miércoles, 9 de noviembre de 2011

Jugando a Willy Fog

Desde el primer viaje que lo haces, por qué negarlo, ilusionado; vas cogiendo experiencia de qué es lo realmente importante y qué es superficial. Y así vas acercándote a un estado muy cercano al Nirvana viajeril, que es cuando ya no te altera ni te importa el destino que te pongan por delante. Tu ya tienes tu rutina hecha, ya sabes como van las cosas y te manden a donde te manden sabes que vas a estar, sino bien, al menos sin grandes sorpresas. Eso es la organización del profesional del viaje.
Así que voy a explicaros como me preparo un viaje, cuando ya viajar es lo habitual, uno adquiere ciertas costumbres, que pueden parecer sorprendentes pero que son garantía de bienestar.
La gente, normalmente, cuando prepara un viaje se mete en la web del hotel para ver si hay piscina, spa, gimnasio y si está céntrico. A mi lo único que me preocupa es hacer la reserva con garantía de cama grande, aire acondicionado y/o calefacción individual e Internet de alta velocidad. Todo lo demás me sobra. Si acaso, que esté cerca del aeropuerto. Total no voy a pasear, lo más que puede pasar es que si en el centro hay atascos pierda el avión… Luego viene cuando te llama La Parienta y te dice “¿has visto la terraza?” porque ha visto en Internet que el hotel tiene una terraza con vistas…y quedas como un capullo.
La gente mira a ver si en el vuelo le dan de comer, compara los precios en distintas compañías y como llegar del aeropuerto al hotel. Yo ya sólo me preocupo de volar en una aerolínea de las cómodas y que me den un sitio tipo salida de emergencia o similar con los puntos de tu tarjeta de viajero frecuente. Y es que de una aerolínea a otra van unas diferencias abismales. Y no sólo las de bajo coste (que no usamos) sino las normales, que por ejemplo Iberia cada vez nos deja menos sitio.
Los turistas, se preocupan de estudiar los medios de transporte en el lugar de destino: metro, tren, autobús…Yo me alquilo un coche de gama media y a ser posible de algún modelo de fabricación o de comercialización local e intento que me suban al de categoría superior. Porque si voy a conducir, por lo menos que sea un coche diferente. Que tanto como para hacerte ocho horas de avión y conducir un Golf, pues no. Que sea diferente. Muchas veces ni siquiera llevo un mapa de carreteras del destino, pero llevo CDs con música para el coche. Que  luego te pierdes y la radio local es una mierda…
Una persona normal que viaja, consulta el tipo de cambio de la moneda local. Seguramente incluso compras desde aquí moneda de allí. A mi ya, lo único de lo que me preocupa es de que la Visa funcione. Por si acaso, llevo un remanente de dólares USA, que es la moneda universal.
El viajero ocasional recopila información turística. La única información que me interesa a mi es lo que se come allí, por saber si me va a gustar o tengo que comer en hoteles con restaurante de cocina internacional. También me entero de cual es la bebida típica…No se por qué, pero en general, me hace gracia el probar la cerveza local. Ya ves tu que gilipollez, pero así es, pido cervezas locales. Y generalmente son buenas.
Mientras el turista busca información de monumentos, yo lo que intento comprobar es si las empresas que voy a visitar tienen página web y, a través de esta, si parecen serias o el viaje va a ser para perder tiempo…
Y claro, luego ese tic de ir recogiendo las facturas de todo. Que pareces un cutre, pero es que a los de contabilidad les encanta que todos los gastos vayan muy detallados…aunque no entiendan ni papa de lo que dice…