pero a estas alturas del blog comprenderéis que me da igual. Lo único si NaN o Di tenéis a bien leer este post, por fa tomaros una tila antes.
El caso es que soy responsable del pollo frito en una zona que abarca 15 husos horarios diferentes. Toma ya, alucina Felipe II. Y hoy, me ha dado por pensar en los grados del machismo. Machismo, lo que se dice machismo en la sociedad, el de desprecio sistemático a la mujer, abunda en dos tipos de países.
Tenemos el machismo que crea el fundamentalismo islámico. Yo creo que el Islam incluye el machismo en su propio fundamento. Una religión donde el cielo es “un jardín con ríos de leche y miel y cincuenta vírgenes de senos eternamente jóvenes” parece un poco machista. Sobre todo porque no tengo claro que harán las mujeres en ese cielo, salvo algunas (un saludo a todas mis lectoras estupendas). Pero dentro del machismo de la sociedad islámica hay categorías. No es lo mismo una sociedad donde la mujer no puede trabajar, ni salir a la calle con la cara descubierta, el hombre se puede casar con cuatro mujeres a la vez y el divorcio consiste en echar a la mujer a la calle (no se especifica si de una patada o no) que en países donde trabajan, conducen, pueden salir a cenar solas a un restaurante…pero tienen que llevar velo en la cabeza. Hay una diferencia sustancial.
El otro tipo de sociedades que son absolutamente machistas son los países que pasaron por la dictadura comunista. Ignoro por qué cuarenta o cincuenta años de comunismo, dónde se supone que se le enseñaba la igualdad a la gente, donde la mujer trabajaba y participaba han dado lugar a estas sociedades. Pero el machismo en esas sociedades es tremendo. La mujer ha pasado a ser un objeto absoluto. La presión social sobre la mujer para que este buena, sea complaciente y se someta al varón es tremenda. Los modelos que se le proponen de mujer, el trato diario en la sociedad, el acoso sexual constante en el trabajo y el desprecio al que le someten desde las autoridades hasta los vecinos (ser independiente te califica de “solterona” a partir de los 26) tienen que hacer la vida un infierno.
Y ahí es donde viene a elucubración mía. Descartando los países de islamismo radical, donde el trato a la mujer atenta directamente contra los derechos humanos, creo que el machismo de los países islámicos moderados es menos opresivo que el de los países ex comunistas.
Creo que el machismo comunista parte de una concepción que desprecia a la mujer y la transforma en un objeto sexual para el hombre. El machismo islámico, sin embargo, parte de un respeto a la mujer. La idealiza en una triada: “virgen-esposa-madre” que le da un rango a la sufridora del machismo mucho más soportable que el que le confiere ser mujer objeto.
Estoy convencido que vive más cómoda una mujer en el machismo de la sociedad islámica moderada que en la opresión de un país de los que formaba la URSS.

Hablando el otro día con una experta en el tema, con los últimos 6 años de trabajo repartidos entre Argelia e Irán, que es algo que imprime carácter como algunos sacramentos, me comentaba: “desengáñate, lo único que acaba con el machismo es el desarrollo económico de la sociedad”.
Pues no lo sé. No estoy seguro de que no encontremos en la sociedad desarrollada un nuevo tipo de machismo, más sutil, el exigir a la mujer (incluso las otras mujeres) que vuelva a definir su papel, si trabaja que renuncie a la familia, si tiene familia que renuncie al trabajo, que no se pueda permitir ni un fracaso…
Quizá es que el machismo es inherente a la especie humana.