martes, 8 de marzo de 2016

Tengo un apartamento en Medellín

Tengo un apartamento en Medellín.
El peso colombiano se ha hundido, y si sabes moverte, los precios de los hoteles en Colombia se han vuelto poco menos que ridículos. Así que la semana pasada hotel de lujo en Bogotá, y esta semana, al precio de un hotel normal, tengo una suite/apartamento en Medellín.
Me gustaría que vinieras. Que estuviéramos todos. El apartamento tiene una cocina pequeña americana, lo suficiente para hacernos el desayuno y la cena. También tiene un sofá. Grande y cómodo. Podríamos sentarnos a ver la tele.
La tele de mi apartamento en Medellín es yo creo que el doble de la de casa. Está sobre una base que le permite girar 360º. Puedes verla desde el sofá, desde la cama o, como estoy haciendo mientras escribo, desde la mesa de trabajo.
Mi apartamento de Medellín tiene una cama descomunal, quepo de sobras a lo largo y a lo ancho. no te imaginas lo que podríamos hacer en esa cama. Entre otras cosas dormir sin pelearnos por la conquista del centro como los políticos cutres.
Tengo un apartamento en Medellín. A nuestro hijo le gustaría, es cómodo y tiene un sillón en el que podría sentarse mal. Y tiene internet a velocidad de vértigo. Los ventanales dan al Parque Lleras, podríamos salir a pasear por el parque, a nuestra hija le gustaría. También podríamos acercarnos a ver el jardín de las orquídeas en el botánico. Se lo pasaría en grande.
Podríamos estar aquí los cuatro. Cabemos de sobra. Por la mañana me vienen a buscar los coches que me envían los clientes, me pasan por anticipado el número de la matrícula y el nombre del chofer. Eso después de que me hayan servido el desayuno en la terraza.
En mi apartamento de Medellín dejo la ropa sucia encima de la mesita que hay delante del sofá. Y antes de las 6 de la tarde (hace un momento) llaman a la puerta y me la traen limpia. Cuando vuelvo de trabajar puedo elegir donde comer, mi apartamento en Medellín tiene acceso a una galería exclusiva donde hay restaurante colombiano, italiano, caribeño...incluso una cafetería hipster.
Puedo ir al gimnasio por la tarde, después de comer, está en el piso 21. Y da al parque que limita con el edificio de Davivienda.
Tengo un apartamento en Medellín, vivo esta semana como en un sueño de película. Tengo un apartamento en Medellín como si fuera de los amos del universo.
Pero no estáis aquí. Y yo quiero volver a casa, a pelearme por un sitio en el sofá que a duras penas cabemos 3, a la tele con menos pulgadas y a tener que recoger y colgar la ropa. Y a no tener chofer ni gimnasio en el piso 21. Y a desayunar por turnos, organizados para no bloquear el baño por las mañanas. 
Porque todo esto me parece irreal, provisional. Si no estáis aquí, esta vida sin vosotros, no tiene sentido.
Tengo un apartamento en Medellín, pero que poco me compensa a mi tener un apartamento en Medellín.
Os echo de menos.