miércoles, 2 de junio de 2010

Aquellos maravillosos años

No había móviles. Dan ganas de decir que no había móviles ni falta que hacía. Los contestadores automáticos eran una excentricidad y, por supuesto, saber si alguien te había llamado, si tenías alguna “perdida” era imposible. Llamar por teléfono era un paso importante, había que pedir el número, esperar que no te descolgara el familiar borde…y que no te salieran gallos en la voz.
Llevaba dos o tres semanas tonteando con ella en los bares de la zona. Al final no le pedí el número, quede con ella una tarde en la puerta de la Escuela de idiomas. No me acordé que esa tarde no iba a estar en la ciudad, nos íbamos al monte todos los de la clase, no pude ir a la cita…no la volví a ver. ¿Qué hubiera pasado con un móvil?.

Llamar por teléfono era ya el primer paso de una relación, y a veces incluso quedabas para llamar “Te llamo esta tarde” era una especie de contraseña que quería decir que ibas a hablar, más tranquilo, sin nadie que te oyera…

Me había dejado el día de antes y yo estaba sólo en casa. Llame a un amigo para tomar café. Luego me enteré que en ese rato ella había llamado a casa. ¿Cómo habría cambiado nuestra historia si yo hubiera tenido móvil?

Y luego estaba también el agobio de esperar a que te llamaran. ¿Le habrán dado el recado?, ¿se acordará de mi número?, ¿llamar otra vez puede parecer agobiado?...A veces incluso descolgabas el teléfono a ver si es que no tenias línea…

Quede en que la llamaba esa tarde, pero me acojone y no la llamé. Ella esperaba mi llamada y al final, llamó a casa. Yo había salido… Los dos nos hicimos los tontos la siguiente vez que no vimos…hoy se habría resuelto de otra forma…

Todo eso me imagino que hoy soñara a chino. Los chavalotes tienen todos móvil y se pueden llamar en cualquier momento, a cualquier hora. O resolverlo vía mensajitos…Pues la verdad. Ellos se lo pierden. Se pierden la incertidumbre, los nervios, Dire Straits agobiándote, la soledad. Si, ellos se lo pierden.

15 comentarios:

  1. Vaya, Gonzalo, estamos con el punto nostálgico estos días... Yo poniendo a Rick Astley y tú añorando aquellos teléfonos grises de ruleta...

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  2. lo de descolgar para ver si había línea era muy típico. Y descolgar el teléfono por si llamaban mis padres y estábamos por ahí de juerga ( en el piso de estudiantes). La verdad es que ahora estamos demasiado controlados, y si te dejas el móvil en casa parece que te falta un brazo. No sé cómo hemos sobrevivido.

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  3. Joe, con los ejemplos que has puesto, no dan ganas de decir "ellos se lo pierden" sino "afortunados ellos".
    Pero a veces me han dado ganas de mentirle a alguien "uy, qué raro, pues no tenía ninguna perdida" o incluso "te llamé, pero no cogiste". Ahora es más difícil excusarse con mentiras.

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  4. Yo me pasé un año sin coger el teléfono en mi casa: " Si es para mi, no estoy".


    Tienes que ver MAD MEN, sin móviles se vivía mejor.

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  5. Yo prefiero esta nueva etapa. Se dan menos malosentendidos y todo parece más sencillo. Recuerdo cuando sonaba el teléfono en mi casa y me tiraba a por él para que mis padres no supieran quien llamaba! xDDD

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  6. Yo tuve móvil a los 16, me lo regalaron mis padres para tenerme controlada cuando no aún no lo tenía casi nadie. Ellos podían llamarme cuando quisieran y mis amigos seguían llamando a casa, fue la situación perfecta para ellos hasta la invasión de los zapatófonos de colores.

    Ahora se dan la cuenta del msn o el facebook. No mola.

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  7. A cada cual lo suyo. El móvil ayuda un montón y relaja una barbaridad en muchas situaciones, pero no soluciona las relaciones personales, ni las taras mentales.

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  8. Esta tarde ha sido muy productiva para mi. He currado a gusto, bastante concentrado y casi del tirón.
    Cuando he llegado a casa me he encontrado el móvil con cuatro llamadas perdidas y un par de mensajitos. ¡tocapelotas!

    De heberlo tenido, me hubiera agobiado, habría tenido que interrumpir lo que he estado haciendo y hacer cualquier gilipollez superurgente que se les hubiera ocurrido a los pesados que me han llamado (ni siquiera sé quien coño son).

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  9. AH!
    Y había cabinas de telefóno en cualquier esquina. además hasta tragar la moneda tenía tres segundos de convresación gratis. y tu madre lo sabía; "Vamos al cine a las diez, llego tarde"; "He perdido el de menos diez, cogemos el de y media"

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  10. Yo intento seguir viviendo como antes, pero es imposible.

    No se puede explicar que has dejado el movil en casa por que no te apetecía sacarlo. O que no miras el listado de llamadas perdidas, que si estas, estas y si no, pues no.
    Mi telefono de casa directamente no se lo he dado a nadie. Ya solo me faltaba eso!

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  11. Miento porque me sale de las narices, no cojo el teléfono... soy caprichosa... no tengo ganas de hablar, veo la tele, leo.. ni que yo fuera una esclava... o tuviese interes en saber lo que tienen que decirme. En realidad me suele importar tres cojones, así que para que.
    La gente abusa. Que me lo digan cuando me vean y si entonces no tiene importancia pues sera que tampoco era para tanto.
    De tal hora a tal hora porque es por mi trabajo.

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  12. Mentiría como una bellaca si dijera que no estoy todo el santo día enganchada al móvil y enviando sms. Me gusta, es la verdad. Lo controlo todo. Me siento mejor.

    Ahora bien, en vacaciones voy a parar 15 días a un pueblecito donde solamente tiene cobertura movistar (tócate los......) y mira tú por dónde, tampoco lo echo de menos!!! :) Pero solamente aguanto 15 días, ni uno más! jejejje

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  13. Lo de descolgar el teléfono para ver si tenías línea...¡típico! Yo soy también de los que sobrevivieron sin móvil y, de hecho, ahora, muchas veces me agobia bastante llevarlo. ¡Ah! ¡No doy mi número en el trabajo!!!!

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  14. Y que me dices de las cartas y las postales. Que textos aquellos ......

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  15. Estoy contigo, aquella agonía era estupenda :)

    Yo casi tengo el móvil de adorno aunque salir sin él me causa cierta inquietud, todo hay que decirlo.

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