viernes, 2 de octubre de 2009

Ya no tenemos edad...

Se enamoró de ella en la facultad, cuando ambos eran muy jóvenes. Ella tenía un novio de toda la vida, desde los 15, y él se mordía la lengua para no decirle nada.
A veces cuando nos habíamos tomado unas copas y era noche cerrada me decía “Gonzalo, llévame a su casa” y yo cogía el coche y nos plantábamos debajo de la ventana de ella, sentados en el capó, a fumar y a rumiar sus penas de amor.
Se fue al extranjero un tiempo, para olvidarla, y volvió peor. Al poco de llegar de vuelta, ella se casó con su novio de siempre. Ese día el se bebió todo.
Ahora ella está casada y tiene hijos. El sigue soltero.
El otro día me lo encontré y nos fuimos a cenar. Hablamos, bebimos y acabamos debajo de otra ventana, en otra casa. El había averiguado su nueva dirección.
“Ella cree que es feliz, Gonzalo, pero nadie la amará nunca como yo la habría amado”
Yo, que iba con una cogorza regular, no supe que decirle. Sigo sin saberlo. No sé si es un imbécil o un romántico. No sé si es la historia de un amor o de una obsesión absurda.
Pero creo que ya no estamos en la edad de andar debajo de la ventana de nadie.

8 comentarios:

  1. Pos si que tié questar güena la tía pa tomarse tal berrinche.

    Don Mendo

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  2. ¡Ay, el corazón!

    Siempre me ha producido profunda impresión gente de aspecto bien maduro, preparadísimos profesionalmente, tipos trabajadores, listos, sensatos...y que en su ámbito más personal- al que tú asististe por tu condición de amigo- son como chavales de 14 años (de los que se pasan horas rondando una calle, o la salida de un colegio, o vete a saber qué).

    Hace unos días conocí un caso muy de cerca, también por amistad, que me dejó alucinado. Un amor senil que le da la vuelta a un tío como un calcetín. Me impresionó ver a un hombrón catedrático y hombre de orden, llorando por amores de chat. Y el tío, llorando, me preguntaba si cogía el avión y marchaba a México.

    Sólo la conoce de chateos, y de la cámara web.

    Curiosamente,el flechazo le vino por hablar de temas religiosos (¡que tiene cojones el tema!.

    Lo contaré en el Barullo.

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  3. ¡Se me olvidaba!...el amigo está felizmente casado y con hijos y nietos (lo digo porque la soltería le hubiese hecho más comprensible en su guión de "caballo de la sabana porque estás viejo y cansadaooooooo...pero si les sueltan las riendas"

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  4. Pues así, a simple vista, parece un poco ridículo, la verdad... Pero es bonito, en el fondo, ¿no?

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  5. No sé si será un romántico o un obseso, pero lo que seguro que es, es un cobarde.

    No se tiene derecho a decir lo que dice, sin haberselo dicho a la cara...

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  6. Espero tu historia Suso.
    Buenisimo tu enfoque Laia, bueno de verdad.

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  7. Estaba vistiendome y de repente me he acordado de tu entrada.

    No sé si él la culpa, o la compadece a ella por su supuesta infelicidad. ¿Pero no se ha dado cuenta nunca de que el único responsable de ésta, si así fuera, es él? Es muy fácil decir: yo la habría hecho más feliz, pero...

    Ai no se, no se que quería decir, pero me he indignado con tu amigo (otra vez).

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  8. Es un obsesivo-compulsivo que necesita tratamiento, hace un par de siglos hubiera sido un romántico empedernido, lo siento por él.

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