martes, 18 de junio de 2013

Vida nocturna


No hablo de los países que visito. No pretendo hacer un sesudo estudio de tertuliano por el simple hecho de haber pasado una semana en un país. Ni mucho menos resolver las claves de conflictos centenarios con mi visión parcial y momentánea.

Pero si soy espectador de todos los sitios a donde voy. Si que llego, mor de seguir los dictados del pollo frito, a mezclarme en el entorno rural y primitivo de cada uno de los sitios donde estoy. Y convivo con ellos y me mezclo con ellos.

Y me descojono de risa cuando oigo a exploradores de ropa de marca que van a visitar “la parte auténtica” de tal o cual país. Porque generalmente, en la parte auténtica de un país, de cualquier país, no hay nada que visitar y sí que hay calor y moscas y mierda y polvo. Y a veces hambre.

El moverte en el entorno rural y primitivo, no sólo te enseña esa cara sucia y fea en los países del segundo o tercer mundo. Cuando has hecho unos cuantos viajes a países del primer mundo, esa parte de espectador también te puede llevar a ver imágenes que no esperabas.

Y entonces puedes descubrir una parte del país que no sale en las películas ni en las estadísticas. Y ves una población que viaja, de noche, de gasolinera en gasolinera, de área de servicio en área de servicio, buscando Wi Fi, para conectarse y mantener la relación con ese mundo falso y virtual, en el que son como les gustaría ser.

También hay otra población nocturna, que va de bar en bar y de  un club de lap dance a otro. Comprando las cervezas en las tiendas 24 horas. Matando la soledad a fuerza de billetes arrojados las barras de baile.

Son parte de una escoria social que no es pobre. Que no pasa hambre. Pero que acarrean una miseria interior, una soledad y una tristeza que dan a veces más pena que los otros.

14 comentarios:

  1. ....creo que para ver eso no hay que viajar mucho.

    sul

    ResponderEliminar
  2. No sé donde has estado pero vamos miseria interior, soledad y tristeza hay en todos lados...

    ResponderEliminar
  3. Molinos copiona.

    sul.

    ResponderEliminar
  4. La miseria interior no entiende ni de lugares ni de poder adquisitivo.
    Un besazo, Gonzalo :*

    ResponderEliminar
  5. Manía con la ropa de marca, conyo. Qué tendrá que ver.

    ResponderEliminar
  6. Las partes "auténticas" suelen ser muy parecidas en todas partes ¿verdad? aunque algunas tienen grados más avanzados de miseria que otras. Aunque sólo hay que rebuscar un poco más. Hasta los sitios con menos "zonas auténticas" tienen sus chabolas. En más o menos territorio, pero las tienen.

    ResponderEliminar
  7. escoria? no parece que haya maldad en los que describes. ...pelín clasista moral te has puesto. mira que las etiquetas dicen más del etiquetador que del etiquetado. mmmmmm ......

    ResponderEliminar
  8. A mi también me hace gracia los que van a un restaurante de mierda "al que sólo van los de allí", y salen hablando maravillas de sitios en los que Chicote pondría u cargo a disposición de Milikito

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajajajaaaaa es uno de los mejores comentarios que he leído...nunca!!!

      Eliminar
  9. Yo veo eso incluso en las estaciones de servicio de la antigüa carretera Barcelona-Madrid.Ese personal que baja a echar la tarde del sábado al km.200 y luego se va al puticlus de más abajo.
    O en el 103, que intentan pasar desapercibidos entre las familias que paran, pese a la cercanía con la capital, porque es donde mejor se come.
    Y ya en los intermedios una y no más, que "pa" deprimirme ya leo.

    ResponderEliminar
  10. lap dance? Billetes en la barra? Bada Bing?

    ResponderEliminar
  11. A veces es preciso ir muy lejos para ver lo que la costumbre te impide observar cerca.

    Un saludo

    ResponderEliminar
  12. La miseria interior está en todas partes, y nadie esta libre del todo, y si dan más pena porque pudiendo no hacen.

    ResponderEliminar