El Director General entra en mi despacho dándome el tiempo justo para minimizar la internet. Me mira y me lo suelta:
-Gonzalo me tienes que hacer un favor, tienes que irte la semana que viene a resolver un conflicto con unos clientes belgas.
Soy una máquina perfecta diseñada para el trabajo en una multinacional. Por eso mi cerebro en milésimas de segundo elabora una imagen atractiva: Uma Thurman se desnuda mientras me invita a participar en un trío con Anne Brachet que espera al fondo vestida con lencería de cuero negro. Así consigo que mi rostro muestre un grado sumo de interés y deseo y entonces, sólo entonces, contesto:
-Uyyyy, pues me va fatal mira. Tengo las gráficas esas tan bonitas, las que llevas a tus reuniones, sin hacer. Además mi equipo está desmotivado, lo he detectado hace poco, y tengo que remediarlo. Mi mujer últimamente se queja de que estoy todo el día de viaje, he descubierto tres bombonas de butano en casa y nosotros tenemos gas ciudad. Y mis hijos, mis hijos están en una edad difícil.
Lo he soltado todo seguido a ver si cuela, podía haber dicho que ya avise que trabajar con Van der Tal y Van der Cual no era buena idea pero ¿para qué?.
-Gonzalo, esto es un conflicto serio y tienes que ir tu.
Ya claro, cuando hay que ir a reuniones divertidas y comidas y visitas a cervecerías vas tú cabrón y para los marrones, yo. Eso debería haber dicho pero no tenía cara de broma así que dije:
-Vale voy a hablar con M.
M. es una tía supereficiente, está en administración no sé muy bien de qué, pero tu le dices que te vas de viaje a donde sea y te da los billetes, te consigue el hotel guay y además te dice en que puedes emplear el tiempo que sobra. Una maravilla.
-Deja a M. en paz que no está para eso, dice el jefe, hemos fichado a un tío para que organice esas cosas y así no perdéis tiempo. Lo tiene todo organizado.
Alucino, en tiempo de crisis fichamos a un pavo para que haga un trabajo que antes hacíamos solitos. Está bien. Me voy a ver a Organizator a administración. Al llegar ya me da mala espina: aún le quedan restos de acné, va con vaqueros y camiseta y el pelo hace algo así como una cresta. Pongo voz de mandar y le suelto:
-Soy Gonzalo, me voy a Bélgica, busca hotel y no te preocupes del viaje, me voy en coche. (Siempre que hay viaje por Europa lo intento, ¿os imagináis que un día cuele?, 14 ó 15 horas con una paisaje alucinante y buena música…)
-Je, je… ya me habían dicho que tu estabas siempre en la broma- contesta Organizator mientras me pasa un montón de papeles- Aquí tienes los billetes de avión y los datos del Hotel.
Mientras intento descifrar lo que le habían dicho, miro todo y me empiezo a cabrear:
-A ver Organizator, me has cogido un vuelo a las 6 de la mañana, tengo tres horas al aeropuerto ¿estás majara?
-No te preocupes, vas a dormir el día de antes a un hotel al ladito mismo del aeropuerto, te lo he reservado.
Cojonudo, voy a dormir tres horas en un hotel antes de irme de viaje y empezándolo un día antes.
-¿Dónde coño está este hotel de Bélgica?
-Está pegado a la fábrica de los Belgas, así no tienes que desplazarte mucho para reunirte con ellos.
-¡Pero si su fábrica está en mitad de la nada!.Ellos trabajan de 8 a 5, ¿me voy a pegar cinco horas cada tarde de la semana que viene tirado en una puta estepa belga? ¡Eres gilipollas! ¡llévame a un pueblo o a donde sea que pueda hacer algo joder!.
-No, no, cada tarde de la semana que viene no. Vuelves el jueves por la noche. Llegas a las 23,30 o así. Te he cogido otra vez el hotel al lado del aeropuerto para que al llegar descanses… El viernes vendrás a currar como nuevo.
Total que ahora pagamos a un niñato para que consiga que odies los viajes de empresa. Antes ibas a un sitio más o menos majo, las tardes las dedicabas al turismo, comprimías el tiempo para rascar algún día al curro… Ahora que pagamos a Organizator, los viajes se alargan, el tiempo que sobra estaré en un puto hotel de carretera (me imagino cómo será…) y encima en vez de volver el viernes por la mañana, directo a casa, llegas el jueves por la noche para “ir a currar como nuevo”. No se puede tener menos eficiencia.
Creo que mi empresa ya ha entrado también en la relación de las “empresas imbéciles”.
O mi jefe me odia, no lo se.
-Gonzalo me tienes que hacer un favor, tienes que irte la semana que viene a resolver un conflicto con unos clientes belgas.
Soy una máquina perfecta diseñada para el trabajo en una multinacional. Por eso mi cerebro en milésimas de segundo elabora una imagen atractiva: Uma Thurman se desnuda mientras me invita a participar en un trío con Anne Brachet que espera al fondo vestida con lencería de cuero negro. Así consigo que mi rostro muestre un grado sumo de interés y deseo y entonces, sólo entonces, contesto:
-Uyyyy, pues me va fatal mira. Tengo las gráficas esas tan bonitas, las que llevas a tus reuniones, sin hacer. Además mi equipo está desmotivado, lo he detectado hace poco, y tengo que remediarlo. Mi mujer últimamente se queja de que estoy todo el día de viaje, he descubierto tres bombonas de butano en casa y nosotros tenemos gas ciudad. Y mis hijos, mis hijos están en una edad difícil.
