miércoles, 16 de septiembre de 2015

Enfermo y cabreado

Ando por América Latina, cabreado y enfermo. Lo de ponerte enfermo de viaje es una putada, fundamentalmente porque si te pones malo en España, no vas a currar un par de días y arreglado, te quedas en la cama a sobrellevar lo que sea.
Pero aquí no, aquí cada día tiene un programa y el viaje entero vale un pastizal. Así que si no te cortan una extremidad de más de 25cm (...) o tienes la aorta, la femoral o la iliaca disecadas, tienes que seguir trabajando.
La primera parte de la enfermedad, una diarrea capaz de matar un elefante, me pillo en fin de semana, así que me pase dos días con suero y la medicación que me receta un primo médico en Escocia por Whatsapp.
Cuando ya podía levantarme e incluso toser (flojo) me dio la gripe. Supongo que parte del mismo proceso. Así que he andado tres días visitando instalaciones y clientes chorreando moco líquido, estornudando y demás... como además en nuestro mundo, por bioseguridad, hay que ducharse antes y después de la entrada en cada instalación y el agua caliente es un concepto holgado... Imaginaros como estoy. Contando las horas para mañana arrojarme sobre el avión Quito - Madrid y luego, después 17 horas de viaje contemplar mi cama vetustiana. Creo que me echaré a llorar.
Pero no es eso lo que me tiene cabreado. Me tiene cabreado que en estos países en pleno desarrollo abunden las escuelas de negocios con sus sloganes rancios. Escuelas de negocios ultracapitalistas que triunfaron en Europa y están desembarcando aquí.
"Plantearse un reto es el primer paso para conseguirlo". Mentira y gorda. Yo me puedo plantear ser campeón del mundo de los 100m lisos. No lo lograré nunca. De hecho no tienes que plantearte ningún reto. ¿Por qué plantearte un reto?. Eso no es vida, la vida hay que hacerla fácil.
"Sueña, lo conseguirás" Y una mieeeeerda. Sueña y son sueños e igual no los vas a conseguir nunca. Porque no, porque no tiene sentido.
Hay infinitos más, trabaja duro, cuidado con el karma, hay que hacer cosas buenas, hay que querer más...
Lo que me parece, es que igual que nos han anestesiado en Europa, aquí le quieren lavar la cabeza a la gente, sumergirles en una sociedad ultracapitalista, lanzarles al consumo desaforado...
Para que no cojan el Kalashnikov, que aquí son muy partidarios.

6 comentarios:

  1. Buen regreso a casa y que te pongas bueno pronto, Gonzalo. ¡Ánimo!

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  2. Por motivos familiares he estado dos dias en Alicante, que no visitaba desde hacía 5 años. He quedado horrorizado: han conseguido poner en marcha los restos y sueños de muchos y se ha cargado una ciudad que fue, en otros, tiempos, benévola para las personas. El dinero (el dinero pequeño de decenas de miles de personas cada día) fluye y corrompe toda belleza y todo bienestar.

    No era esto, no, no era esto lo que soñamos.

    Y ahora dime, ¿qué hace la Venganza de Moctezuma desarrollándose en Quito?

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  3. ¿Por qué siempre se subestima al personal? A la gente no se le engaña, se engaña ella sola. Es como el timo de la estampita.

    A mejorarse, hombre.

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  4. Pues yo estoy de acuerdo en lo de los retos. Obviamente es absurdo plantearse imposibles, yo nunca seré Elsa Pataki por mucho que me lo curre (ni puta falta me hace, ahora que lo pienso). Hablo de esos objetivos ASUMIBLES a los que todos podemos optar.
    Instalarse en la queja sin hacer nada o pensar que, total, pa'qué, si todo es una patraña ... pues bueno. Vosotros mismos. Yo prefiero pensar que todo es mejorable.Y uno SI elige como quiere tomarse la vida, si como algo inamovible que no puedes alterar, o como algo flexible que tu puedes moldear en base a tus decisiones.
    He dicho. Y ahora voy a tomarme un zumo de tofu y un poco de alpiste mientras medito sobre la belleza del cosmos. No me despertéis si ronco.

    PD: ... mejórateeeeeee :-)

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  5. Gracias al buenrollismo los de arriba han convencido a muchos de que si están abajo es porque no se han esforzado lo suficiente. Ains, así nos va.
    ¡Mejórese! Salud (sobre todo) y saludos.

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  6. Cuídate, que la fiebre tiene el mismo efecto que el alcohol; se empieza diciendo verdades como puños hasta que alguien suelta los idem.
    Besos con mascarilla

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