miércoles, 19 de agosto de 2009

La globalización, los transgénicos y la extinción (1ª Parte)

Me ha tocado explicar ya unas cuantas veces el tema de los transgénicos a “amigos” escandalizados por toda la movida que están organizando las ONGs “bien intencionadas” y las asociaciones de consumidores ignorantes. Tras repetir lo mismo unas cuantas veces he decidido ponerlo aquí por escrito para poder remitir a los sucesivos preguntantes.
Para explicar bien el problema hay que aclararse un poco, hay que explicar algún concepto básico. En genética, se define especie como “conjunto de seres vivos capaces de reproducirse dando descendencia fértil”. O sea, un caballo se reproduce con una yegua y dan un potro fértil, eso es porque son de la misma especie. Un caballo se trapiña a una asna y sale una mula que es estéril, eso es que no son de la misma especie y el caballo ha practicado la zoofilia.
Después de especie viene raza, ahí el problema se pone chungo. El asunto es que la raza no existe en genética por más que a Arzallus le joda. Es decir, la raza no son más que unos individuos que se parecen entre sí más que con el resto de la especie. Yo me reproduzco con una negra y sale un mulato fértil, porque somos de la misma especie. ¿En que nos diferenciamos la negra y yo?, pues para la genética en nada. Del mismo modo, para la genética no se diferencian un dálmata y un chihuahua, son un problema de parecidos nada más. Aquí empieza el intríngulis.
Cuando mejoraron las comunicaciones lo suficiente, surgió la posibilidad de transportar materias primas, que hasta entonces eran locales. Así, un año que faltaba trigo, a un listo se le ocurrió llenar de trigo unos vagones de tren en Ucrania (dónde ese año sobraba) y traerlo a Europa. Lo que pasa es que el trigo de Europa y el de Ucrania se parecían más o menos como yo y un negro candongo. Había determinadas proteínas diferentes, la composición de algunas sustancias cambiaba…Pero legalmente era trigo (era de la misma especie) con lo cual las autoridades, muy inteligentes y preparadas como siempre, tuvieron que aceptar aquello. Esa fue la forma de abrir la puerta a todo lo demás.
Empezaron a aparecer algunas consecuencias de eso, resulta que aumentó el numero de intolerancias y alergias alimentarias en la población, empezó a haber “factores anti-nutricionales” y algún otro turbio asunto…porque estábamos alimentándonos con unos productos que nuestro organismo no conocía. Llevamos siglos de evolución paralela a determinados ingredientes y ahora en un día los cambiamos. Para las autoridades aquello no fue un problema “es trigo” fue su respuesta. Imaginar un caníbal acostumbrado a comer negro africano musculado, sin grasa y fibroso, con una piel sin poros y con poco pelo. Ahora vais y le soltáis al caníbal un ejemplar de esos de USA con obesidad mórbida, blanco lechoso, sudoroso y peludo…Seguro que pasaba algo. “Es de la especie humana” sería la excusa de las autoridades…

1 comentario:

  1. Cuantos labradores y sus familias a la mierda por culpa de estas políticas... politicas y politicos muy bien pagados por multinacionales que en lugar de servirnos como ciudadanos hacen leyes que solo benefician a unos pocos... como si cuando este planeta este esquilmado alguien se pueda librar panda de necios codiciosos...

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