sábado, 15 de enero de 2011

Volver a los diecisiete...

Por diversas circunstancias ayer tenía que cenar con otros tres padres del cole de mis hijos. De la clase de mi hijo concretamente. En principio parecían gente normal con la que incluso puedes hablar aunque no sea de fútbol. Así que no suponía un especial problema, del tema de elegir sitio me encargue yo por si acaso. Les metí una dosis de nuestro querido cocinero favorito: cecina, ensalada, canelones de setas, alcachofas con foie, albóndigas de ciervo, solomillo de corzo y costillas de jabalí. Una cena como las de los amigotes. Ante una cena como esa sabes que tal te va a caer un tío. Si se pone con tonterías de "esto es mucho", "yo prefiero una cena ligerita" o "a mi me gusta la comida más elaborada" vas mal con él. Ahora si al tercer plato, con la mirada turbia por el vino (para bajar la comida), sudoroso y con aspecto de estar al borde del colapso te suelta un "jodo, esto está cojonudo" la noche promete.
Y así fue. Ayer desperté un monstruo. Uno de los padres que parece bastante moderado en sus costumbres se desató. Salimos de allí y decidió hacer (y que hiciéramos) una ronda por los locales de su juventud.
El primero fue un poco desastre. La decoración era la misma de cuando él era joven...con unos años más claro. Incluso la rubia espectacular de la barra era la misma...ahora una venerable ancianita.
Pero en el segundo paso algo extraño. Entró lanzado por delante y pidió copas. Nosotros íbamos mirando alrededor alucinados...
La media de edad nos superaba ampliamente. Ojo que dos de los padres eran de más de 45. Bueno pues aquello que en su época era un antro de jóvenes ¡estaba lleno de abuelos!, como si hubieran soltado una autobús de los del imserso. Abuelas de más de 60 pintadas como puertas, con minifalda y bailando salsa, pechos masculinos asomando por camisas hawaianas...con todas sus canas al aire...
-Tío aquí somos yogurines- soltó uno de los padres.
Y era verdad fue una sensación que me recordó mucho a mi juventud, en la que solíamos andar por bares de gente más mayor que nosotros. Eramos los críos en casi todos los sitios. Ayer nos pasó eso. Lo cual es curioso porque ya no tenemos edad...
De ahí nos fuimos a una sala de las que abren hasta las mil, ahí ya eramos tirando a padres (el de la puerta nos dijo muy amable "hombre, igual cuelan por tíos en vez de padres..."). En ese garito si que pase yo muchas noches de mi juventud. Y había el mismo ambiente, el mismo tipo de gente. Miraba a una pareja que se besaba como te besas de joven, cuando sabes que eso es todo lo que vas a pillar y te demoras rato y rato apretando y casi sin respirar, y empañas los cristales de los portales. Y los miraba y por un momento, no se si por las copas, por el garito de los abuelos o por la abundante ingesta alcohólica, me sentí completa y absolutamente como entonces. Una especie de deja de las sensaciones. Y el monstruo desatado viene y me suelta:
-Si alguna vez ves a mi hija así, la separas, sin más explicaciones. Y no te preocupes que yo haré los mismo con la tuya si se da el caso...
Os juro que se me cayeron encima todos los años que tengo. A las cuatro de la mañana.
Y hoy al levantarme los sigo teniendo, aquí en mi cabeza, haciendo bum, bum, bum...

14 comentarios:

  1. si, vale vale..que saliste y tal....eso no es lo importante.

    ¿ Qué haces confraternizando con los padres del colegio?? ¿ Que diversas ciscunstancias son esas? ¿ Estas organizando una tómbola? ¿ El baile del encantamieto bajo el mar?

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  2. Hala muy bien, llevando a los papas a nuetros antros y luego que tendremos que reservar mesa.

    Y apoyo las preguntitas de Mo,
    !!En el cole se mira a las madres que se puedan mirar, no se va uno a cenar con los padres!!!!

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  3. ¿No le miraste con cara de asesino?
    Patético pensar en un padre retirando a su hija del maromo de turno.
    ¡Que mayor! No tú, pero sí el padre adjunto que te echaste.
    Mi marido y yo animábamos a mi hijastra a ser promiscua (por decirlo así, finamente)y hoy es una chica sensatísima.

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  4. "la separas, sin más explicaciones"???? jajaja, qué exagerados! Los besos son parte imprescindible de la educación de los hijos, que no se puede ir por la vida sin saber... XDDDDDDDDDDD

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  5. Oye, yo quiero un aparte con nombres y apellidos de esos locales, a ver si son los q pienso yo...

    "El baile del encantamiento bajo del mar"... por cosas como estas ... MO, tu me entiendes

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  6. Leyendo Molinos estas cosas de confraternización con otros padres, te juegas a que te haga un exorcismo.

    Te felicito por la experiencia y por lo bien que las has transmitido. XDD

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  7. Lo siento... yo me llevo muy bien con varios padres y madres del cole del churumbel.
    A mí tb. me gustaría conocer nombres y apellidos de esos antros(estudié en Zaragoza a finales de los...80 y no he vuelto),me picá la curiosidad.
    cara-cola.

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  8. Buenísimo el comentario que te devolvió a la cruda realidad.

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  9. "En principio parecían gente normal..."

    ¿Pero con qué clase de gente te juntas Gonzalo? Y estoy con Molinos ¿Porqué Gonzalo, porqué? ¿Te has hecho mirar la regresión esa a la adolescencia? ¿Te estas metiendo ya de lleno en la crisis de los 40? ¿Sigues queriendo la moto? ¿Tienes pensamientos impuros?

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  10. Pensar en encontrarme con mi hijo de bares, me espeluzna, por ahora cuando él sale yo no.

    Un saludo

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  11. Espero que hayan traído vino más decente en su antro de gula cinegética.

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  12. Habría que estar loco para querer volver a los 17. Mucho mejores los 27, ¡ande vas a parar!

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  13. Pero qué os pasa a los padres con las hijas, si es que es normal que acabéis calvos.¿A que si son niños ni os inmutáis?, es más, seguro que a jalearles, pues ya de jalear, jaleamos a todos, ¿no?.
    ¿Por qué exactamente cuattro padres del cole?

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  14. Joder, Viveiro, te ha caído la del pulpo. Y no veo el motivo, salvo que las damas están un poco quisquillosas. Lo más sensato me ha parecido lo de ECDC: las cenas bien regadas llevan a una sobredosis de generosidad que te lleva a enseñar los sitios buenos a otros: corres el peligro de que te lo llenen de gente y tú no encuentres mesa.

    Con respecto a los bares, nada impide que hijos y padres tengan los mismos vicios, así que ne lo veo problema. Salvo que al final acabas pagándoles una ronda y te sale caro. Este tema está muy mal llevado por el padre: que si a mi niña no la toca nadie, ¿la has hecho de piedra? Pues entonces como todos. O Hanif Kureishi, en la última entrevista que le he leído, que habla de que su hijo se folla a hermosas jóvenes y quisiera ser su hijo. Mal vamos, Hanif, muy mal vamos. ¿Qué te lo impide, con la cantidad de jóvenes que buscan un padre resultón? Mr. Kureishi: está desenfocando el asunto.

    Y en cuanto a lo de comer, soy de muy poco. Lo más probable es que no pida más que un platito y me pase la cena mojando salsa en los platos de al lado. ¡Pero te aseguro que lo pasaremos bien!

    Me ha gustado mucho de lo de Beatriz, de promover la promiscuidad de la hija. Pero es un esfuerzo innecesario. Ya saben ellas y ellos que es la época de.

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