R.G. ha liado la maleta y se va a Madrid. Nunca sabremos si ha hecho bien o mal, el caso es que en cuanto despuntas un poco en una empresa, siempre a los que vivimos en lo que antes se decía “en provincias” nos “sugieren” trasladarnos a Madrid o a Barcelona.
Yo resolví el problema bien pronto, a los tres años de empezar a currar me ofrecieron ir a Madrid, decidí que no y acerté (el que se fue las paso putas), a partir de ahí dije nunca más.
De hecho, para los que somos de provincias, como decía Pablo Martín en un post, Madrid nos sobrecoge. Me ha tocado dormir en un montón de ciudades. He pasado noches de cena y farra en un montón de sitios, pero llegas A Madrid y el tamaño impone, hay que coger el coche, hay que aparcar, hay que ir en Metro…te quedas en el Hotel.
Te toca hacer noche en Burgos, entre semana, y te pueden dar las 5 de la mañana en un bar. En Pamplona puedes empalmar las copas con los desayunos, en Salamanca, en Valencia…pero Madrid no sabes por dónde empezarla…Barcelona (quizá porque he ido más), ya tiene un tamaño más aceptable.
El caso es que cuándo te planean un traslado, las prioridades cambian con el tiempo. De joven me surgió la posibilidad de vivir en un pueblo. Se me hacía imposible vivir en un sitio donde había sólo un cine y las películas llegaban un mes tarde. Ahora, a día de hoy ¿cuánto voy al cine?, sin embargo tener familia que se puede quedar a los niños de vez en cuando…eso no tiene precio.
Los traslados por motivos laborales, además, estoy convencido de que son una farsa de la empresa. ¿Para qué te pide la empresa que te traslades? pues yo creo que para que demuestres lo comprometido que estas con ella. En un tiempo en que podemos escribir a la vez tres personas en un mismo papel gracias a Internet y podemos hablar por multiconferencia un tío de Texas, uno de Holanda y yo desde la gasolinera de, por ejemplo, Alfajarin, cada vez tiene menos sentido si vives aquí o allá. Pero claro si te trasladas demuestras una entrega y una forma de someterte que a la empresa le gusta mucho…
Lo cual no tiene nada que ver con que cualquier día te deje por otro…
Yo resolví el problema bien pronto, a los tres años de empezar a currar me ofrecieron ir a Madrid, decidí que no y acerté (el que se fue las paso putas), a partir de ahí dije nunca más.
De hecho, para los que somos de provincias, como decía Pablo Martín en un post, Madrid nos sobrecoge. Me ha tocado dormir en un montón de ciudades. He pasado noches de cena y farra en un montón de sitios, pero llegas A Madrid y el tamaño impone, hay que coger el coche, hay que aparcar, hay que ir en Metro…te quedas en el Hotel.
Te toca hacer noche en Burgos, entre semana, y te pueden dar las 5 de la mañana en un bar. En Pamplona puedes empalmar las copas con los desayunos, en Salamanca, en Valencia…pero Madrid no sabes por dónde empezarla…Barcelona (quizá porque he ido más), ya tiene un tamaño más aceptable.
El caso es que cuándo te planean un traslado, las prioridades cambian con el tiempo. De joven me surgió la posibilidad de vivir en un pueblo. Se me hacía imposible vivir en un sitio donde había sólo un cine y las películas llegaban un mes tarde. Ahora, a día de hoy ¿cuánto voy al cine?, sin embargo tener familia que se puede quedar a los niños de vez en cuando…eso no tiene precio.
Los traslados por motivos laborales, además, estoy convencido de que son una farsa de la empresa. ¿Para qué te pide la empresa que te traslades? pues yo creo que para que demuestres lo comprometido que estas con ella. En un tiempo en que podemos escribir a la vez tres personas en un mismo papel gracias a Internet y podemos hablar por multiconferencia un tío de Texas, uno de Holanda y yo desde la gasolinera de, por ejemplo, Alfajarin, cada vez tiene menos sentido si vives aquí o allá. Pero claro si te trasladas demuestras una entrega y una forma de someterte que a la empresa le gusta mucho…
Lo cual no tiene nada que ver con que cualquier día te deje por otro…
Totalmente de acuerdo.
ResponderEliminarAsistir a un estreno de teatro: 20€
Ir a un concierto de Bruce: 60€
Llegar al trabajo y aparcar, no tiene precio.
Yo he vivido en Madrid y en Barcelona. Si alguna vez voy para algún tema acabo saturada y me recuerdo a mi padre diciendo: "ni aunque me la regalaran entera vendría yo a vivir a Barclona".
Gonzalo..cuando vengas a Madrid yo te enseño a salir.
ResponderEliminarA mi Madrid no me fascina, pero sobre vivir en provincias hay provincias y provincias. Y no digo más que yo curro en una a la qu eno me iría a vivir ni por dinero.
Yo soy de Barcelona, y supongo que inconscientemente defiendo mi forma de vida.
ResponderEliminarPienso que hay que conocer bien cada ciudad. No es lo mismo ir un fin de semana, que vivir en ella.
Yo por ejemplo, vivo en Barcelona, vivo en un barrio pequeñito, familiar, obrero, nos conocemos todos, las tiendas son las de toda la vida, quien no te conoce del colegio, te conoce de hacer inglés o de comprar en el super.
Cojo cada día el metro para ir a trabajar, sí, es una mierda… pero... tengo los dos encantos: muchos cines y familiaridad.
pues para mi, Gonzalo tiene razon, puede ser que seamos de provincias :-) , pero aqui se vive muy bien, y eso que voy todos los meses a Madrid y Barcelona, en el Ave estan solo a una hora y poco, pero desde mi casa a mi oficina, siete minutos andando, eso es calidad de vida, saludos.
ResponderEliminarQuerídisimo Señor Viveiro, quería disculparme de mi ausencia ultimamente, debido a un exceso de trabajo, con un pequeño regalo. Puede usted pasar a recogerlo por mi blog cuando guste: http://potseravui.blogspot.com/2009/12/loooteria.html
ResponderEliminarDesde que se han puesto de moda los programas tipo "andaluces, madrileños, aragoneses, etc. por el mundo" y demás, llevo con la cosilla en el estomago de irme fuera, no fuera de donde vivo, a Madrid o Barcelona, no, fuera a otro país, a conocer otra cultura otro idioma, etc. Pero precisamente la entrega y apego que tengo por mi empresa, me impiden dar el paso. Bueno eso o igual soy un cobarde y disfrazo mi cobardía de entrega y apego, sea como sea, queda mejor decir lo primero ¿no? :)
ResponderEliminarSaludos.