Una de las cosas más duras que te toca aprender en la vida, es que los buenos no ganan. Los malos ganan muchas veces y además duermen bien. Así que tú puedes portarte todo lo bien que quieras que eso no te garantiza nada, ni el éxito, ni la tranquilidad…eso es en las películas de tías. En la realidad tú puedes ser un malnacido ignorante y te ficha un programa del corazón y ganas una pasta, tienes la vida resuelta y la gente te quiere y mueres y te ponen un montón de esquelas.
Así que ya te puedes ir buscando un motivo de enjundia para ser bueno. Porque ser bueno no te garantiza una vida mejor. Puedes creer en el cielo o en lo que quieras, pero que vas a vivir mejor, eso, no viene en el contrato.
Todo esto viene a cuento por la historia que os voy a contar hoy y que ha pasado en mi barrio. Vivo en el barrio que vio nacer a ECDC (en breve pondremos una placa en su casa) y es un sitio en el que aún se hace vida de barrio. Tiene hasta la Plaza Mayor (del barrio) y nos conocemos más de lo que yo creía. De hecho estando una vez en Galicia ardió mi casa (por primera vez, la segunda la he contado aquí) y la policía tardo 15 minutos en llamarme. Cuando nadie sabía mi teléfono ni donde estaba…da miedo.
En este barrio vive J. Es taxista y le teníamos manía porque siempre dejaba el coche en doble fila como las madres malas de Moli. Además cada vez tardaba más en aparecer. Iba sin afeitar y con la ropa sucia…Un día me entere de lo que pasaba. J. era ludópata. Loteria, tragaperras, cupones, bingo…a todo le daba el buen hombre.
Tenía la casa y la licencia del taxi hipotecadas. Lo estaban pasando regular. Afortunadamente J reconoció su problema y entro en un grupo de terapia.
Llevaba allí cuatro meses, había dejado de jugar y estaba rehaciendo su vida.
Un día J. esperaba clientes en el rastro, pasó un vendedor de la ONCE…no se pudo aguantar y compró el cupón.
A los cuatro das le tocaron los nueve millones de euros del cupón del viernes.
El primer millón se le fue en levantar las hipotecas y comprar sendas casa a sus dos hijas. Le quedan ocho.
No sé si se los fundirá jugando, los donará o prenderá una hoguera con ellos.
Pero ¿no es verdad que a veces parece que Dios juega a los dados con el mundo?
Así que ya te puedes ir buscando un motivo de enjundia para ser bueno. Porque ser bueno no te garantiza una vida mejor. Puedes creer en el cielo o en lo que quieras, pero que vas a vivir mejor, eso, no viene en el contrato.
Todo esto viene a cuento por la historia que os voy a contar hoy y que ha pasado en mi barrio. Vivo en el barrio que vio nacer a ECDC (en breve pondremos una placa en su casa) y es un sitio en el que aún se hace vida de barrio. Tiene hasta la Plaza Mayor (del barrio) y nos conocemos más de lo que yo creía. De hecho estando una vez en Galicia ardió mi casa (por primera vez, la segunda la he contado aquí) y la policía tardo 15 minutos en llamarme. Cuando nadie sabía mi teléfono ni donde estaba…da miedo.
En este barrio vive J. Es taxista y le teníamos manía porque siempre dejaba el coche en doble fila como las madres malas de Moli. Además cada vez tardaba más en aparecer. Iba sin afeitar y con la ropa sucia…Un día me entere de lo que pasaba. J. era ludópata. Loteria, tragaperras, cupones, bingo…a todo le daba el buen hombre.
Tenía la casa y la licencia del taxi hipotecadas. Lo estaban pasando regular. Afortunadamente J reconoció su problema y entro en un grupo de terapia.
Llevaba allí cuatro meses, había dejado de jugar y estaba rehaciendo su vida.
Un día J. esperaba clientes en el rastro, pasó un vendedor de la ONCE…no se pudo aguantar y compró el cupón.
A los cuatro das le tocaron los nueve millones de euros del cupón del viernes.
El primer millón se le fue en levantar las hipotecas y comprar sendas casa a sus dos hijas. Le quedan ocho.
No sé si se los fundirá jugando, los donará o prenderá una hoguera con ellos.
Pero ¿no es verdad que a veces parece que Dios juega a los dados con el mundo?
A veces los dados aciertan, un buen resultado.
ResponderEliminarPrimer.
Primer!!!
ResponderEliminarNo sé qué decirte... el tío es capaz de jugárselo todo. Ojalá que no sea así y pueda llevar una mejor vida. Es una putada lo de la ludopatía. Supongo que lo habrá pasado mal. Yo de eso no me quejo, pero de los fichajes de la TV que cobran cifras astronómicas y encima se creen que son interesantes pues sí.
De todos modos, que puede esperar de un país en el que Pepiño y Bono van a programas como la Noria.
En cuanto a que lo de que ser bueno no te garantiza nada, está claro. Ya lo dice el refrán: "Sé humilde, suave y sumiso y te verás en la calle y a otro ocupando tu piso"
Peque las dos primer... eh? Mira la hora! Además yo he escrito más largo...
ResponderEliminarComparto el primer gustosamente.
ResponderEliminarLa verdad es que ser bueno no es que esté bien visto, es que te pisotean y te toman por tonto.
Esperemos que el taxista cure su ludopatía, pero por lo menos la mujer tiene un respiro
Comparto el primer gustosamente.
ResponderEliminarLa verdad es que ser bueno no es que esté bien visto, es que te pisotean y te toman por tonto.
