jueves, 20 de enero de 2011

Por si hay alguna duda en el aire (1ª parte)

Corrían los años 70, faltaba poco para el final de la década. Habíamos pasado la crisis del petróleo y hacía mucho de la última guerra. Tras una época turbia, el mundo occidental levantaba la cabeza. Y tenía hambre.
Que el pueblo pase hambre es una cosa que no gusta a los políticos. Si la gente pasa hambre puede hacer revoluciones, así que mejor que tengan comida. Los políticos, a finales de los 70, buscaban desesperadamente incrementar la producción de proteínas. Para que hubiera para todos. Para todos los de los países ricos, por supuesto.
La forma más rápida de incrementar la producción de proteína pasa por aumentar la producción de carne a través de la ganadería. Eso se puede hacer de varias formas. El problema viene cuando lo quieren para ya. Para ayer concretamente.
Así que se tiró por la calle de en medio. Se autorizo e incluso se promovió el uso de determinadas sustancias que hacían más "atractiva" y rentable la producción de carne. Se autorizo prácticamente todo. Y se fomento. El clembuterol, el dietilestilbestrol...Todo.
Los ganaderos se vieron obligados a forzar la máquina. Les pedían mucha producción y muy rápido. Y si decían que no podían se les señalaba la puerta de la "farmacia". Había que hacerlo, se podía haber hecho de otra forma pero se hizo así.
Luego llegaron los 80. A mediados de los 80 el problema de la proteína animal en el mundo (el mundo con pasta, recordemos), estaba resuelto. Así que había que levantar el pie...Además resulta que el pueblo, ese pueblo ignorante que no entiende los desvelos de los políticos, estaba empezando a nombrar una nueva palabra: calidad.
Aquí hubo dos vías: Europa, esa vieja puta, con todo su morro, le dijo a los ganaderos que se acabó. Que hasta aquí habíamos llegado y que fuera promotores, anabolizantes y similares. En USA se tomó otro camino: visto el efecto que producían y que en algo podían ayudar, se decidió regular y organizar su uso. Dos caminos con dos consecuencias muy diferentes.

5 comentarios:

  1. Y es que el clembuterol hace la carne taaan aractiiiiva, pero que me den de la otra, que tiene mejor sabor.

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  2. Estupenda introducción. Quedo a la espera de la descripción de los caminos.

    Aunque para aclarar las cosas previamente, soy un gran defensor de las putas viejas.

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  3. Habrá que esperar al desenlace....pero de entrada la carne estadounidense está más rica.

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  4. ¿va a ser un análisis veterinario?. me muero de ganas de comentar.
    cara-cola.

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