Lo he soltado todo seguido a ver si cuela, podía haber dicho que ya avise que trabajar con Van der Tal y Van der Cual no era buena idea pero ¿para qué?.
-Gonzalo, esto es un conflicto serio y tienes que ir tu.
Ya claro, cuando hay que ir a reuniones divertidas y comidas y visitas a cervecerías vas tú cabrón y para los marrones, yo. Eso debería haber dicho pero no tenía cara de broma así que dije:
-Vale voy a hablar con M.
M. es una tía supereficiente, está en administración no sé muy bien de qué, pero tu le dices que te vas de viaje a donde sea y te da los billetes, te consigue el hotel guay y además te dice en que puedes emplear el tiempo que sobra. Una maravilla.
-Deja a M. en paz que no está para eso, dice el jefe, hemos fichado a un tío para que organice esas cosas y así no perdéis tiempo. Lo tiene todo organizado.
Alucino, en tiempo de crisis fichamos a un pavo para que haga un trabajo que antes hacíamos solitos. Está bien. Me voy a ver a Organizator a administración. Al llegar ya me da mala espina: aún le quedan restos de acné, va con vaqueros y camiseta y el pelo hace algo así como una cresta. Pongo voz de mandar y le suelto:
-Soy Gonzalo, me voy a Bélgica, busca hotel y no te preocupes del viaje, me voy en coche. (Siempre que hay viaje por Europa lo intento, ¿os imagináis que un día cuele?, 14 ó 15 horas con una paisaje alucinante y buena música…)
-Je, je… ya me habían dicho que tu estabas siempre en la broma- contesta Organizator mientras me pasa un montón de papeles- Aquí tienes los billetes de avión y los datos del Hotel.
Mientras intento descifrar lo que le habían dicho, miro todo y me empiezo a cabrear:
-A ver Organizator, me has cogido un vuelo a las 6 de la mañana, tengo tres horas al aeropuerto ¿estás majara?
-No te preocupes, vas a dormir el día de antes a un hotel al ladito mismo del aeropuerto, te lo he reservado.
Cojonudo, voy a dormir tres horas en un hotel antes de irme de viaje y empezándolo un día antes.
-¿Dónde coño está este hotel de Bélgica?
-Está pegado a la fábrica de los Belgas, así no tienes que desplazarte mucho para reunirte con ellos.
-¡Pero si su fábrica está en mitad de la nada!.Ellos trabajan de 8 a 5, ¿me voy a pegar cinco horas cada tarde de la semana que viene tirado en una puta estepa belga? ¡Eres gilipollas! ¡llévame a un pueblo o a donde sea que pueda hacer algo joder!.
-No, no, cada tarde de la semana que viene no. Vuelves el jueves por la noche. Llegas a las 23,30 o así. Te he cogido otra vez el hotel al lado del aeropuerto para que al llegar descanses… El viernes vendrás a currar como nuevo.
Total que ahora pagamos a un niñato para que consiga que odies los viajes de empresa. Antes ibas a un sitio más o menos majo, las tardes las dedicabas al turismo, comprimías el tiempo para rascar algún día al curro… Ahora que pagamos a Organizator, los viajes se alargan, el tiempo que sobra estaré en un puto hotel de carretera (me imagino cómo será…) y encima en vez de volver el viernes por la mañana, directo a casa, llegas el jueves por la noche para “ir a currar como nuevo”. No se puede tener menos eficiencia.
Creo que mi empresa ya ha entrado también en la relación de las “empresas imbéciles”.
O mi jefe me odia, no lo se.
Me había hecho el propósito de no comentarte pero este post me empuja a saltarme mis buenos propósitos otra vez.
ResponderEliminar- Organizatos es un enchufado. le han dado una chapa con su nombre y se cree el rey de la creación, lo que significa que se dedica a joder al personal. Probablemente si él se fuera a Bélgica se cogería un vuelo a las 12 de la mañana, un hotel céntrico y volvería el viernes relajado.
En mi empresa esos se llaman " departamento de compras"...y se dedican a hacer eso, pero a mi ya no. No me dejo.
A lo mejor no eres tan jefe como nos quieres hacer creer.
Tu jefe seguro que no te odia, para odiar hay que ser listo.
Y ¿por qué es un buen propósito no comentarme?
ResponderEliminarPor que nunca me gusto cuando comento. Y tú eres especiamente crítico, más que yo que ya es decir.
ResponderEliminarAsí que si a mi no me gusta lo que comento a ti tampoco.y ¿ para qué comentar si lo que vas a poner no te gusta a ti ni al comentado?
Lo he vuelto a hacer.
¡Qué bien! Otro blog para desconectar un rato y reirte con alguien. He leído un par de tus historias y he decidido enlazarte para los ratos muertos y aburridos. Espero que no te sientas despreciado, porque tal y como lo he puesto suena mal.
ResponderEliminarUn saludo
felicidades Gonzalo, veo que ahora escribes mas y eso me gusta, ademas tus historias estan muy bien y eso tambien me gusta, asi que hoy me acostare mejor, gracias.( personalmente llevo unos dias muy bajo de creatividad ), ciao.
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