Esperemos que el taxista cure su ludopatía, pero por lo menos la mujer tiene un respiro
Ya sabes que yo creo que el buenismo y el rollo Melania es una gilipollez...acuerdate de Sammy.
ResponderEliminarCuenta la primera vez que ardió tu casa..anda.
Esperemos que no se lo funda. Nueve millones!!!
ResponderEliminarSer bueno no está bien visto y seguramente nunca ganes pero ¿ser malo? Será difícil explicárselo a los enanos.
Ah, sí, cuenta lo del primer incendio, que lo del segundo casi me mata de risa. Lo siento, supongo que reírse de las desgracias ajenas no es de muy buenos.
ResponderEliminarDe pequeña decidí que quería ser buena como Santa Teresa o como Juana de Arco de esas personas buenas, pero muy buenas... y claro tarea imposible ( soy digamos de tendencia desobediente) y llegó el sentimiento de culpa y ostias a puntapala...
ResponderEliminarLuego lo pensé mejor; y me di cuenta de que tienes razón me va mejor siendo solo tiabuena, que es como ser buena pero solo por fuera...
Pero discrepo en una cosa y es que Dios puede darme en un minuto lo que a mi me costaría robar un año...
San josé independiente!!!
ResponderEliminareste es mi barrio
p.D-. no es exactamente de mi barrio pero la letra de ixo rai! nos sirve igual
Me imagino que si soy ludópata y en la terapia me convencen de que no compensa jugar y tal... y juego y me toca una pasta gansa... ¡no me curo ni de coña! Ese se va a fundir lo que le ha tocado y otro tanto más.
ResponderEliminarPor cierto, Molinos: ¿rollo Melania? ¿la del "lo que el viento se llevó"?
Si, Bruja...Melania la de Lo que el viento se llevo..es el colmo del buenismo..y las mejillas sonrosadas...no la soporto.
ResponderEliminarDesde un punto de vista práctico, merece mucho más la pena no ser bueno. Los que somos buenos (o lo intentamos) es porque no podemos ser de otra manera. Yo, si hago algo mal, me siento mal.
ResponderEliminarAdemás, sabiendo cómo es el asunto, a nuetros hijos también les enseñamos a ser buenos y los castigamos cuando no lo son...
Hombre yo creo que tu mismo has explicado como SI la gente buena a la larga acaba teniendo mejor vida........
ResponderEliminarQué pedazo de historia ... la moraleja? que si eres ludópata pero buena persona, la vida te da la pasta pa'que puedas seguir jugando? o que te pone a prueba a ver si la cagas?
ResponderEliminarYa podría ponerme a prueba a mi tb joéeeee
Uno de mis hermanos le dijo un dia a nuestros padres: "si no nos va mejor la culpa es vuestra. Es que nos habeis enseñado mal: a ser responsables, trabajadores, mas o menos decentes y honrados...y asi nos va como nos va".
ResponderEliminarLa suerte no esta de mas, pero el buenismo esta de menos.
Muy bueno el blog.
ResponderEliminarMe alegro por J.
Se dice que cuando se cierra una puerta se abre una ventana (menuda ventana esta!!)
Saludos.
La verdad que a veces si te sorprende la vida, aquí tenemos un dicho "el que nació pa´las cuatro pesetas nunca llegará al duro" y mucho menos siendo pobre y honrado que es la peor mezcla en estos tiempos, pero por una vez parece que la pasta le llegó a uno que la necesitaba, aunque esperemos que no lo eche a perder del todo y se conforme con lo que ya le tocó.
ResponderEliminarEsperar que la vida te trate bien porque seas buena persona es como esperar que un toro no te ataque porque seas vegetariano.
ResponderEliminarA.
Gonzalo. La maravillosa ciencia de la estadística te dice que para que te toque, tienes que jugar. Si juegas mucho, aumentas las probabilidades, que siguen siendo pocas, pero las mías por ejemplo, son nulas. No creo ser víctima del buenismo, pero tampoco soy mala persona, y desde luego, yo no jugaría ni por nueve millones de euros. No obstante, me apunto contigo a un concurso de bizcochos, como ves, no juego pero me va el riesgo...
ResponderEliminarO sea que esas cosas tocan de verdad... me voy a gastar la extra, la devolución de la declaración, y los ahorrillos para gormitis de mis hijos en cupones, primitvas y euromillones ahora mismísimo.
ResponderEliminarEso es lo que aprendo yo de todo esto.
EL MUNDO ES UN PAÑUELO,SOY DE ZGZ,MI NOVIO TAXISTA Y CONOCE AL AFORTUNADO EN CUESTIÓN.
ResponderEliminarUN DATO PARA LOS INTERESADOS:VENDIO LA LICENCIA DE TAXI(OBVIAMENTE NO NECESITABA TRABAJAR MAS),Y EL DINERO LO DONO A LA ASOCIACION DE LUDOPATIA DE ARAGON.BIEN INVERTIDO.
SALUDOS
Jodeeeeeeeeeeeeeeeeeeer lo peor que le puede pasar a un ludópata!!!
ResponderEliminarQue recaiga, y ¡le toque!
No sé cuanto le durarán los 9 millones, poco, seguro, y lo peor es que le han vuelto a reenganchar, pero bien, a lo gordo, lo peor.
No sé si consigo transmitirte mi perspectiva: lo peor que le puede pasar a un ludópata es que le toque...así que, de suerte, nada.
De hecho, si no tocara nunca...no habría ludopatía.
La verdad es que tu historia me ha dejado flipada...porque lo veo al revés que tú: es un verdadero castigo ¡es como un alcohólico dentro de una piscina de whisky!